El miedo a la inestabilidad en el precio del petróleo reabre de forma constante la posibilidad de explotar los ricos recursos de hidrocarburos del Ãrtico. La región se enfrenta a su propia paradoja: el deshielo producido por el cambio climático acrecienta la posibilidad de que se acceda a un petróleo antes remoto. Su explotación también agravará los efectos del calentamiento.
Las revueltas en Oriente Medio generan un “terremoto†de inestabilidad geopolÃtica, cuyos primeros temblores y movimientos sÃsmicos pueden observarse en el mercado de petróleo. Al inicio de la crisis de Libia, el precio del Brent subió un 15% hasta alcanzar los 120 dólares el pasado 24 de febrero. Las promesas de producción de Arabia Saudà lograron rebajar los vientos ligeramente hasta los 114 dólares al cierre de los mercados ayer.
Las réplicas que deja este “seÃsmo†de los mercados se notan de forma inmediata. Ante la subida de los precios las ambiciones occidentales centran sus miradas en los lugares dónde potencialmente se encuentran todavÃa las mayores reservas de crudo del mundo.
Uno de estos puntos clave es el Ãrtico. Según afirman los expertos, la vasta región del Ãrtico es, probablemente, “la única gran fuente de hidrocarburos sin explotar del planetaâ€.
“Hay un gran foco de atención en el Ãrtico, sobre todo ahora, por la gran riqueza de recursos naturales. El desarrollo de los acontecimientos en Oriente Medio pone mayor énfasis en este temaâ€, ha declarado Kuupik Kleist, primer ministro de Groenlandia, en una rueda de prensa en Otawa (Canadá), según la agencia Reuters.
Groenlandia, con un gobierno autónomo que forma parte de Dinamarca, es uno de los cinco principales actores en el reparto del petróleo que queda. Pero Canadá, EE UU, Rusia y Noruega también quieren su pedazo del pastel. ¿Qué factores, polÃticos, económicos, tecnológicos, y medioambientales se encuentran en el camino? ¿Cuáles serÃan las consecuencias de esta explotación?
“Durante las tres últimas décadas de exploración de petróleo en el Ãrtico se han encontrado más de 200.000 millones de barriles de petróleo. Se estima que todavÃa hay 114.000 millones de barriles de petróleo no descubiertos y 56.000 millones de metros cúbicos de gas naturalâ€, ha explicado Alaistair J. Fraser, presidente del Instituto de EnergÃa y Geociencia de Petróleo en el Imperial College de Londres (Reino Unido).
Según el experto que trabajó durante 30 años en la petrolera BP, “si estas estimaciones son correctas, las reservas de petróleo del Ãrtico equivaldrÃan a una quinta parte de todo el petróleo no descubierto en el mundoâ€.
El interés en los hidrocarburos no deja de señalar la llamada paradoja del Ãrtico: los recursos que una vez fueron inaccesibles son cada vez más fáciles de adquirir debido al cambio climático. Sin embargo, si se empiezan a explotar, el cambio climático se acelerará en la región.
Consecuencias medioambientales
El Ãrtico es uno de los tesoros del planeta con una importancia medioambiental clara. “Tenemos el desafÃo técnico de explotar y producir hidrocarbono en un área dónde el hielo está presente durante la mitad del año además de la amenaza de dañar un medioambiente prÃstino como el Ãrticoâ€, explica Fraser.
La zona se calienta a una velocidad tres veces mayor a la del resto del mundo, lo que implica que los ecosistemas de la región encontrarán, con toda probabilidad, puntos de no retorno. Por la aceleración de la pérdida de hielo que se ha registrado, se producirán cambios abruptos en muchos de sus ecosistemas.
El pasado mes de febrero registró bajos históricos (14,36 millones de kilómetros cuadrados) en la capa de hielo. Cada verano la capa se deshiela para volver a congelarse en invierno. Pero el ritmo de deshielo se ha acelerado y el del congelamiento ha descendido, lo que provoca una pérdida de hielo.
A las consideraciones ambientales para explotar estos recursos se unen las sociales y polÃticas. El Ãrtico es habitado por cuatro millones de personas. Un 15% de la población lo constituyen las tribus indÃgenas, que tienen derecho a los recursos naturales de la tierra en la que habitan, que además les pertenece legalmente.
Las dificultades técnicas también son evidentes, porque todavÃa no existe la maquinaria ni el conocimiento para llegar donde marca el reino del hielo. “El potencial está ahÃ, pero supone tomar riesgos. Los costes son altos, más que en ninguna otra parte y el verano cortoâ€, ha apuntado Manouchehr Takin, analista del Centro de Estudios Globales de EnergÃa.
A pesar de todo, los analistas y expertos afirman que la idea de la explotación del Ãrtico va a ser cada vez más común en los próximos 40 años, en función de la aceleración del deshielo. Pero no será fácil.
“Aprovechar los considerables recursos de la conocida como ‘frontera final’ va a estar cargado de desafÃos técnicos, polÃticos y medioambientales, y necesitará, en el próximo medio siglo, de la participación activa de cientÃficos y polÃticosâ€, ha concluido Fraser.
SINC // Patricia Luna / Londres