Investigadores de la Universidad de Jaén han incorporado los residuos que genera una industria papelera al material cerámico que se usa en la construcción. El resultado son unos ladrillos con una baja conductividad térmica, por lo que actúan como buenos aislantes, aunque todavÃa hay que mejorar su resistencia mecánica.
“El uso de los residuos de la industria del papel puede suponer un beneficio económico y medioambiental, ya que permite reutilizar como materia prima un material considerado como desechoâ€. Esta es una de las conclusiones de un estudio desarrollado por investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Linares (Universidad de Jaén) y que publica la revista Fuel Processing Technology.
Los cientÃficos han recogido los residuos de celulosa que produce una fábrica de papel –reciclado, en este caso–, asà como los lodos procedentes de la depuración de sus aguas residuales. Después, han unido este material a la arcilla que se emplea en la construcción, le han dado forma mediante presión y extrusión en máquinas, y asà han obtenido unos ladrillos en el laboratorio.
“La adición de los residuos hace que el producto final presente una conductividad térmica baja, por lo que actúa como un buen aislanteâ€, explica Carmen MartÃnez, investigadora de la Universidad de Jaén. “Además del consiguiente beneficio que esto conllevarÃa si se utilizaran estos ladrillos en lugar de los que se elaboran con materias primas tradicionalesâ€.
Otra de las ventajas de añadir residuos a los prototipos de ladrillos es que les aportan energÃa debido a la presencia de materia orgánica. Esto puede ayudar a reducir el consumo de combustible y el tiempo de cocción que se requiere en su producción.
De momento los prototipos son de pequeñas dimensiones (3 x 1 x 6 cm), aunque el equipo ya ha hecho pruebas con tamaños mayores y los resultados son similares. “En conjunto, esta técnica podrÃa suponer un ahorro energético y de materias primas para las fábricas de ladrillos, asà como un beneficio medioambiental por la valorización de unos residuos que, en principio, se descartanâ€, comenta MartÃnez.
La investigadora reconoce, no obstante, que el ‘talón de Aquiles’ de estos ladrillos es su menor resistencia mecánica respecto a los tradicionales, aunque este parámetro está por encima de los mÃnimos que marca la legislación. También quedan por resolver algunos problemas de adherencia y conformado de aquellas piezas que llevan porcentajes altos de residuo de papel.
El equipo continúa trabajando para buscar el punto de equilibrio entre sostenibilidad y resistencia del material, además de investigar las ventajas de incorporar otros productos, como los lodos de las depuradoras o los residuos que generan las industrias cervecera, olivarera o las que producen biodiesel.
Los ladrillos con restos de papel salen de la máquina.
En la misma revista Fuel Processing Technology, los investigadores publican otro trabajo que confirma que los residuos generados en la elaboración del biodiesel se pueden emplear en la fabricación de ladrillos, aumentando la capacidad aislante de este material de construcción hasta en un 40%.
Referencia bibliográfica:
Carmen MartÃnez, Teresa Cotes, Francisco A. Corpas. “Recovering wastes from the paper industry: Development of ceramic materialsâ€. D. Eliche-Quesada, S. MartÃnez-MartÃnez, L. Pérez-Villarejo, F. J. Iglesias-Godino, C. MartÃnez-GarcÃa,   F.A. Corpas-Iglesias. “Valorizationof biodiesel production residues in making porous clay brickâ€. Fuel Processing Technology 103, noviembre de 2012. Doi: 10.1016/j.fuproc.2011.10.017 y 10.1016/j.fuproc.2011.11.013.