Siempre he pensado que lo más recomendable para alguien que acaba de vivir “el mejor día de toda su vida”, es suicidarse de inmediato: todo lo que venga después, será pura decadencia. De ahí que me haya resultado tan difícil contestar a preguntas del tipo ¿cual fue el mejor verano de tu vida? y tonterías similares, pues no lo puedo saber todavía. Pregúntemelo en mi lecho de muerte, si es que me pilla en condiciones y no es ya esto.
Facebook ofrece novedosamente a cada usuari@ un resumen de su actividad anual (que hasta ahora había sido opcional), a través de una selección de los 20 mejores momentos compartidos en su plataforma virtual [1]. No obstante, lo que se presenta como un acontecimiento feliz, oculta en realidad una compleja estrategia de control social: Facebook es un campo perfecto para la investigación en marketing. Y tal vez la cosa vaya más allá: la actual sincronización de todos los medios virtuales es prácticamente un feed back continuo hacia los poderes interesados.
El metanálisis de datos -resultante de los infinitos cruces entre variables que se pueden dar con la información depositada por los participantes-, es de un valor inestimable para los grupos al mando. Supone nada menos que una cartografía explícita del “sentir social”, pues esta incluye todo tipo de información –desde la más personal y familiar, a la profesional o incluso clandestina. Es sin duda un ahorro de trabajo considerable para los grupos interesados en este tipo de información[2]. Facebook forma parte de un conjunto de instrumentos al servicio del ‘capitalismo’ pero, además de esta dimensión inquisitoria, falta desvelar su carácter ‘cronofágico’[3]: Facebook (y la mayor parte del mundo virtual [games, chats, porn, etc.]) te roban el tiempo de hacer otras cosas.
Hoy podré ver ya mis 20 mejores momentos durante el 2013… esta Navidad, o va a ser una mierda, o no sabré si ha valido la pena hasta aproximadamente estas fechas del año que viene. De todos modos, cuando termine de ‘escribir’ esto, voy a revisar esos 20 jodidos momentos y, considerando lo que les he comentado arriba, tal vez nunca llegue a saber cómo ha sido esta Navidad… aunque, claro, ustedes siempre podrán consultar mi Facebook de entre los otros treinta millones de fantasmas[4].
[1] http://www.facebookstories.com/2013/es-la
[2] http://www.huffingtonpost.es/2013/12/10/resumen-2013-facebook_n_4417013.html
[3] http://jeanpaulgalibert.wordpress.com/2013/12/13/quest-ce-quun-chronophage/
[4] http://www.clasesdeperiodismo.com/2013/02/14/30-millones-de-usuarios-en-facebook-ya-estan-muertos/
