En su primera misa del año, el Papa Francisco exige compromisos políticos para reducir las desigualdades y llegar a conseguir una sociedad más justa.
Si algo podemos decir del Papa Francisco es su toma de conciencia de la realidad que vive actualmente el mundo, cada vez más inseguro precisamente por las desigualdades que cada día se hacen más profundas.
Si ponemos como ejemplo España, da la impresión de que nuestros dirigentes no son muy católicos… En 2013, se recortaron las prestaciones por desempleo en el 6,3%, se reducen las becas de ayuda a estudiantes en el 3,8% y los gastos en sanidad se redujeron en el 22,6%. Mientras tanto, los gastos de Presidencia de Gobierno y su personal de apoyo, nos costaron a los contribuyentes 37,8 millones en 2013, se trabajó con una previsión de 20 viajes oficiales, 25 visitas internacionales, 6 viajes al consejo de Europa y 6 conferencias internacionales…
La primera consideración a hacer: en los desplazamientos Presidenciales, los gastos de hospedaje no son considerados, ya que se alojan en las Embajadas del país que visitan; del avión oficial, el sueldo de los pilotos, mantenimiento del avión y combustible, dependen de otras partidas. No hace falta explicar mucho los datos aportados para darnos cuenta de que España es el país de las desigualdades por excelencia.
Me explico. Cuando una persona logra la confianza de la mayoría parlamentaria para dirigir el país, lo primero es saber el tipo de política que debe hacer: trabajar para convertir el país en puntero tecnológicamente y a la vanguardia de la ciencia y el desarrollo;o bien hacer todo lo contrario, competir con los 4.500 millones de trabajadores del tercer mundo que trabajan por 1 $ al día.
Al parecer, es esta última propuesta imposible de conseguir, la que está poniendo en marcha nuestro Gobierno:
- Se reducen las inversiones en los programas tecnológicos y científicos al punto que los investigadores deben emigrar para conseguir terminarlos.
- Se reducen las becas de estudio, por lo cual los hijos de los trabajadores no pueden terminar sus estudios, y acaban por emigrar o ser mano de obra barata.
- La Sanidad, despide personal (considerado del mejor preparado de Europa) que debe emigrar a otros países, aumentando las listas de espera y arruinando a los enfermos, lo que supone la paralización del pequeño comercio.
Los viajes del Presidente solo sirven para hacerse la foto con los dirigentes de otros países en busca de un liderazgo que le rechaza la ciudadanía en las calles de España.
En todo caso, en ninguna de sus Conferencias le hemos escuchado decir que «Es necesario regular la globalización, de manera que la Patronal no se lleve las fábricas de España para explotar y esclavizar las poblaciones de los países más pobres».