La cara dura de un fracasado

Ya y a estas alturas, no me asombra nada… pero que un presidente que cuando sale de su presidencia, deja a España en situación económica de ruina (los que le sucedieron, tuvieron que pedir préstamos para pagar a los pensionistas); que se permita dar consejos de economía internacional y tras haber actuado como “agente, conseguidor, partícipe, o lo que sea… del mexicano más rico, no sólo de México, sino de todo el mundo” (al decir de las revistas que publican esas noticias); no es como para “troncharse de risa”; más bien es para tirarle desde zanahorias y berenjenas, pasando por tomates bien maduros… hasta cantidades de huevos… “bien perfumados”.

Es claro que se ha ido a dar lecciones y consejos, al otro lado del mundo y a un lugar donde los fracasos políticos están a la altura (si no más aún) de los de la España actual; también hoy regida como aquel desgraciado país… “por los que se dicen socialistas”… pero a los que les gusta la buena vida de los ricos; como por ejemplo se la está llevando el mentado… “Gonsáles” (que es como le dirán en México y en la propia tierra donde nació (Sevilla) puesto que allí, la “Z” no suelen pronunciarla nunca o casi nunca). Concretamente y según la prensa ha dicho con rotundidad lo que sigue.

“El ex presidente del Gobierno español Felipe González ha dicho en Argentina que “si no se reforma el sistema financiero mundial, ya estamos incubando la próxima crisis financiera, que será dentro de cuatro o cinco años”: “Hay que recuperar una economía productiva, competitiva y con equidad social”, señaló González durante su visita a la ciudad argentina de Rosario, en la que disertó sobre “Crisis y Futuro en Latinoamérica”, en calidad de embajador especial para la conmemoración de los Bicentenarios de las Independencias de las Repúblicas Iberoamericanas” (Minuto Digital 18-09-2010).

Allí sus correligionarios (se supone lo son) lo han considerado hasta visitante ilustre; nada menos que en la provincia de Santa Fe y que se encuentra a unos trescientos kilómetros de Buenos Aires; y donde habrá ido de “cuchipanda”, so pretexto de lo otro; para lo que igualmente habrá sido dotado de complemente principescos, con el dinero del contribuyente español, que tanto tenemos que agradecer a tan buen economista.

También allí ha dicho cosas como estas:

“No es verdad que el mercado arregle todo”, sino que es necesaria una “institucionalidad democrática” que fije reglas, si no, – “vamos a estar en manos por muchos años de los movimientos medio mafiosos de control de la economía sin un poder que sea capaz de enfrentarlo y de defender los intereses generales”, – la “economía de casino financiero sin contenido real necesariamente tenía que implosionar”, como ocurrió en 2008. “Estamos en un mundo nuevo, con incertidumbres”.

¿Por qué éste hombre no da esas conferencias aquí en España y sobre todo en “su” Andalucía y sentado a su lado el inútil Zapatero? Y por qué no se las da por escrito, a los que dirigen en España… “ese casino financiero” al que cita. ¿Qué le importa a un individuo que está cobrando una gran paga y todo lo que con ello recibe (y que no olvidemos se lo fijó él mismo cuando era presidente, para asegurarse la buena vida y de por toda su existencia) lo que ocurra en países que sí… que hablan un idioma que les legaron los españoles, pero que nos deben importar “un pimiento”; mientras aquí en el nuestro, existan tantos desastres económicos y sociales como precisamente han ocurrido o se han fraguado, gobernando eso que dicen es “socialismo” y que otros calificaron con bastante acierto como… “socialisto” y a sus militantes con la definición en plural, o sea… “socialistos”.

Recuerde el “señor Gonsáles”, cuando le decían… “váyase señor González”… hoy podemos decirle, váyase a freír espárragos (o “a la farola de Málaga” que es frase andaluza y más castiza por aquí) y siga “comiendo a dos carrillos y disfrutando el buen retiro que usted se proporcionó a costa de nuestros impuestos; y no nos castigue con tantas chorradas; ya está bien… y como decimos en España… “eso señor González es limpiarse en los cortinones”.

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)