“El dinero lavado en un año, restando el 1 % que si se incauta es de 1,500,000,000,000 dólares. Haga un ejercicio mental sencillo: si Ud. contara ese dinero a dólar por segundo, 24 horas al día, tardaría más de 51,000 años en ese ejercicio”.
En 2009 se lavaron 1,600,000,000,000 dólares –aproximadamente el 2.5 % del PIB mundial, según la UNODC, por sus siglas en inglés –United Nations Office on Drugs an Crime-. El FMI estima que el rango de lavado de dinero oscila entre el 2 a 5 por ciento del PIB mundial.
En el decenio del 2000 se estimaban los mercados delictivos: Armas de fuego un mil millones, Trata de personas 32 mil millones; Opiáceos –al menudeo- 65 mil millones y Cocaína –al por menor 88 mil millones-, todo cuantificado en dólares de los Estados Unidos de América.
De los 1.6 billones –cifra europea, es decir millones de millones-, sólo se incauta el 1 %, reconoce el director Ejecutivo de UNODC. Hay que tener imaginación para estimar estas cantidades de dinero, y más creatividad para lavarlo y ubicarlo en la economía nacional e internacional. Y peor aún, rompe el principio básico de finanzas: Todo capital tiene un camino y cada centavo deja huella. Y hay magia para ciegos, magia para engañar el sentido común. ¿Dónde quedan en los países esta fabulosa cantidad de dólares –quitándole el 1% que se incauta: 1,500,000,000,000? Ese dinero que es el 2.5 del PIB mundial no “cabe” –por decirlo de algún modo- en 10 economías pequeñas, por lo que resultaría detectable rápidamente, en algunos sectores de la economía mundial se van quedando como capitales que se van volviendo legales, luego nobles y posiblemente dentro de algunos años, incluso, respetables capitales que compren la economía de un país o alguna empresa transnacional importante.
Sigamos viendo: La corrupción y la evasión de impuestos puede subir la cantidad a 2,100,000,000,000 dólares.
En el caso específico de la cocaína, si tomamos en cuenta que los productores se quedan con 1 de cada 84 de las ganancias por la producción de coca, veremos que las ganancias mayores se quedan en los vendedores, distribuidores y lavadores del dinero. Dicho en otras palabras, la producción y venta de cocaína deja a los agricultores 1 de cada 84 dólares por su precio de venta al llegar a su mercado. Y estos mercados son altamente rentables: Estados Unidos genera ganancias por 35,000,000,000 y Europa 26,000,000,000 de dólares.
Hasta ahora la literatura –llegando incluso a la telenovelas- nos ponen a colombianos y mexicanos –con uno que otro chileno o guatemalteco- enriquecidos velozmente con la droga. Y se esconde maliciosamente el enorme flujo de dinero que queda dentro de Estados Unidos y Europa –recolectado por las ventas- y no se discute su incorporación al flujo lícito de capitales en esos países.
Por ello no debemos hablar en adelante solo de productor, distribuidor y consumidor –pues resulta sospechoso que europea y Estados Unidos hacen que los países productores hagan una guerra que está perdida, dado que si hablamos de 1.6 billones –europeos o 1.6 trillones norteamericanos-, genera poder y provee combustible a la corrupción y están siendo lavados e incorporados a sus economías mediante ese permeable trabajo con los banqueros, inmobiliarias, políticos y toda esa red que hace –por arte de magia- lo ilícito en lícito. Y ese inmensa fortuna genera poder de compra muchas voluntades y genera muerte.
Podríamos concluir aquí, pero ese gigantesco flujo de dinero ilícito no aporta un centavo a las arcas de los países, pero si deja una alta carga en salubridad por el gasto que significa el tratamiento de ese tipo de adicciones; añádase a ello, la pérdida de esas personas que en lugar de quedar tendidos en un carretera ahogados por la droga pudieron ser los jóvenes hombres y mujeres productivos, sanas y probablemente felices.
En resumen en el cultivo, producción, distribución, venta al menudeo y en su proceso de la cocaína hay toda una red nacional e internacional que cohabita criminalmente, pero el vendedor de la esquina es un pequeño eslabón, el verdadero reto es detectar a esos especialistas en lavar, operar, exportar, transformar el dinero ya sea en España, Francia, Estados Unidos o en un pueblecito de Panamá.