FLORES Y PALABRA
Flores filiales para Ignacio Uría: Para todos, palabra de Blas de Otero.
El dirigente popular Javier Arenas ha dicho, en declaraciones de estos días entre otras cosas, que sería «importante» que el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijera con claridad que «su objetivo, sencillamente, es la derrota de ETA, no que desaparezca ETA».
¿Cuál es la diferencia?
En las declaraciones del dirigente popular parece ocultarse la voluntad de confundir, antes que la de contribuir a la desaparición de la banda asesina. Basta ya a esta política que el PP mantiene, pretendiendo pescar votos con el anzuelo de «Zapatero negociador». ¿Acaso sería correcto recordar que ha sido Aznar, Presidente de España, militante en las filas del PP, el único Presidente de España que ha citado a ETA como Movimiento de Liberación Vasca? No. No sería correcto, por más que fuera verdad. No existe otra voluntad en el Gobierno, como no existe otra voluntad en la sociedad española, que la acción por la desaparición de ETA, la condena del terrorismo: siempre contra la violencia, solidarios con la sociedad vasca. Matar y extorsionar es lo único que le queda a la banda: matar y destruir, sin discurso alguno.
Las dos últimas acciones terroristas indican que ETA es sólo asesina. Nos siegan la vida y nos niegan la Palabra. Con Ignacio Uría, nos asesinaron a todos y con la destrucción del edificio de la comunicación en Bilbao, pretenden quitarnos también la Palabra.
Con la condena más absoluta a los crímenes contra la ciudadanía, desde la Fundación Baile de Civilizaciones usaremos con la máxima claridad ejemplos de ciudadanía. Hoy un poema por la palabra.
BLAS DE OTERO
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Manuel Pérez Castell
Diputado de España por Albacete