EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Veinte de marzo de 1999, el diario Información de Alicante publicaba un comentario del periodista Fernando G. Delgado, en el que este comentaba el hecho de lo que le había sucedido al entonces líder canario del PP, José Manuel Bravo de Laguna. Al político popular le pillaron en unos grandes almacenes londinenses “afanando” un pijama de seda que no pasó por caja. A este respecto el comentarista escribía: “En éste último trance, reconocida la carencia para comprar el pijama objeto del deseo, es preferible que lo robes a que tu indisposición anímica te frustre”.
Tres de junio de 1999, el periódico La Verdad de Murcia en su edición de Alicante informaba del hecho de que el Supremo condenaba a un diputado del PP por deslealtad profesional como abogado. El diputado, José Antoliano Bermúdez Alonso, fue condenado por el TS por un delito de deslealtad profesional por imprudencia grave. Según la sentencia el abogado-diputado negoció a espaldas de una familia la indemnización por la muerte por accidente de un miembro de esta familia, el que la aseguradora pagaría dos millones de pesetas, dinero que nunca entregó a los familiares del fallecido.
Veintitrés de octubre de 1.999, El mismo diario murciano y también en su edición de Alicante daba cuenta de que un concejal del PP de Cádiz reconocía que empleó dinero de una asociación de minusválidos en gastos personales. El concejal, Francisco Villareal, utilizó dinero de Afanas, una asociación dedicada a la atención de disminuidos psíquicos para gastos personales como la compra de una cocina. El propio Villareal reconoció haber utilizado 600.000 pesetas para comprar dicha cocina aunque matizó que esto era una práctica normal y que estaba prevista la devolución del dinero mediante descuentos a su nómina. No obstante, sigue informando el periódico, una vez abandonó su cargo en la asociación en Cádiz aún debía 540.000 pesetas. Por lo visto la asociación para disminuidos físicos era una especie de “prestamista” o de “entidad de crédito” para prestar dinero a sus empleados. Ya se sabe que este tipo de asociaciones siempre andan “sobradas” de dinero.
Veinticinco de noviembre de 2.000, El diario Información de Alicante, ofrecía la noticia de que la Guardería Rural de Monforte del Cid (Alicante) sorprendió a Rosendo Naseiro, ex tesorero del Partido Popular, robando diez kilos de uva. El hecho fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil de Novelda (Alicante) quien solicitó la documentación a Naseiro y descubrió en el maletero de su cocho –un BMW de 17 millones, según detalla el periódico alicantino- varios cuadros y objetos de arte del año 1800, por lo que decidió trasladarlo al cuartel de la Guardia Civil.
Catorce de marzo de 2002. La Justicia condena al ex alcalde de Orihuela y ex conseller de Urbanismo, del PP, Luis Fernando Cartagena a la pena de tres años de prisión, inhabilitación absoluta por seis años por el primero –malversación de caudales públicos- y a la pena de prisión de un año, multa de seis meses con cuota diaria de 5.000 pesetas, más accesorios legales por el segundo –falsedad en documento mercantil- y a que indemnice al ayuntamiento de Orihuela en la cantidad de 8.1.66.426 pesetas. Esta cantidad se la entregaron unas monjitas cuando cerraron su convento a Luis Fernando Cartagena para que los destinara a los menesteres que este considerase oportunos y el ex alcalde decidió que lo más oportuno era quedárselo cosa que así hizo. Pero lo pillaron con el carrito del helado.
Ante todo esto uno se pregunta: ¿Fue este el comienzo?