En un spot dirigido por Pedro Estepa, Luis Fernández de Eribe entonaba una sonrisa al saberse invitado a bailar: “cuando los pobres no matan, bailan”, escribe Eduardo Mendoza.
En el solsticio de junio, en la ciudad sarda de Cagliari, “encrucijada en el Mediterráneo y punto de encuentro entre las culturas”, según la definió la profesora Carla del Vais, y el profesor Concejal sardo Giorgio Pellegrini, La Fundación Baile de Civilizaciones, que preside el Diputado Manuel Pérez Castell, ha celebrado su Congreso, recibiendo el saludo de José Monleón: “Baile de Civilizaciones ha elegido la ciudad como punto de referencia, entendida como un espacio concreto de convivencia, cada vez más abierto a la diversidad, y factor decisivo en la construcción de las nuevas patrias sin fronteras, presididas por la solidaridad”.
El Congreso fue inaugurado por Yolanda Parrado, enamorada del Mediterráneo por sus islas, Directora de Casa Mediterráneo; Juan Díaz, defendió la diplomacia pública. Los participantes nos conectamos, como lo están los mares del mejicano José Víctor por la gota de agua, comienzo de un mar y por el granito de azúcar en el labio matutino, cuyo sabor perdió quien no se besó, según pregonó Francisco Garzón Céspedes que había sucedido esa mañana en todas las ciudades del Mediterráneo. Así comenzó el congreso: con la diplomacia pública dicha poesía por un mejicano y un cubano, asentados por el Mediterráneo en el mundo poessible que expuso y declamó el universal Ángel Arenas. Gil Carbajal, estadounidense, citó a Ibn Árabi, como lo hizo su Presidente Obama en el Cairo: “diferentes para entendernos”; Lescano, de Reconquista, hizo votos por el gobierno municipal: “si en Argentina había más vacas que personas, cómo es posible ser pobres: falta de gobierno”; Aníbal Machín recibió con sorpresa que una réplica de la Virgen de su Buenos Aires está en la Cerdeña y el sirio de Homs, Abdul Chiavi, trajo recuerdos del oriente próximo, con loas a la igualdad de la mujer. El Congreso era coral, como lo es la ciudad malagueña de Mijas, que a decir del ponente Diputado Luis Tomás, alberga con creces a más de cien nacionalidades.
Matías Nieto comenzó la tabla de posibles y necesarios programas reivindicativos: el del urbanismo sostenible y la hidrociudadanía reclamada desde Sao Paulo; Félix Vacas, profesor de Internacional, nos incitó a repensar la necesidad de moverse en los ejes de la paz, la seguridad y el desarrollo, como conceptos conjugados, que son; “con los pies en la Tierra”, el sismólogo Juan José Rueda nos ejemplificó que el mar es un extraordinario transmisor de los efectos de un seísmo; “imprescindible la educación a lo largo de toda la vida y necesaria la atención a la infancia”, reivindicó con pasión el Profesor Ortega Murcia.
El profesor Diputado Elviro Aranda trazó la cuerda de equilibrista del buen gobierno entre lo local y lo global; la politóloga María José Vicente reivindicó la autonomía de la mujer.
Ada Lai, gerente del área de Ciudadanía de il comune de Cagliari, había reivindicado también el rol activo de la mujer en este cambio de época. Remedios Sáez leyó el manifiesto: “La Fundación Baile de Civilizaciones reivindica la ciudadanía del Mediterráneo con derechos”.
El Congreso “Gobernanza de Ciudades por el Mediterráneo” se desplazó al mar y con pétalos de flores rindió homenaje al Mediterráneo y bailó en sus aguas.