Sociopolítica

Fútbol todos los días: distraer a las masas

Se ha difundido la noticia que afirma el que en la próxima temporada “habrá fútbol todos los días”; la información publicada fue la que sigue:

“Avalancha de fútbol. A partir de la próxima temporada no habrá día sin fútbol. El convenio suscrito entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)  la Liga de Fútbol Profesional contempla la posibilidad de que se jueguen partidos de Liga en Primera división los lunes y de Segunda los viernes. Esto quiere decir que las semanas en las que haya competiciones europeas habrá partidos todos los días de la semana” (El Confidencial 26-01-2010).

Leerla y echarme a reír fue simultáneo; puesto que una vez más se fomenta al máximo el famoso “pan y circo” que implantaron los romanos en su imperio; donde lo primero que se proyectaba en todas las ciudades que mandaron edificar, fue el circo y el teatro, amén de la palestra para ejercitar a los legionarios.

Tras ellos y en menor escala antes que ellos; todos los gobernantes han dedicado enormes cantidades de dinero y gran astucia y malicia, en entretener a las masas, embruteciéndolas cuanto más mejor, puesto que al bruto se le domina mucho mejor que al inteligente… y mejor que las masas no piensen… serán mejor manipuladas hacia los fines que pretenda el gobernante. Y aquí no hay distingos, da igual el tipo de gobierno; puesto que en este asunto nada ha cambiado y si lo ha hecho es a mucho peor, ya que con los medios y la técnica con que hoy cuentan los que gobiernan… “es asombrosamente fácil el mantener quieta a la masa y sentadita ante el televisor”; no es necesario el llevarla a los modernos circos, aunque también se haga, puesto que allí se desahogan mucho mejor y eliminan “gases y venenos”, que al aire libre se liberan mucho mejor y más impunemente. A la vista están los continuos altercados y que algunos suelen terminar en tragedias. Pero no pasa nada… “con ello ya cuenta el que gobierna”.

Y digo que no es nada nuevo, por cuanto no hay que irse a los libros de historia que nos cuentan todo aquello del pasado romano; que continuó en la decadente época posterior (medioevo) con los torneos y demás espectáculos asimilados para entretener las hambres y miserias de aquellos pueblos. No; todo continuó después e incluso fomentando enemistades entre “los siervos” de un señor y los del señor vecino; puesto que ya digo, había que entretener a las masas y propalar aquello de que… “nosotros somos mejores, más valientes y tenemos más bemoles que los otros”.

Incluso en la época de la dictadura de Franco, se siguió fomentando “el circo romano”. Y con muchos menos medios que los “de la modernidad actual”; el aparato franquista, cuando “pintaban bastos” y había algún conato de huelga o algaradas estudiantiles (que curiosamente hoy no se producen)… “Franco ordenaba cualquier retrasmisión deportiva con garra para los oyentes (no había o había poca televisión) y estos se apiñaban al lado del aparato de radio, para “rugir” de gusto si ganaba o perdía el que fuera, lo que también provocaba sus discusiones y disputas y alguna que otra bofetada si las cosas se “encendían demasiado”.

Luego y cuando la televisión fue tomando volumen Franco recurrió a los espectáculos de masas y en momentos críticos, recuerdo que siempre aparecía “el Cordobés”, haciendo las delicias de sus acérrimos aficionados a su forma de torear al toro ibérico; lo que igualmente apiñaba a las gentes en el televisor de bares y tabernas, que esas tardes hacían el gran negocio, puesto que de paso que se veía el espectáculo, se bebía y fumaba a discreción; Franco no prohibió ni el fumar ni el beber… eso sí, sin armar escándalo, puesto que entonces llamada la Guardia Civil, de buenas o de malas, el revoltoso o se apaciguaba o era llevado “al cuartelillo” y si protestaba, igual le daban… “un paquete de galletas que lo ponían calentito y más suave que un guante”. La paz en la calle sobre todo y costase lo que costase.

Hoy la calle es del revoltoso, del sinvergÁ¼enza, del ladrón y de lo que entonces se denominaba… “vagos y maleantes… y gente de mal vivir”; a los que una ley republicana (no fue Franco el que la impuso, sino que la mantuvo) los ponía “a caldo” y la verdad, aquella ley bien aplicada y sin abusos, nunca debió de desaparecer; los buenos resultados de la misma eran bastante beneficiosos para la mayoría de súbditos, que en ello (lo de súbditos) poco hemos prosperado… “en apaleos y miedos, sí… mucho”; hoy en cuanto anochece casi todo el mundo y como las gallinas… “al gallinero a dormir o ver el moderno pan y circo que nos suministran los que gobiernan”.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.