Viendo las imágenes de la reunión del G-20 no puedo por menos que llevarme las manos a la cabeza ante la falta de decoro de tamaño hatajo de pusilánimes derrochadores, incapaces de dar un paso adelante y tener el valor suficiente como para dejar a los mercados de lado y ofrecer una solución realmente multilateral a la crisis pero capaces, muy capaces, de reunirse cada poco tiempo derrochando todo el dinero que ahorran en sus paÃses respectivos exprimiendo el bolsillo de los consumidores.
Me parece vergonzoso que en pleno siglo XXI, en los tiempos de la tecnologÃa de vanguardia, nuestros lÃderes polÃticos necesiten reunirse en persona cuando lo podrÃan hacer perfectamente por videoconferencia, por ejemplo, sin necesidad de gastar el dineral que estas cumbres cuestan, porque no se puede predicar con la austeridad para luego derrochar, ellos sà que la entienden en la versión negativa, austeridad sÃ, pero para el prójimo.
Y no me vale que esgriman el contacto personal como razón para la justificación, porque es un argumento absolutamente obsoleto, ya que una videoconferencia es tan personal como cualquier otra cosa, y aunque no lo fuera, el ahorro de costes que se generarÃa serÃa lo suficientemente importante como para compensar cualquier pérdida de tacto personal durante las reuniones.
Basta ya de seguir comportándonos como lo hacÃamos en el siglo XX. Hoy en dÃa las nuevas tecnologÃas permiten la comunicación no presencial con la misma calidad y eficiencia que cualquier otro tipo de comunicación, y no planteárselo como una solución real no es sino reÃrse de los ciudadanos.
P.S.: Nótese que el tÃtulo del artÃculo no intenta ofender más allá de lo estrictamente necesario, al utilizar hatajo como sustantivo para describir a un grupo de personas, pusilánimes como adjetivo calificativo para describir la incapacidad de intentar grandes cosas, y derrochadores como adjetivo, igualmente, calificativo, para criticar la falta de amor por el ahorro.