GAROÑA: 2011 vs 2013
Eficiencia energética es la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios finales obtenidos. La discusión sobre “nucleares” versa sobre su posible optimización, que requiere medidas económicas, tecnológicas, gerenciales y culturales. El principio axiomático es que “la energía consumida no ha de contribuir a la muerte por agotamiento del Planeta” En consecuencia, se han de frenar y paliar los perjuicios del cambio climático. Un plan activo de ahorro de energía en el sector de la vivienda y de los servicios, compuesto en su mayoría por edificios, los cuales absorben más del 40 % del consumo final de energía en la UE y se encuentra en fase de expansión. La idea es construir edificios bioclimáticos, para aprovechen la energía del entorno. La industria precisa del ahorro de energía, en la misma medida que la competitividad. Este objetivo exige inversión en I+D+I. La eficiencia energética exige también de hábitos que en la mayoría de los casos se refieren a la elección de un electrodoméstico de bajo consumo, o de un control de la calefacción, del aire acondicionado o del agua caliente. Desde el siglo XVIII, el ahorro de energía ha sido objeto de debate y se han obtenido resultados positivos de eficiencia energética, si bien, el consumo global ha aumentado hasta extremos insostenibles. La paradoja del ahorro energético continúa vigente: estamos obligados a ahorrar energía, pero también lo estamos a posibilitar que toda la humanidad disfrute del bienestar que su uso produce. Ante este debate, paradójico como todo debate que se precie de inteligente, que la Central Nuclear de Garoña se cierre el 6 de julio de 2013 o debiera hacerlo antes, el 2 de marzo de 2011 carece de importancia. Tal vez para los diablillos buscadores de detalles, la tenga. En ningún caso es el centro de la preocupación de quienes respetamos a nuestros hijos, dueños, al fin y al cabo, del Planeta y de quienes perseguimos la igualdad de oportunidades de bienestar para toda la humanidad. La eficiencia energética se medirá por el acceso a ella de todo el mundo, siendo todos ahorradores de energía. La solución, que se construya, ha de ser desinteresada, como exigen el respeto, la igualdad y la universalidad, criterios de verdad de la filosofía ilustrada.
Manuel Pérez Castell
Diputado de España por Albacete