De haber continuado don Federico Trillo-Figueroa Martínez-Conde como ministro de Defensa y ante uno más de los incidentes que se producen entre el Reino Unido y España por motivo de la colonia de Gibraltar creo que muy posiblemente la cosa iría por distintos derroteros ya que Federico Trillo, nos resultó ser un ministro de Defensa muy combativo como lo demostró, sobradamente, en el desalojo de un destacamento de militares marroquíes que habían “invadido” el islote de Perejil de soberanía española. Inmediatamente el ministro Trillo puso en marcha el dispositivo militar y procedió a disponer las medidas necesarias para “recuperar” Perejil, operación que culminó con la detención de las componentes de las fuerzas armadas ocupantes, que no ofrecieron la menor resistencia, lo que posibilitó que el rebaño compuesto por una treintena de cabra pudiera seguir pastando libre y tranquilamente por el islote.
Ante lo de Gibraltar, creo que Trillo hubiera demostrado mayor firmeza y de inmediato hubiera dispuesto lo necesario para retirar los 70 bloques de hormigón que los gibraltareños han arrojado en aguas jurisdiccionales españolas y que imposibilitan el que los pescadores españoles puedan faenar en esa zona marítima. Al igual que en Perejil aquí se trata también de defender la soberanía de España en lo que respecta a sus aguas territoriales. A Trillo no le hubieran frenado las tres fragatas y el portaaviones que el United Kingdom ha desplazado a la zona gibraltareña, si a Trillo no le tembló el pulso ni le faltó valor para “atacar” al destacamento militar marroquí que “invadió” Perejil reteniendo, no sé si como rehenes, a esa treinta de cabras, y lo hizo a pesar del fuerte viento de Levante de 35 nudos, disponiendo una fuerza de rescate compuesta por cinco helicópteros y 28 soldados. Se puede decir que fue una operación “contra viento y marea”. Pero por lo visto no son lo mismo tres fragatas y un portahelicópteros que embarcan a más de 2.000 soldados que un destacamento de soldados armados con fusiles. No, yo creo que Gibraltar no es Perejil y que la cosa del “machotismo” hay que meditarla muy bien antes de ponerla en marcha.
Pero mira por donde don Federico Trillo-Figueroa Martínez-Conde, hoy embajador en Londres, tiene la oportunidad de ejercer sus dotes de diplomático para mediar en el conflicto gibraltareño y buscar una solución, al menos temporal, que permita que los intereses de los pescadores españoles no sufran mayor menoscabo. Ya tuvo ocasión Trillo de demostrar esas virtudes diplomáticas cuando en una visita a El Salvador como ministro de Defensa y después de presidir un desfile militar se dirigió a las tropas y acabó con un ¡Viva Honduras! Un despiste, según unos y una consecuencia de que muy posiblemente el ministro hubiera estado en la fiesta de Blas, recordemos la canción de Fórmula V, antes de asistir al acto militar, según otros. No, Gibraltar no es Perejil. Hay a quien le interesa mover lo de Gibraltar en estos momentos para distraer al personal sobre lo de Bárcenas.