Sociopolítica

Glenn Beck: Campañas para mantener el odio vivo

[Aunque listado por la revista «Time», entre las 100 Personas Más Influyentes del Mundo, una de sus ediciones dijo el por qué: él es el hombres más enojado y amargado de Norteamérica, «a real Mad Man». La revista «Vanity Fair» lo describió como una «bomba radial malinformada»,  «Discovery Magazine», resumió «Glenn Beck is an idiot», que sin la ayuda de sus pizarrones y los  teleprompters, se perdería en suj propia verborrea. «He’d just be a drooling idiot after 10 minutes».

Glenn Beck Fuente: http://thechaifetzarena.com

En fin, este aclamado ‘celeb’  es el Idiota por Excelencia, anestesiador intelectual de multitudes. No es una persona útil a nadie que no sea sí mismo. U otras como él. Se puede pensar en Sarah Palin que renunció a la Gobernación de Alaska, donde al menos tenía responsabilidades de servicio. En la vida privada, politiqueando ideas similares a las de Beck, devenga ganancias de $12 millones al año, en un país donde la democracia se ha vuelto retórica e invocaciones retorcidas y distorsionadas de temas o de historia.

El Idiota Jocoso de Beack sabe lo que hace en el mercado. No es tan idiota  entonces cuando del lucro privado se trata. Sin embargo, con su confusa personalidad, él se burla de la norma moral e intelectual que habría que pedir a quien aspira a un «hueso» de botellero político, asesorías sin sustancia en las grandes burocracias del Gobierno y otras prebendas colaterales. El  pretende ideologizar políticamente, desde el Partido Republicano. Es considerado uno de los  ideólogos de la Ultra-Derecha Neo conservadora en los EE.UU. y, con su humor destemplado, se vende como una celebridad farandulera. En esos rumbos, va dejando una estela de anestesiamiento político y frivolización de la ;res pubica’.

Beck  quiere ser uno, entre los que inspira a aprender y respetar la Historia de la Nación estadounidense; pero es el primero en learla mal, justificando a las figuras más controversiales y criminales de esta historia; él equipara la justicia social con comunismo y nazismo; desconfía de  la formación académica rigurosa en las universidades, por su odio a la gente liberal y progresista y, si defiende la formación autodidacta, no es en cuanto es escuela que genera sentido común. El suyo se forja con estereotipos, non-sequiturs y mariposeo con todo tema, sin alcanzar profundidad ni madurez. Libertad de pensamiento y expresión es desatar la lengua, el coraje y perder el control. Su estilo es el del machismo cultural, el berrinche infantil y la payasería.  No esperable de persona que tiene ya sus pasados 46 años.

Que Glen Beck quiera darse a las carcajadas con temas de religión, sentido patrio. homosexualidad, inmigrantes, obesidad infantil, no es grato a todo el mundo, máxime si con sus ideas, pide el fin del altruísmo, que se deje de invertir en gastos de ayuda social para las mayorías pobres, trabajadoras y a los crecientes cifras de inmigrantes. El, quien ha llamado «terroristas» a cualquier persona progresista, es uno entre quienes desde los EE.UU. arengan olas de odio alrededor del mundo, con ventas de vídeos y libros homofóbicos; no en balde «Time» lo coloca en su Lista de los Cien Hombres Más Influyentes en el Mundo.

Glenn Beck alienta a que se contruyan murallas internas de tipo ideológico en los Estados, dividiéndolos en  «progressive states and conservative states». Es un divisor en la vida nacional estadounidense.

Beck está en el negocio de promocionar Miedo / pánico, a todo lo que no sea «easy money» al estilo de Fox-News y los aparatos mediáticos. Es promocionador del No-al-Pago de Impuestos y cierre de las fronteras.

«Beck continuously proves to be an ideologue bent on distortion, conspiracy and fear. His spectacular claims — however real or imaginary — portray a nation in crisis and increase the possibility of violence from neoconservatives»: Joseph Rivera. El siguiente poema («Rally para mantener el Miedo Vivo», incluiído en «El libro de anarquistas», elabora sobre lo ya dicho en este artículo y por lo que ya comienza a conocérsele. Glenn Beck es el politicastro sin fe en las virtudes reales del nuevo estadodunidense y que acude a viejos mitos y personajes del basurero histórico de los seudoconservadores, nacidos con Mr. Conservative en los ’60, para «Mantener el Miedo Vivo» y el pesimismo ante los desafíos vigentes en la nación camino hacia el futuro].

RALLY PARA MANTENER EL MIEDO VIVO

Donde el proceso democrático hiede
atrapado y podrido por cínicos e hipócritas,
en la nación donde el poder se vende
a través del Gran Show, de costa a costa,
y todo candidato turna y se posa como un mercader fiero,
puede que surja el peor de los bribones,
el más payaso y narcisista,
campeón demagogo, construído de humor
y distorsiones, y puede que sea él quien pida
que el honor se restaure, sí, ¿quién dijo honor?
¿De qué honor habla?

Glenn Beck machaca el lema
«Restoring Honor» con hediondo aliento
y Fox News le da alas, igual que su partido
que no sabe la diferencia
entre la racionalidad y la mierda.

Donde la democracia se burla desde todos los frentes
y, al pasar la campaña, todo el mundo a su rutina,
a sus bobadas, a sus resignaciones,
puede que surja el cínico que pida $1,200 por persona
por hacerse conocer. Es Beck, el patán de moda
con quien puede tomarse una foto
y recibir autografiado un libro de puras pendejadas.

En «Marchas Para Mantener el Miedo Vivo»,
puede escuchar que Osama es un racista envenenado.
Que quiere a todo blanco muerto, o pobre, o jodido.
Que el país vive una mordaza desde los ’90,
vía-Clinton, y que la Secta Davidiana en Waco, Texas,
y el Bombardeo en Oklahoma City
son derechos que tiene el blanco americano.
Más de 100 estaciones sindican estos discursos,
la tele por cable, editoras de libros, todo le viene
en apoyo al empresario político.
La policía de la nación proteje las Marchas / Discursos
/ Transmisiones de verborrea desatada del malagradecido:
Que cada americano debe tener por derecho una pistola.
Que hay que dar rienda suelta a que cualquier ex-militar sicótico
la use, que hay que dejar que Dios se manifiesta
con ansiedad desilusionada entre conservadores.
No en balde escuchan a la estrellita de rock,
charisma tiene destamplada en la radio…

Donde ya en vez de ideas se discute chismorreo
o el tono, cada vez más patológico y subido de emociones,
Glenn Beck es típico. Nadie mejor que él echando miedo
de que se vive en el peor de los mundos.
Que en Norteamérica, a no ser por los republicanos,
la invasión de lo infame se completa.

Tomado ha sido el país por comunistas
vestidos de activistas de Derechos Humanos,
de talibanes, vestidos con turbantes de buena voluntad,
de mujeres terroristas, ocultas tras los velos islámicos
y que en verdad son homosexuales, anarquistas,
inmigrantes sin documentos, agentes infiltrados del Imperio del Mal
destruyendo el Honor / la Democracia / la Bondad de América.

Mas la gente pregunta, tras tanta verborrea
de ese loco en la radio y en la tele por cable,
¿de qué putos asuntos Beck nos habla,
de qué honor se apura en sus saliveros,
de qué sanidad mental parlanchina
si él mismo abre la boca como el más loco,
mentiroso, pedante y deshonesto?

2008 / «El libro de anarquistas» / de Carlos López Dzur, colocado gratuitamente en internet

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.