No es novedad  que los capitales mundiales se mueven con la rapidez de un rayo y sin frontera alguna que los contenga; sin embargo, no ocurre lo mismo con las respuestas de los asalariados del mundo. Estos últimos, atados a la hegemonÃa sindical burocrática y polÃtica -que dicen representarlos- , solamente atinan a responder en forma atomizada y dentro de las fronteras nacionales de sus respectivos paÃses.
Los grandes capitalistas mundiales, como buenos dictadores en  la defensa de sus intereses; arbitran su exigencia y sin reparo alguno, exigiendo (no sugiriendo) medidas que favorezcan sus éxitos o (remediando) sus fracasos, a gobiernos y entidades financieras creadas para sus propios fines. Estos mismos gobernantes, como “buenos empleados†del capital, pontifican las bonanzas del sistema capitalista, bajo el imperio del garrote, las mentiras e instrumentos legales como reaseguros de cumplir con “sus obligacionesâ€, según dicen: «el de  conducir a “buen puerto†a la mayorÃa de los ciudadanos que los han elegido«.
Aunque el pueblo se manifiesta  en contra de las polÃticas instrumentadas por estos ocasionales dirigentes, haciendo memoria de  promesas electorales incumplidas,  los mandatarios gubernamentales botan lo prometido en las campañas electorales una vez que asumen sus funciones. Como se ve claramente: una farsa.
Revistas especializadas lucen -con nombre, apellidos y cifras-, en sus ediciones periódicas, los 100 millonarios más importantes del mundo. No conozco que exista publicación de las mismas caracterÃsticas, en donde nos indiquen quienes son las 100 (para no decir millones) de personas más indigentes del mundo. ¿Será necesario para tal fin,  publicaciones de astronómicas  páginas?…Tal vez, no sea rentable ni procedente  el dar a conocer a la humanidad toda -con nombre y apellido, del mismo modo que la revista especializada lo hace con los ricos-  , que decenas de millones de seres humanos no tengan acceso tan siquiera a comer… El lector, me dirá con razón, que sà existen informes del Banco mundial u otros organismos encargados de investigar sobre la cuestión de pobreza….¡Caramba!, ¿No son algunos de ellos los que proponen medidas draconianas a paÃses con problemas económicos y financieros, exigiéndoles despidos, privatizaciones y austeridad, a cambio de “rescatesâ€?. PermÃtame una pregunta más: ¿Rescate, para quienes?.
No voy a detallar el caso de Grecia, basta entrar al siguiente sitio   ( http://www.hradf.com/ ) y ver que ya están ofreciendo la venta de lugares turÃsticos y estratégicos, cuya misión es “maximizar las ganancias de la República Helénica en el desarrollo y/o ventas de activos†.
Hace tres semanas atrás el ministro Griego, AntonÃs Samarás, pidió a la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional) “algunas correcciones para controlar algunas tasas de desempleo y revertir la situación catastrófica en la que el paÃs helénico se encuentra por quinto año consecutivoâ€. Igualmente, el plan de Grecia contempla la privatización “sin precedenteâ€: 60 empresas estatales que pasarán a manos privadas; reducción de 106.000 empleados públicos.
Eso no es todo. Según respondió a una agencia internacional el economista, Leonidas Vatikiotis, “es solo el inicio de nuevos recortes laborales, pues no alcanza a los 150.000 despidos que demanda la troika para 2015â€[1].
Una otra agencia, de reconombre internacional,  informa  que el gobierno griego está preparando un proyecto de ley, que una vez aprobado a fines de agosto, tendrá como objetivo  remover los obstáculos que impiden acelerar el programa de privatizaciones, permitiendo al estado, recaudar varios miles de millones de euros. Entre los obstáculos, se encuentra la ley que fija una cuota del estado y los privados en las empresas con participación estatal.
El proceso de la crisis helénica hizo descabezar, en menos de un mes, a dos directores del  ente para la Valuación de la Propiedad del Estado Helénico (Taiped) :  Costas Koukiadis, dÃas después de las elecciones del 17 de junio pasado, y en estas horas, a Costas Mitoupoulos.
Grecia, es uno de los eslabones más débiles de la Eurozona, donde los paÃses del mundo debiéramos mirar con atención, pues es el espejo que nos induce a interpretar, sin eufemismo, el principio de la voracidad del capital[2].
Los Trabajadores deberán entrar en escena
Es evidente que los asalariados y pequeños productores somos los que más expuestos estamos frente a la crisis;  soportamos sobre nuestras espaldas toda la carga de tamaña catástrofe. Para no caer en la situación de inanición, deberemos aunar esfuerzos en pedir y exigir de una vez por todas, que la crisis la paguen quienes la realizaron. Debemos  movernos como lo hacen los capitales: en forma mundial. Dotarnos de una orientación polÃtica propia y representativa a nuestros intereses; coordinando con nuestros hermanos trabajadores de otras latitudes del globo (que están en igual o peor situación a la nuestra), y no responder a aquellos amanuenses de los intereses creados (burócratas sindicales/polÃticos), que nos inducen a sucumbir en la desigualdad, frente a la dictadura del capital mundial, enquistando nuestros reclamos a una región o paÃs.
Somos millones los asalariados productores y oprimidos en el mundo, contra un puñado que manejan en casi más de un 90% del Producto Bruto Mundial, quienes a la fuerza o demagógicamente, descargan planes de austeridad inadmisibles.
Algunas preguntas que me hago: siendo nosotros,  trabajadores y productores de  insumos, ¿por qué no tenemos acceso a ellos?.¿Cómo puede ser, que el desarrollo de la tecnologÃa mundial ha sido tal, permitiendo abastecer en toda su producción (de alimentos, artÃculos, etc.) la demanda global, y la inmensa mayorÃa no tenga acceso alguno?.¿Es concebible la desnutrición en pleno siglo XXI?. ¿Cómo se explica que exista trabajadores con jornadas laborales extenuantes de 10 o 12 hs., con  desempleados (parados) por otra parte?.¿ Por qué los pensionados que han aportado durante toda su vida laboral, deben resignarse a vivir como parias?….preguntas obvias.
¿No le gustarÃa?
Esta vez, le pregunto lector:
«Â¿No le gustarÃa levantarse más tarde?
¿Empuñar la caña y salir a pescar, asÃ, de
sopetón y sin pedir permiso? ¿Golpearle la puerta a los muchachos, pelota en
mano, rumbo a la plaza? ¿Tomarse el
dÃa para ir al cine con las amigas, un
miércoles, a mitad de semana, sin que
se arme un escándalo? ¿Pagar las cosas sin tener que esperar la “ayudaâ€, la
“becaâ€, el “planâ€? ¿Pensar en el futuro
como algo lindo, sin miedo de perder
el trabajo porque el patrón o el buró-
crata se levantó mal? ¿No le gustarÃa
caminar tranquila por la calle sin que
le miren como un objeto extraño? ¿Saber que no importa lo que le
pase a ud, sus hijos y su familia sabiendo que nunca
van a quedar en la calle? ¿Pasear tranquila, tranquilo, sin remordimientos
cada vez que se lleva por delante un
chico en la calle, un viejo en un rincón,
una familia en la plaza? ¿No te gustarÃa
tener su casa como un derecho inmediato, apenas llega al mundo adulto,
en lugar de trabajar toda su vida para
pagar un alquiler? ¿Tener buenas escuelas, con doble jornada, jardÃn de infantes, deporte, arte, para que sus hijos se
eduquen bien y  puedas tener una
vida propia y ser madre no se convierta
en una condena? ¿No le gustarÃa tener
más tiempo para cocinar comida saludable, para comer mejor, para hacer
deporte, para hacer una vida sana?
¿Se imagina lo que
serÃa trabajar sólo cuatro o cinco horas
por dÃa? Hace poco, una propaganda
televisiva bromeaba con la idea de crear
el dÃa “Osvaldoâ€, un tercer dÃa feriado,
como el “Domingoâ€. Hoy dÃa es perfectamente posible: sólo con la fortuna
de los millonarios se podrÃa multiplicar
varias veces el sueldo de un obrero común; con poner a trabajar a todos los
vagos que viven de los obreros, pero viven mucho mejor que los obreros, los
burgueses, los curas, los burócratas sindicales, se
podrÃa disminuir tranquilamente las
horas de trabajo. Con repartir las horas
de trabajo entre los obreros ocupados y
los millones de desocupados, se lograrÃa todavÃa más tiempo libre para todos«3]…
Se lo pregunto…para saber si es la misma idea de sociedad y vida que compartimos…o no.
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