Enfoques cooperativos; Hoy…
Somos engañados por la apariencia de la verdad. Quinto Horacio Flaco.
El dotar de herramientas conceptuales y nuevas perspectivas a los que quieren ver el mundo con sus propios ojos y pensar la vida con su cabeza,es uno de los propósitos de este libro.(de este articulo,también,modestamente.)La realidad está ante todos,es el mismo drama,la misma caravana de dolores conocidos y de alegrías inesperadas.Pero no todos perciben el espectáculo de la misma manera,no todos interpretan los hechos de igual forma.Historia personal,posición de clase,nivel cultural,formación académica,todo esto condiciona qué realidad vemos y cómo valoramos lo que vemos.Pero sobre todos estos factores formativos, lo que decidirá la claridad de nuestro pensamiento, la eficacia instrumental de nuestro análisis, es el conjunto de conceptos operativos, las herramientas conceptuales con las cuales nosotros manejamos la información que nos da nuestros sentidos”. Dr. Augusto RamÁŒrez- “Consumismo, Familia y Sociedad”. Ed Cibe Press 2006
Ante planteamientos como el que nos ofrece el psicoterapeuta e investigador Social, Profesor de Psicología Clínica UASD (Universidad Autónoma de Santo Domingo), Dr. Augusto Ramírez, nos ofrendó el Gral. Perón una simple y categórica formula a fin de resolverlo: “Unidad de concepción, unidad de acción.”
El cooperativismo, por su parte y como cuerpo de conocimientos se edifica en una serie de valores y principios que son guías para la acción mancomunada.
Esos principios orientadores son: Membresía abierta y voluntaria;Control democrático de los miembros;Participación económica de los miembros;Autonomía e independencia;Educación, entrenamiento e información;Cooperación entre cooperativas;Compromiso con la comunidad.
Estos principios son el prisma a través del cual los cooperativistas de todo el mundo observamos y juzgamos la vida del hombre, de la sociedad y el mundo, tal como lo observaron los Pioneros de Rochdale, quienes juzgaron injusto el modelo capitalista en su etapa conocida como “la revolución industrial” en la Inglaterra del siglo XIX.
Como las condiciones sociales y económicas, en pleno siglo XXI, no tan sólo no se han modificado positivamente, por el contrario, se han centuplicado la miseria y expoliación, junto a una fenomenal corruptela política jamás imaginada, aún por la mente más afiebrada, los valores y principios cooperativos siguen siendo un faro de esperanza cierta para la humanidad.
¿Qué clase de democracia tenemos? ¿Podemos hablar de democracia en países cuyos gobernantes imponen políticas contrarias a la vida digna y a la naturaleza? ¿Qué tipo de democracia necesitamos ejercitar?
Pues bien, entonces, ¡Hablemos de democracia, Hablemos de cooperativas!
Las cooperativas son empresas económicas y sociales, es decir, son bifrontes, y captan el interés público, pues contribuyen con su accionar el bienestar general en diversas formas y maneras.
El principio cooperativo “Control democrático de los miembros” alude directamente a una democracia participativa que tiene operatividad y efectividad, no tan sólo en el campo eleccionario de sus propias autoridades, sino también en lo económico, administrativo, cultural, social, educativo, y comunitario.
De tal manera que, la democracia participativa y directa (un voto para cada asociado, independientemente de su aportación asociativa) es una de las características propias de la naturaleza y esencia cooperativa, sustentado en su origen, organización, fines, composición y proyección social-económica.
En Argentina rige la Ley Nº 20337 sobre las cooperativas, y en su artículo Nº 59 nos refiere al procedimiento de remoción de mandatos de los consejeros. Esta es la modalidad que debiera regir a muchas de las democracias del mundo.
“Los consejeros y síndicos pueden ser removidos en cualquier tiempo por resolución de la asamblea. Á‰sta puede ser adoptada aunque no figure en el orden del día, si es consecuencia directa del asunto incluido en él.”¡Cada quien saque sus propias conclusiones!
¿Cuántos gobernantes debieran ser removidos actualmente en el mundo? Vaya cuestión.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!