Helen S. Mayberg cartografía la depresión en el cerebro desde hace más de 30 años. La neuróloga californiana ha sido la primera en probar la efectividad de la estimulación cerebral profunda en pacientes con depresión mayor. Pero, en su opinión, para que el tratamiento tenga éxito hay que completarlo con rehabilitación.
¿La estimulación cerebral profunda es la gallina de los huevos de oro para tratar una depresión?
Si un paciente espera que le pongan un estimulador para que le solucione todos sus problemas, vamos mal. La estimulación cerebral profunda (DBS por sus siglas en ingés) es necesaria para la recuperación de una depresión mayor pero no es suficiente. El ser humano está continuamente adaptándose y estar deprimido durante mucho tiempo es una experiencia que cambia tu manera de interactuar con el mundo. La gente se acostumbra a vivir así, pero no por elección. Tras modificar las conexiones neuronales, la persona tendrá que adaptarse a una nueva situación.
Entonces, ¿cuál es el logro de la nueva técnica?
La DBS te permite tratar una depresión con más exactitud que un medicamento. Puedes atacar directamente la parte del cerebro que funciona mal y que no responde a la medicación. Ahora tenemos que investigar con más precisión los circuitos neuronales implicados en la depresión, el nuevo método y hacerlo reproducible en todos los pacientes. Es decir, entender el proceso fundamental de la estimulación. También hace falta aprender a tratar el paciente después de la estimulación cerebral porque, en muchas ocasiones, tras el tratamiento, se trata de una persona completamente diferente.
¿Qué más hace falta para recuperarse de una depresión?
La recuperación depende de la persona, cuando colocamos el implante y lo encendemos empieza la parte complicada. El estimulador no escoge por ti, te da la capacidad de escoger y el paciente debe redefinir su actividad. Su cerebro enviará señales diferentes cuando interactúe con el mundo y tendrá que reaprender lo que son. Y esto no es competencia del estimulador, aquí termina la parte neurocientífica de la solución y entra en escena la rehabilitación.
Así que los milagros no existen…
Creo que tenemos demasiadas expectativas en la DBS en el sentido que esperamos que solucione el núcleo del problema y que además reequilibre nuestra interacción con el mundo. Aunque saquemos el mayor partido a los nuevos métodos, cabe recordar que el bienestar va más allá de ajustar anormalidades en el cerebro.
¿A quién le recetan ‘estimulación’?
La técnica de DBS todavía está en fase experimental. La efectividad de la medicación convencional depende mucho del paciente. Por ahora, la terapia por electrochoque (TEC) es la más efectiva para tratar una depresión mayor pero tiene efectos secundarios, como la pérdida de memoria.
¿Con qué tipo de pacientes ‘experimentan’?
En pacientes con ‘depresión resistente’ que han probado cuatro medicaciones distintas, han hecho terapias de todo tipo, han pasado por TEC y nada ha funcionado. El protocolo lo establece así, nunca trataría una primera fase depresiva con DBS. Aunque funcione, tienes que plantearte la efectividad y las consecuencias de implantar un electrodo en el cerebro.
¿Pero uno no se acostumbra rápido a un cambio positivo?
Tengo pacientes que son incapaces de imaginar lo que van a hacer después de la estimulación. Imagina que perdieras audición y te pusieran un implante coclear para recuperar la capacidad de escuchar. Lo que oirías sería diferente al recuerdo que tenías de lo que estabas acostumbrado a escuchar. O imagina que a un corredor de maratones tuviera molestias en la cadera. Cada vez podría correr menos y otras partes de su cuerpo se resentirían, como la espalda. Cuando le reemplazaran la cadera, tendría que volver a entrenar durante un tiempo para volver a correr una maratón.
¿Lo mismo pasa con una persona deprimida?
No estoy segura, pero… ¿tú eres exactamente la misma persona que eras antes? Hay pacientes que llevan 20 años con depresión profunda y no recuerdan la última vez que sintieron bien. La claridad de pensamiento aparece de repente, después de mucho tiempo influidos por la experiencia de haber estado enfermos.
¿Qué es exactamente la depresión?
La depresión es una combinación de la incapacidad de sentir placer y de un proceso activo de dolor mental. Cuando estás deprimido es muy difícil comprometerse con cosas que podrían darte placer porque estás distraído por sentimientos negativos. Incluso una experiencia positiva puede parecerte una tragedia. La estimulación cerebral profunda ‘apaga’ la negatividad como si fuera un interruptor. Pero luego tendrás que decidir si quieres sentir placer o no.
Quizás haya muchos españoles que ahora se sientan así dada la situación socioeconómica actual.
El estrés es muy malo en todas las sociedades. Las dificultades activan sistemas que hacen que nos movilicemos, que nos defendamos, que luchemos, que sobrevivamos. Pero estos cableados neuronales están diseñados para responder a corto plazo. Hoy en día estamos expuestos a factores estresantes crónicos que son perjudiciales para el corazón, el sistema inmunitario, etc. Ni nuestro cuerpo ni nuestro cerebro están preparados para ello. Nuestras vidas van hacia un periodo muy estresante y aunque superemos esta situación vamos a sufrir las consecuencias a largo plazo. La exposición de los niños a todos estos factores puede desencadenar en una depresión en la vida adulta. Y no solo depresión. Tenemos que cuidar de la gente lo mejor que sepamos.
¿Cómo ha avanzado su campo en 30 años de estudio?
Cuando empecé a investigar en los años 80 nos planteábamos: ¿Se pueden localizar áreas en el cerebro que conlleven a una depresión? Y conseguimos un enfoque neurológico del trastorno. Después de tantos años, podemos pensar en la depresión como un trastorno en los circuitos neuronales. Mi investigación se ha esforzado siempre en definir la ‘neurología de la depresión’.
¿Cuánto le debe a las técnicas de neuroimagen?
La neuroimagen es muy útil para observar las enfermedades mentales en el cerebro. Encontramos que había patrones muy consistentes en todas las personas deprimidas que eran reproducibles. Dibujamos el mapa cerebral de la depresión y quisimos distinguir todos sus componentes. También nos dimos cuenta que podíamos ver cómo cambiaba el cerebro a partir de los tratamientos contra la depresión.
¿Cuál es el papel del área de Brodmann 25?
Esta zona del córtex cerebral desempeña un papel muy importante en la depresión mayor. Si no conseguimos disminuir su actividad, el trastorno no desaparece. Si podemos acceder al área de Brodmann 25 con psicoterapia o con medicamentos, mejor.
Referencia bibliográfica:
Holtzheimer, P.E.; Kelley, M.E.; Gross, R.E.; Filkowski, M.M.; Garlow, S.J.; Barrocas, A.; Wint, D.; Craighead, M.C.; Kozarsky, J.; Chismar, R.; Moreines, J.L.; Mewes, K.; Riva Posse, P.; Gutman, D.A.; Mayberg, H.S. “Subcallosal cingulate Deep Brain Stimulation for treatment-resistant unipolar and bipolar depression”. Archives of General Psychiatry 69 (2): 150-158, 2 de enero de 2012. DOI: 10.1001/archgenpsychiatry.2011.1456
Kennedy, S.H.; Giacobbe, P.; Rizvi, S.J.; Placenza, F.M.; Nishikawa, Y.; Mayberg, H.S.; Lozano, A.M. “Deep Brain Stimulation for treatment- resistant depression: follow-up after 3 a 6 years”. The American Journal of Psychiatry 168 (5): 502-510, mayo de 2011. DOI: 10.1176/appi.ajp.2010.10081187
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