En plena crisis económica, llegan iniciativas contundentes para acabar con los paraÃsos fiscales. No se debe dejar pasar la oportunidad en manos de aplazamientos o de “regularizaciones progresivasâ€.
Los paraÃsos fiscales significan evasión fiscal, contagio de crisis financieras, fomento del crimen organizado y del narcotráfico e incluso sostén del terrorismo. Tan duro juicio es del FMI, OCDE y otros organismos internacionales. El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha incluso propuesto la vÃa fiscal como “dinamita para acabar con los paraÃsos fiscales, como se hizo con Al Capone en los años treintaâ€.
¡Bienvenidos a la razón y la justicia!
Según la OCDE, organización internacional de los treinta estados más desarrollados del mundo, los paraÃsos fiscales ocultan de 5 a 7 billones de dólares. ParaÃsos fiscales como Antillas Holandesas, Aruba, Bahamas, Bahrein, Bermudas, Islas Caimán, Islas VÃrgenes, Mauricio, Samoa, Seychelles… Andorra, Chipre, Gibraltar, islas de Jersey y Man, Liechtenstein, Malta, Mónaco, San Marino y Luxemburgo. Estados de cartón-piedra sin actividad económica real.
No se pagan impuestos o casi nada y en ellos hay establecidos miles de bancos, entidades financieras, empresas pantalla, sociedades testaferro… Islas VÃrgenes tiene registradas ¡700.000 empresas! y las Caimán manejan mil cuatrocientos billones (no billions) de dólares de activos bancarios.
En los paraÃsos fiscales hay, sobre todo, opacidad. Todo es oscuro y negro. Esa oscuridad permite ocultar datos, titulares de cuentas y toda información de operaciones financieras que en ellos o a través de ellos se realicen. Patente de corso para todo tipo de desmanes y delitos económicos. Y la crisis, ¿acaso no tienen que ver con la crisis?
Según Tax Justice Network, el dinero de los impuestos evadidos a través de paraÃsos fiscales supera los 255.000 millones de dólares anuales, quÃntuplo de la cantidad necesaria para lograr los Objetivos del Milenio. El paÃs más afectado es Estados Unidos, que ha dejado de ingresar entre 70.000 y 100.000 millones de dólares anuales. Reino Unido, 50.000 millones de dólares… Anualmente se evaden 600.000 millones de dólares hacia las decenas de paraÃsos fiscales. Aparecieron en los setenta, promovidos por los paÃses más ricos, y la mitad están bajo bandera británica, pero muchos paÃses europeos tienen su propio paraÃso.
La OCDE recibió en el 2000 el encargo de identificar, acusar y sancionar con duras medidas los paraÃsos fiscales. Hasta que Bush ocupó la presidencia de Estados Unidos, la OCDE señaló 35 paraÃsos fiscales, 47 áreas tributarias preferenciales y 15 paÃses que facilitan el lavado de dinero negro (entre ellos Rusia e Israel). Pero Bush canceló durante su mandato la persecución de los paraÃsos fiscales. Ocho años de impunidad.
Los siete paÃses europeos más potentes económicamente (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Italia, Holanda y República Checa), ahora quieren “erradicar los paraÃsos fiscalesâ€, están contra la opacidad y falta de control de los capitales y abogan por acciones definitivas contra paraÃsos fiscales y jurisdicciones que colaboren contra la evasión fiscal, lavado de dinero y financiación del terrorismo. Quieren un sistema internacional de control financiero ‘sin lagunas’ e incluso amenazan con listas negras y sanciones.
Habrá que verlo. Porque desde hace años conocemos cuan perversos son los paraÃsos fiscales. Desde los ochenta sabemos, como denuncia José Vidal-Beneyto, que “son el arma del crimen, lugar de la abominación financiera, instrumento principal de la economÃa criminal, desde la evasión fiscal y blanqueo de dinero hasta el mercadeo de seres humanos, pasando por el botÃn de las extorsiones mafiosas, el tráfico de drogas y armas, la producción y comercialización de moneda falsa, el robo, estafas y contrabandos de todo tipo…, componentes de un volumen patrimonial que ya supera el 40% de la economÃa mundial legal. Dinero que no encontrarÃa tan extraordinario acomodo para su conservación, producción y multiplicación sin los paraÃsos fiscalesâ€.
Bienvenidos los lÃderes europeos a la lucha contra el fraude, la evasión y el delito que se fundamentan en los paraÃsos fiscales. Pero si quieren que nos lo creamos, han de tomar medidas de inmediato contra los paraÃsos fiscales. Sin aplazamientos (hablaban del 2015). Sin amnistÃas fiscales (anunciaban una “regularización fiscal progresivaâ€). Sin impunidad.
Los paraÃsos fiscales han sido durante años baluarte de negocios ocultos, del dinero más sucio y de un secretismo que ha protegido y protege el tráfico de drogas, personas, armas y la evasión fiscal. No podemos permitir que continúen actuando impunemente. Ahora, en la crisis, es cuando hay que acabar con ellos.
Xavier Caño Tamayo
Periodista y escritor