No creo necesario extenderme sobre este wishful thinking o en lo que ha sido Oslo, aunque éste es el ejemplo perfecto y mejor acabado de que en momentos cruciales y definitorios los palestinos no han podido tomar una decisión por si mismos en favor de un compromiso político pragmático.
Según marchan las actuales negociaciones uno podría pensar que la Unión Europea y los EE.UU. concluyen en que una solución al conflicto < conflict resolution > de dos Estados para dos pueblos pereciera ser una táctica diseñada para destruir a Israel como estado confesional judío, ello en lugar de buscar gradualmente la paz en Oriente Medio a través de la correcta administración del conflicto < conflict management >. Aunque no deberíamos inclinarnos por pensar en esa opción como valida al ciento por ciento, pero tampoco descartar que “a mas de un demócrata de la UE no le desagradaría la idea de la primera opción”. Sin embargo, lo cierto es que la presión de una “solución de dos Estados” es precisamente con lo que el PM Netanyahu ha tropezado durante todo el 2009 desde su primera reunión en Washington con el Presidente Obama.
La administración estadounidense <recién ahora> parece entender que el avance del régimen iraní en su programa nuclear no solo constituye un gravísimo riesgo para Occidente e Israel, sino también para los países productores de petróleo del Golfo, pero parece no comprender que las amenazas a EE.UU. y sus regímenes árabes aliados animan a los musulmanes yihadistas en la región, o que Irán no es solo una amenaza existencial para Israel sino que configura la desestabilización de Irak, el financiamiento de Hezbollah y Hamas, y el mayor boicot a la paz regional. Los árabes lo saben, los israelíes también, pero la administración Obama y la UE parecen ignorarlo.
¿Realmente la administración estadounidense y la UE creerán que cuando un estado palestino se establezca en Gaza y Cisjordania, Siria dejará de transferir terroristas a Irak, armas iraníes al Líbano o que pondrá fin a sus lazos con Irán y Corea del Norte y dejara de entrometerse en los asuntos libaneses? ¿No seria más importante que ambos lados del Atlántico comenzaran por exigir desmantelar y bloquear los peligros de las capacidades nucleares de aquellos que financian y sostienen las infraestructuras terroristas en el Oriente Medio?
En otras palabras; la administración Obama y la Unión Europea se encuentran de cara a un momento trascendental donde urge tomar importantes decisiones, lo que no se puede ignorar es que en esas decisiones se debe tener claro que “el máximo que la comunidad internacional este dispuesta a ofrecer a Irán <y aun así mantener la estabilidad regional y avanzar genuinamente hacia la paz definitiva>” “es mucho menor que el mínimo que cualquier líder del régimen de los mullah´s pueda aceptar”. En dirección a esto ultimo, cabe preguntarse si el liderazgo Occidental se arriesgara a perder el tiempo al igual que en los últimos 4 años.
La respuesta no es sencilla en relación al liderazgo de lo que actualmente se conoce como el mundo libre. Lo que si es claro, es que: “si Occidente cree que puede cambiar positivamente el peligroso escenario regional sin sanciones que verdaderamente se cumplan”, “solo será un error más en la cadena de equivocaciones de una larga y fallida estrategia”, y a estas alturas, la mala noticia es que el reloj nuclear ya no les brindara margen de error.