-En tu regazo, hermosa Gaia, vi la luz del día…
Despertando al mundo de los sentidos y los colores.
-Paciente e ilusionada, me descubriste las primeras emociones del mundo,
….tu cuerpo…, las primeras risas y carcajadas…, así como los llantos y temores.
“Estamos experimentando la mayor ola de extinciones después de la desaparición de los dinosaurios. Cada hora, tres especies desaparecen. Cada día, más de 150 especies se pierden. Cada año, entre 18.000 y 55.000 especies se convierten en extintas»,
-En la adolescencia por fin hiciste brotar en mí la verdadera magia de la vida y de los frutos sagrados de tu vientre…
“la desertificación se cobra cada año 120.000 kilómetros cuadrados de árboles y afecta a más de 250 millones de personas. Cada año desaparecen 24.000 millones de toneladas de tierra fértil, según datos de la ONU”
-Y aún hoy, en mi recién inaugurada madurez, me donas de reflexión necesaria para redescubrir, cada día, otros matices, sonidos y olores, que por la vehemencia de los primeros años, no alcanzaba a descubrir…
-Sin embargo, te veo triste, te revuelves constantemente contra tus criaturas que tanto daño te infringen, no sin razón, por tu parte…
“cada año desaparecen 24.000 millones de toneladas de tierra fértil, lo que supone una importante pérdida de recursos naturales para un gran número de poblaciones que dependen de estos recursos para su subsistencia. Más de 110 países cuentan con tierras secas potencialmente amenazadas por la desertificación, principalmente en África, Asia y América Latina.
-Y ansío volver, ante tu sufrimiento de Madre, de nuevo, a tu seno, para que tras una nueva gestación y alumbramiento, nos crees más dignos de acariciar tu piel y contemplar tus ojos en las cristalinas aguas de tus venas…
“Cada año la pérdida de hielo afecta a más de 125.000 millones de toneladas.”
-Yo, que te escucho cada día hablar con el Padre Sol y tu amiga la Luna, susurrar tu dolor en busca de su consuelo, te pido perdón, porque somos hijos inconscientes que no aprecian el legado que nos dejas…
-Más, no si se clamarte, por una segunda oportunidad…
NOTA: En 1969, el investigador británico James Lovelock lanzó al mundo científico una desconcertante hipótesis: La tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat.