Se ha anulado grande y preocupantemente al ser humano; sus manos ya no crean nada salvo excepciones (en lo que hoy quieren que se denomine arte, mejor no hablar), su cerebro lo han embotado; en resumen los han convertido a la mayoría en autómatas. Ya no les basta mantenerlos como borregos, que es lo que han sido casi siempre; ahora pretenden convertirlos en autómatas, robot, o zombis.
Dejemos las minorías verdaderamente individuales, que piensan por sí mismos y por tanto son independientes al grado máximo que permite este mundo. El resto se mueven por “botones o palancas” que ni conocen, por estímulos estudiados al máximo para llevarlos a donde pretenden; y en definitiva, tratan de llevar a la realidad las novelas de “Orwell” y Huxley, con su Mundo Feliz… Pero aquellos, al menos alimentaban, vestían y daban cobijo, a sus “esclavos”; estos no; estos matan de hambre y por otros medios a enormes multitudes, que ni saben el por qué les llegan esas calamidades extremas.
Hoy no hay verdaderas élites, puesto que la élite siempre ha marcado escuela y ha mostrando caminos al resto de la masa, que ha ido avanzando precisamente siguiendo esas luces que “los que son dotados de inteligencia positiva” han marcado siempre, hoy no existen.
Tampoco hay verdaderos líderes en conducir a la humanidad; nadie brilla con esa fuerza que incita a la emulación… “como máximo se predica aquello tan pernicioso de… haced lo que yo os diga… no os fijéis en lo que yo haga, Dios proveerá”. En política ya lo estamos viendo; simples y vulgares bandas de mercenarios, ávidos de poder y dinero y que se unen en grupos para adueñarse de lo que produce el esfuerzo de los demás, dejándoles sólo las migajas.
En la enseñanza, han desparecido las verdaderas escuelas, a lo sumo se enseñan materias (nunca mejor dicho por lo material de la enseñanza) para que los que van a aprender, aprendan sólo lo que interesa al gran capital y sus producciones, siempre encaminadas a ganar más y a costa de lo que sea.
Algunos ya vaticinaron que aquello tan demagógico de “LA IGUALDAD”; era una igualdad proyectada a una mediocridad, pero yo ya veo que esa mediocridad es una calificación alta; hoy la mayoría ya están por bajo de lo mediocre… hace tiempo que se ha extendido la peor de las enfermedades que puede sufrir la humanidad y la que ya hace tiempo que yo la denomino… “panza y bolsillo”; no hay otros motores para el individuo salvo algunas minorías; que lo son tanto, que no influyen visiblemente en la marcha de la humanidad.
Las ciudades se van convirtiendo en inhabitables, puesto que lo pernicioso, lo degradante, lo que tenía que estar perseguido y bien controlado; es lo que poco a poco se va adueñando de ellas.
La gente cierra (cerramos) y atranca sus puertas y ventanas y como las gallinas, se refugian en sus hogares (aquel que aún lo tiene, puesto que los desarraigados cada vez abundan más) y como estas y otras aves; sólo salen cuando ya apunta el sol y la luz del día garantiza alguna seguridad; que en muchos casos ni eso, puesto que te atracan en plena calle o asaltan tu casa o bienes igualmente a plena luz del sol y casi todo queda en la impunidad. No se respeta ni cuida lo público, las basuras lo invaden todo.
Las denominadas “justicias” no funcionan, o por que no tienen medios; o por que ya son impotentes, “ante tantos derechos y tan pocas obligaciones”. Las cárceles están llenas a rebosar y nunca, nunca, nunca, en tiempos normales ha habido tanto presidiario o condenado, que al final son almacenados en lugares donde una mayoría no aprende otra cosa que a seguir haciendo el vago o a pervertirse aún más; para lo que cuentan hasta con la connivencia de algunos que en vez de vigilarlos, les facilitan todo tipo de drogas u otras cosas que no debieran ser permitidas.
La política no existe, puesto que la política y como he referido infinidad de veces, es… “el arte de gobernar bien a los pueblos” y a la vista está, lo que ha logrado esa falsa política, con la creación de una clase de irresponsables y que además están blindados por unas leyes que emplean a su capricho y que solo producen cada vez más podredumbre en forma de corrupciones ya incalificables.
Las masas, faltas de estímulos y de quienes les prediquen con el ejemplo, sólo buscan la comodidad, la paga segura y cueste lo que cueste; el premio de la lotería en cuantía que le libre de trabajar y cosas así. De los espectáculos, mejor no hablar.
Hay que reírse a mandíbula batiente cuando alguno de estos inútiles, emplee esas dos palabras tan enormemente prostituidas… “progreso y libertad”; pobre humanidad.
La gente simplemente va huyendo de su realidad… cada vez veo mas gente, con los mini altavoces pegados a ambos oídos y marchando como autómatas hacia donde sea, pero ya digo huyendo. El exceso de INTERNET, el exceso de esos diabólicos juegos electrónicos, que presentan mundos irreales, seres irreales, pero a los que se puede destruir, destrozar; o sea, verter en ese juego los peores instintos del ser humano, con lo que indudablemente se fomenta… etc. etc. Sí, reitero: POBRE HUMANIDAD.
Ya no es solo el tan manido analfabetismo, ya hay otro calificativo peor y hace tiempo que lo denominé… “analfabestialismo”; la decadencia ya es atroz.
Ahora es “eso que denominan Semana Santa” (que no lo es en absoluto)… mañana y de nuevo, “crucifican a Cristo y como cada año se hace o se conmemora”… A gran parte de la humanidad “la crucifican cada día”… ¡Feliz Semana Santa y que disfrute lo de siempre… la panza y el bolsillo! Amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí mucho más)