La indignación del individuo que trabaja y produce en un país (cualquier país) es ya indescriptible, por cuanto ve del saqueo que del fruto de su trabajo, buena administración y ahorro… hacen, “los buitres políticos”; que parasitando a la sociedad, por cuanto no saben administrarla, terminan por arruinarla y como ha ocurrido ya con la mayor parte de este mundo; parasitado por grupos que mediante presión, “tipo sanguijuela”… les extraen la sangre sin piedad alguna y pase lo que pase después… ellos, que han logrado la impunidad más denigrante, sobreviven y viven bien a costa de los demás, que indefensos totalmente no pueden hacer nada y a la vista está.
En Europa ha ocurrido ya en varios países (Irlanda, Grecia, Portugal, Islandia, España, Italia) y otros van en camino de ello, puesto que los primeros van arrastrando a los segundos, en un efecto dominó, que hasta ahora han podido contener, pero que la realidad de cuanto ocurre de “vaivenes” monetarios, nos lo pronostica para un antes o un después… Sólo en Islandia, han sentado en el banquillo a los culpables y van a ser juzgados como merecen, esperemos sea así y al menos marquen un ejemplo, esos mejor organizados islandeses, que quizá por su reducida población y aislamiento, han sabido unirse como verdaderos ciudadanos para defenderse conjuntamente.
Aquí en España (ya algunos la denominan “Españistán”) donde nací y vivo; no sabiendo ya como sacar dinero (al que lo tiene por que supo ganarlo y administrarlo bien), rescatan un incalificable… “impuesto sobre el patrimonio” (que es confiscatorio); que por resumir su significado, es algo así… “como si a usted que tiene dinero ahorrado, le meten mano unos ladrones y se lo llevan por las buenas”; puesto que este tipo de robos nada aporta a la sociedad, como tampoco este impuesto supone nada para la arruinada sociedad española; los culpables de ello debieran empezar por ellos mismos y pagar algo de lo mucho que se impusieron ellos mismos y que se lo llevan… “a cara de perro”; puesto que en asuntos de dinero para su panza y su bolsillo, nunca discutieron, fue para lo poco en que siempre estuvieron de acuerdo, puesto que se trataba de cobrar más y en eso participan todos y con sumo gusto.
Debieran (por ejemplo) de empezar por reducirse ellos (los que mandan y dicen administrar) mismos, una cuarta parte de sus salarios, empezando por el rey (y su casa) y terminando en el último de los concejales que cobra un salario.
Eliminar igualmente tantas prebendas como cobran, suprimir el infinito ejército de parásitos que metieron en el dinero público, los infinitos coches oficiales, las infinitas oficinas “tapadera”, que no sirven para otra cosa que para mantener parásitos; los ejércitos de “asesores” fantasma y que no asesoran nada pero sí que cobran y generalmente cobran salarios muy altos; eliminar igualmente las subvenciones parasitarias a ni se sabe cuantas organizaciones parásitas, empezando por los sindicatos obreros y empresariales… amén de ni se sabe cuantas ONGs de las que en “Españistán”, se publicó el que ya había casi 15.000; imaginando que la mayoría serían fundadas por miembros apostados cerca del dinero público, para las oportunas derivaciones.
Así crearían un ambiente responsable y que invitaría a la emulación.
Pero ¿qué van a sacar de ese nuevo impuesto? Nada… ni siquiera propaganda para sacar votos a los que ya los han votado bastante y que en mayoría los repudian, digan lo que digan (hoy) y hagan lo que hagan, su crédito ya está aún más bajo, que el de la propia nación que los mantuvo y aún los sigue manteniendo… y como ha dicho el máximo irresponsable (puesto que de responsable no tuvo nunca nada) el devastador Zapatero, el que ya con un pie en la calle… en el último discurso, suelta una metáfora, copiada a un escritor, en la que señala abiertamente… que se va a León, a disfrutar del gran chalé que le están construyendo, con piscina climatizada… y que allí sentado cómodamente en una hamaca… “irá contando las nubes que cruzan por su cielo”… trabajo distendido, con el que (se supone) querrá justificar, la enorme cantidad de dinero que mensualmente, le tendremos que pagar mientras viva y como retiro indigno o indignante para quien no ha sido otra cosa que… “el más destacado inútil* o parásito**, que ha generado España en los dos últimos siglos… o quizá más”.
Por otra parte ese impuesto confiscatorio ataca a una de las principales bases de un país que aspire a ser próspero, puesto que si se ataca al ahorro y la buena administración, se fomenta todo lo contrario, que es lo que estos inútiles han practicado durante muchísimos años y de ahí la devastación y la ruina actual… o sea, como para llevarlos a todos los culpables a la cárcel y obligarles a practicar “trabajos” en que aprendieran de verdad… “lo que cuesta ganarse el pan, el vestido, el techo y todo lo que necesita un ser humano para vivir medianamente bien… y que ellos no aprendieron y menos practicaron nunca”… ¿Y esto es justicia… esto democracia…? Mejor no decir lo que estoy pensando en este momento, dígalo usted que lee este artículo.
* inútil: Se aplica a la persona que hace mal una cosa que es fácil
** parásito: Persona que vive a costa ajena