Sociopolítica

IMPUESTOS DROGAS PROSTITUCIÁ“N

No es la primera vez que escribo sobre el tema, lo he hecho múltiples veces y tengo que reiterarme puesto que estoy plenamente convencido de lo que digo.

Hablemos claro y sin hipocresía, toquemos los temas que han hecho «intocables», los irresponsables que dicen gobernarnos. Hablemos con la máxima claridad o crudeza; no nos de miedo llegar al fondo de los sucísimos negocios de este planeta; puesto que quede claro que son negocios y enormes por el dinero que en ellos se mueve y que además no pagan impuestos, mientras a nosotros nos hacen pagar hasta por… veamos.

Nos hacen pagar impuestos desde por el agua que bebemos, hasta por los detritus que vertemos en las cloacas o vertederos de basuras… y no nos están cobrando ya por el oxígeno que respiramos, simplemente por que no pueden controlarlo; pero por una hipocresía generalizada (o cosas peores, puesto que la corrupción es inmensa) hay dos inmensos negocios que aún siguen libres de impuestos y que son la venta de drogas y la prostitución… ¿Por qué?

Si existen esos inmensos negocios y no hay forma de erradicarlos pese a los cuantiosísimos fondos públicos que se les dedica y la cantidad de hombres y material que hay que emplear… ¿Por qué no se legalizan y se les extrae los cuantiosísimos impuestos que pueden y deben aportar? Y no me vengan con monsergas o absurdos achaques, puesto que esos negocios están tan extendidos que donde hay hombres y mujeres, existen los mismos; y las drogas, se están vendiendo en cada rincón o en cada esquina de cualquier lugar habitado. Unamos a ello los perjuicios añadidos de la adulteración de las drogas y de la transmisión de enfermedades venéreas que conlleva, tanto la venta ilegal de drogas como la prostitución ilegal.

Escribo bajo mi óptica de España y donde se ha publicado que existen más de medio millón de prostitutas y en mi país proliferan tanto las drogas, que aparte del inmenso consumo (se dice que los españoles son los primeros en consumo de cocaína de todo el mundo) nacional, éste es «el almacén que suministra a toda Europa». Pero las drogas y la prostitución proliferan abundantemente por muchos otros países.

En cuanto a la prostitución, reciente está esos ya más que bochornosos hechos que son incalificables; y que han reproducido las televisiones, donde nada menos que en la «internacional» Barcelona; las putas y sus clientes, han aparecido realizando los actos sexuales, a plena luz del día y en medio de la calle… calle céntrica de la ciudad. Pero no sólo es en Cataluña, es que la proliferación de rameras y sus «chulos», está tan extendida por las calles de múltiples ciudades españolas, que es algo ya incalificable. Ello ha motivado hasta levantamientos vecinales para luchar ellos solos contra estas invasiones, puesto que las policías o son incapaces o es que no las dejan actuar.

Como estas inmoralidades (o amoralidades)  hay que controlarlas y luego tratar de erradicarlas mediante los medios de una formación y educación que hoy no existe; innegable es que hay que legislar y pronto sobre ello, por cuanto digo y que se puede ampliar mucho más; puesto que reitero… Existieron, existen y van a seguir existiendo y ¿cuánto nos cuesta el mantener todo ello al que pagamos impuestos?

Necesario pues, que estos negocios sean reglados y controlados… puesto que aparte del beneficio humano que reportarían, son fuente para ocupar a muchos técnicos y empleados oficiales, de los que estamos sobre cargados y que se pueden aplicar a este nuevo trabajo para el Estado.

No hablemos de la creación de puestos de trabajo que todo ello crearía y derivados de estas actividades; los que dejo a la imaginación de cada cual que los vea por sí mismo; pero piensen que desde el cultivo de los estupefacientes (hoy también ilegal y que ocupa a cientos o miles de policías su control) aunque indudablemente controlados por el Estado (que es el que tiene que controlar igualmente la venta legal de drogas)… hasta las instalaciones higiénicas que necesitan los burdeles para las prostitutas y prostitutos; amén del aparato sanitario para controles periódicos… todo ello conllevaría enormes inversiones y por tanto generarían millones de jornadas de trabajo, hasta y después de regulado todo.

Lo que es incalificable (por no decir idiota) es que no se controlen y regularicen estos inmensos negocios, cuando otros tan dañinos como el alcohol y el tabaco y quizá otros (el juego que tan pernicioso es y que explotan sin escrúpulo los gobiernos), gozan de plena legalidad… la hipocresía política y mundial es ya algo intolerable por lo absurdo, puesto que cuando no se puede erradicar una cosa (y estos negocios no se pueden y a la vista está) hay que reglarlos y explotarlos como lo que son, negocios materiales y que reitero, mueven inmensos capitales que no generan impuestos, mientras a nosotros nos cobran desde por… «el agua que bebemos hasta por la que luego orinamos».

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.