Recuerdo haber leído el que una de las grandes medidas que tomo el gobierno USA tras la gran recesión, fue mandar plantar millones y millones de árboles, repoblando grandes extensiones de aquella nación. Emplearon grandes cantidades de parados y no recuerdo si también emplearon a los presos, que en vez de tenerlos en las penitenciarías e inactivos, les hicieron trabajar en esos trabajos que no eran otra cosa que para enriquecer los bienes nacionales. Todo ello lógico por demás, puesto que «tener y mantener unos enormes recursos humanos sin aprovecharlos es absurdo» y más si pensamos en aquello bíblico de que… «ganarás el pan con el sudor de tu frente», lección vigente en todos los tiempos y que habría que empezar a enseñar en la escuela de parvularios.
En España («listos que somos») cada año se queman infinidad de hectáreas de lo que aún puede arder en esta ya esteparia nación y que se desertiza a gran velocidad, mientras los del gobierno «nos calientan la cabeza con eso del calentamiento climático y otras monsergas»; mientras los irresponsables políticos no se preocupan ni de conservar lo que nos va quedando de masa forestal, cuya conservación es elemental que se haga.
En España, se emplean cantidades fabulosas de dinero para pagar pagas estériles y que no repercuten en la creación de riqueza, cuando mucho de ese inmenso capital, si se supiera emplear bien, crearía riqueza y conservaría nuestro esencial medio de vida, cual es el que proporciona una naturaleza sana y bien cuidada, entre lo que destaca la constante creación y cuido de las masas forestales, riberas de ríos, playas, ramblas, evitando los daños que también realiza el agua cuando circula en avalanchas.
Parados en España, en este momento estamos entre los cuatro y los cinco millones y muchos de ellos podrían emplearse en todas estos trabajos y labores, en vez de entregarles pagas sin contraprestación alguna, cosa lógica por demás y que evitaría muchos chanchullos que todos sabemos existen; como el tan consabido «doble empleo», ya que muchos trabajan «cobrando el paro» y luego trabajando en un segundo y clandestino empleo.
Presos… En España ahora mismo pasan de setenta y seis mil (76.534)… vergonzosamente somos la nación con más condenados a prisión de las de toda Europa y en proporción a los habitantes. Tampoco a los presos se les saca partido alguno y estoy seguro que muchos de ellos, incluso verían como cierta liberación el realizar trabajos útiles para la sociedad. Lo que por otra parte no sería nada vejatorio, puesto que si los que no están en la cárcel por que no han delinquido, tienen que trabajar para ganarse su pan de cada día… ¿Por qué los presos no han de hacerlo y por obligación? ¿Alguien responde convincentemente ante esta lógica aplastante?
En este momento y en mi región (Andalucía)… «La población reclusa de Andalucía casi triplica la capacidad de las prisiones» (titulares de ABC 13-07-2009) diario que le dedica nada menos que dos páginas a tan preocupante y triste informe; puesto que estos presos están ya como «sardinas en lata» en algunas de las prisiones y todo ello crea un caldo de cultivo explosivo por demás. También en esta región hay nada menos que UN MILLÁN DE PARADOS y en alguna provincia (Jaén) los parados son ya el 25 % de la población activa… y todo ello (presos y parados) sigue creciendo.
En España y en este año, ya van quemadas el doble de hectáreas que en el pasado 2008 y aún estamos a dos meses de que lleguen las lluvias, por lo que es de temer que la devastación siga.
El ejército español, tiene una unidad de auxilio que algo hace, pero debido a la catástrofe nacional que comento, son en realidad «cuatro gatos» que queriendo que «sirvan para todo», apenas sirven para algo; por tanto y pensando en cantidades de miembros que andan por ahí… «o dándose barrigazos (como decíamos en la mili) o en el extranjero defendiendo intereses para otros», yo estimo que bastantes miles de soldados y pertrechos correspondientes, bien estaría el que fuesen preparados y adecuados para estas labores… que incluso pudieran ser, de vigilancia de destacamentos de presos en labores de campaña de cuidos y repoblaciones forestales, limpieza de bosques, riberas, ramblas, etc.
Y termino con aquella recomendación de Pablo a las primeras comunidades cristianas… ¡Que el que no trabaje que no coma!… así empezó el «gran imperio cristiano», que en gran medida ha olvidado la recomendación de… «su piedra angular».