Estas tres palabras que ya he publicado en algunos escritos, argumentándolas de forma lógica, ahora expertos nos dicen que son claves para competir en el mundo, y tienen totalmente razón, competir por bajos salario se hace imposible con 4.500 millones de personas que trabajarían por un plato de arroz.
Pero esta lógica parece ser que al Gobierno no le entra en su cabeza, posiblemente influenciado por una Europa que habla de bajar salarios para conseguir competitividad y una patronal ávida de beneficios que desarrolla su poder trasladando sus centros de producción a países del tercer mundo y creando ERE´s para despedir sus empleados de España y, si es posible, solicitando ayudas y subvenciones al Gobierno.
Pues bien, esta lógica del Gobierno nos lleva a que España esté a la cabeza de Europa en la reducción de salarios, mientras que las altas cotizaciones sociales los elevan al 26,6%, frente al 23,7% de la UE, lo que encarece bastante los costes salariales; mientras que los trabajadores pierden enormemente poder adquisitivo y, como es lógico, si la población española se va empobreciendo, se paraliza la economía, principalmente la pequeña y mediana empresa
Así pues nos encontramos con que desde que se puso en marcha la reforma laboral, los trabajadores han visto disminuir sus sueldos de un 10%, y una disminución de la contratación indefinida en favor de mayor precariedad laboral. Los contratos a tiempo parciales han, pasando del 8,1% al 16,6%.
Esta es la Europa que tenemos y el Gobierno desea que votemos su continuidad.
