“Curiosity” y algo más es lo que sienten los españoles en torno a la trama de espionaje y otros menesteres de la llamada consultora en Seguridad e Inteligencia “Interligare”, también conocida como “Intertrincare”, por aquello de ofrecer algún servicio más, consistente en un nuevo método de “meter la mano en el cajón público”. Todos sabemos que cuando los espionajes no están autorizados por un juez, ser convierten en un delito, propios de dictaduras y otros países en los cuales andamos cortitos de escrúpulos.
La irrefrenable voracidad de algunos de nuestros políticos, con tal de mantenerse en el poder y todo lo que representa, caen en la tentación, cada vez con más frecuencia, de lucrarse con el dinero de nuestros impuestos, creando las más complejas estrategias para apropiarse de lo ajeno. Con independencia de quienes sean los responsables, la sociedad demanda y con toda la razón una investigación judicial y parlamentaria sobre todo lo ocurrido. Seguimos coleccionando escándalos con una facilidad pasmosa, con lo cual nuestro caché como país instalado en la corrupción, sube enteros en la misma proporción que la odiosa prima de riesgo, prueba evidente de ello es que, encuesta tras encuesta, sigue apareciendo la clase política en tercer lugar dentro del ranking de preocupación de los ciudadanos, tras el paro y la situación económica.
Según parece y hasta la fecha, esta oscura consultora, a través de información de la Policía Judicial, recibió contratos amañados del Ministerio de Interior por valor de 2,4 millones de euros, aunque según otras fuentes de investigación, posiblemente dicha cantidad sea muy superior. Todo un montaje de los que antiguamente se definían como un mirlo blanco, más bien tirando a rojo actualmente…
La izquierda, representada por Rubalcaba, especialista es pesquisas, seguimientos y truculencias, desde siempre está convencida de que la información proporciona poder; el problema radica en la forma de conseguirla y a través de que medios. En el PSOE, algunos de sus dirigentes se consideran seres incompletos y por eso les encanta espiar a la derecha para solucionar esa parte que les falta. Por ejemplo, en la forma de vestir, hay algunos que por lo menos han aprendido que haciéndolo de forma discreta y sin utilizar colores llamativos, logran pasar desapercibidos, lo que constituye un triunfo, mientras que otros todavía no saben combinar los colores de camisa y corbata. El motivo de utilizar un ejemplo tan gráfico es por elemental delicadeza y no herir susceptibilidades.
El Secretario General de los socialitas, Pérez Rubalcaba, responsable o no de esta nueva historia, tiene la virtud o el defecto de meterse en todos los charcos. En este caso y a pesar de la machacona insistencia de los periodistas, ha optado por el “no comment” para salir del paso, si bien, tarde o temprano, tendrá que dar la cara compelido no solo por el PP, sino también por las restantes fuerzas políticas como UPyD, que intentará sacar tajada e IU más suavemente. En el sondeo efectuado por el diario EL MUNDO, el 91% de los encuestados, 16.398 votos, de los 18.087 que contestaron, manifestaron que Interligare espió la sede central del PP en Génova. Que Industria pague 140.000 euros a esta extraña empresa por un informe ficticio resulta una repugnante estafa, pero que encima sea titulado con el pomposo nombre de “Modelo de alerta temprana matemático-estadístico contra la violencia de género”, es tomar a los españoles por gilipollas. Ya tenemos culebrón de verano, y como dicen algunos, en agosto nos pasa de todo….