La sentencia dictada por el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma condenando a 6 años de cárcel al expresidente del Gobierno Balear y exministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, debe haber supuesto un serio golpe para el estilo y la forma de gobernar de Mariano Rajoy, pues no olvidemos que el presidente del Gobierno dijo en cierta ocasión que él quería para España un gobierno como el de Matas en Baleares.
Esta sentencia va a suponer que Rajoy tendrá que planificar de nuevo todo lo relacionado con su programa de gobierno, pues no creo que se siga rigiendo por un modelo que ha acabado en la cárcel con aquel que lo puso en práctica. No soy yo quien para hacerlo, pero, pecando de osado o de impertinente, me permito aconsejarle al señor Rajoy que cambie de inmediato no vaya a acabar como el que fue su santo y seña, es decir como Jaume Matas.
Lo mismo dijo refiriéndose a Camps, también era un ejemplo a imitar a la hora de gobernar. Camps ha tenido más suerte, de momento, que Matas, el veredicto de un juzgado popular le libró, por un escaso margen de votos, de ser condenado, pero que nadie asegure que el caso de los trajes se ha acabado. Tenemos ahí el hecho de que el yerno del joyero Tous, recuerde el caso Tous, fue absuelto por un jurado popular por considerar este jurado que el yerno del joyero mató a uno de los asaltante en legítima defensa, pero ahora resulta que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha considerado que el jurado sufrió un error y quiere repetir el juicio contando igualmente con otro jurado popular.
Así andan los “modelos” de Rajoy, uno, Jaume Matas, camino de la cárcel y otro, Camps, podríamos decir que se halla en una especie de limbo jurídico. Yo creo que en adelante Rajoy, visto lo que hay, será más cauto a la hora de mostrar sus gustos y preferencias, porque lo ha hecho en dos ocasiones y le han salido a la cara. A Rajoy, le ha ocurrido lo que a Cantinflas que cuando alguien le dijo, en una de sus películas, que fuera honrado y valiente y que había que dar la cara, el célebre cómico le respondió, que no, que una vez que la dio se la rompieron.