EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Es de admirar la facilidad con la que los gerifaltes del Partido Popular le pegan la vuelta a las cosas. Como si de volver del revés la manga de una chaqueta se tratara la gente del PP no tiene el menor empacho en adjudicar a sus adversarios políticos las cosas que ellos han hecho mal y cuando más bien lo que debieran hacer es ocultarlas y dejarlas que se olviden, lo que hacen es resucitarlas, creyendo que los ciudadanos no tienen memoria, e intentar adjudicárselas a los demás. Es la práctica del “yo no he sido, ha sido este”.
Tenemos el caso reciente de las acusaciones de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, poniendo en duda la legitimidad y legalidad del patrimonio del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono y de su familia, acusándole muy a las claras, a buen entendedor con pocas palabras basta, de que ese patrimonio lo había conseguido de forma ilícita. Entre otras cosas, y recuerdo lo dicho anteriormente sobre la manga de la chaqueta, Cospedal ha acusado a Bono de haber favorecido, en su época de presidente de Castilla-La Mancha, al constructor Francisco Hernando, “el Pocero” en la urbanización que este levantó en Seseña, olvidándose de que a este constructor le fue concedida, siendo Zaplana ministro de Trabajo, la Medalla al Mérito en el Trabajo, añadiéndosele a esto que la Fiscalía considero correcta en 2008 la actuación del Gobierno castellano-manchego en todo lo relacionado con dicha urbanización. Todo esto está en las hemerotecas y más de un periódico se ha encargado de recordarlo.
Como es lógico y normal José Bono, se ha defendido de tan indignas acusaciones, indignas aunque dignas del personaje que las ha formulado, y ha dado las explicaciones pertinentes y como es natural ha hecho alusión directa a la persona que ha propagado estos infundios. Pues bien, a Bono le ha replicado la acusadora y le ha dicho que se lleve cuidado con lo que dice ya que puede verse, Bono, con una querella en su contra. O sea que aquí Cospedal ha echado mano de ese refrán que dice: “Cuando gano vengan bollos y cuando pierdo es que me roban”. Y es que estos de la derecha aún no se han acostumbrado a que en democracia se puede aplicar la norma del “toma y daca”. No son los tiempos de la dictadura franquista que ellos tanto añoran. La época en la que la gente honrada se podía ver jodida y apaleada, sin tener derecho a replicar y defenderse.