Stuart Mill fue un filósofo, político y economista inglés representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo.
La libertad social, según Mill, consistía en poner límites al poder del gobernante, de tal forma que no fuese capaz de utilizar su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran conllevar perjuicio o daño para la sociedad… lo que denominó como la “tiranía de la mayoría”.
Siendo utilitarista, sostiene que uno debe actuar siempre con el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas, dentro de lo razonable.
Quizá su más clara ruptura con la ortodoxia de la economía clásica fue en la cuestión del Papel Económico del Estado. Subrayó la importancia económica “civilizadora” del Estado como propulsor de mejoras en los servicios educativos, sociales y culturales…
Y una importante función estabilizadora, siendo bueno que el Estado recogiera, por medio de los impuestos, una parte creciente de los fondos invertibles y la utilizara para financiar proyectos socialmente beneficiosos.
John Stuart Mill no veía un Estado dictatorial en su versión del socialismo: pensaba más en Instituciones Cooperativas Voluntarias y de Coparticipación entre el Capital y el Trabajo…
Mucho antes que el New Deal de Roosevelt y la Teoría General de Keynes ya estaban escritas sus ideas…