Es ya inconcebible o inaudito, el ver y comprobar “las tragaderas” que tiene la clase más desprestigiada de las de toda España y que según las encuestas son las de los políticos (impolíticos para mí puesto que la política es el arte de gobernar bien a los pueblos) y por cuanto las corrupciones, los abusos de poder, las impunidades y todo ello a cara de perro… o por “bemoles”, por dulcificar algo el nombre del testículo humano; en asuntos de gobierno, están quedando infinitamente mucho peor, de tanto como han criticado a los gobiernos de Franco; donde los viejos ya sabemos, “lo del motorista y el cese inmediato del que se salía un poco del orden establecido”. Aquí no hay orden ni concierto, salvo el tápame tú que yo te taparé a ti.
Y aún cuando esto que hoy, “globalizo”; llega a todos o casi todos los grupos que han tocado poder (el poder se limita a controlar el dinero público y hacer con él lo que mejor le venga en gana al controlador) y para señalar a otros, simplemente recordar otro caso latente, en la “muy digna y nacional Cataluña que de nuevo se levanta indignada por los recortes constitucionales a un estatuto que casi les deba la independencia total”… leamos la prensa del mes de junio y veremos, “la pringue” tan enorme que salió y sigue saliendo del Palacio de la Música en Barcelona, y donde ya los robos cuasi manifiestos o a cara de perro, las comisiones derivadas a partidos “muy honorables”, etc; hacen ver que en toda España hay corrupción que desborda ya todas las fronteras.
Pero vuelvo al escandaloso asunto de José Bono y que nada menos es, el actual Presidente del Parlamento Español; lo que lo sitúa en la segunda o tercera “autoridad” de una nación denominada España y que se constituyó así, hace ya medio milenio, reinando los reyes católicos, que también nos legaron el idioma español e internacional.
Este individuo está ya tan desprestigiado, que lo inaudito es el comprobar que ni dimite ni lo dimiten; y con más cara que pelo (del que se ha hecho trasplantar un muy abundante bosque capilar, puesto que se estaba quedando calvo) aguanta lo que le echen y sigue apoltronado, queriendo dirigir algo que ya no entra en cabeza humana (con pelo o sin pelo) y que en ésta habite un mínimo de caletre deductivo para separar lo que está bien, lo que está mal; y lo que ya es un escándalo nacional e internacional.
Pues no es sólo la gran fortuna (de difícil justificación) que se la ha averiguado a este individuo aquí en España (podemos imaginar que tenga vete a saber cuanto oculto en alguno o algunos de los paraísos fiscales); es la conducta abusiva en diferentes órdenes y que sigue apareciendo en informaciones casi a diario. Veamos:
“El centro hípico que montó la familia Bono-Rodríguez en 2001 cuenta en la actualidad con seis trabajadores. Cinco de ellos, según el diario La Gaceta, son ilegales. inicialmente, sólo un empleado aparecía como «sin papeles«. Por este motivo, hace dos semanas tuvo que declarar como imputado ante la Policía Ramón Navas Barchino, encargado de Hípica Almenara. Levantada en 2001, las gestiones ante el Ayuntamiento de Toledo para obtener la licencia de obra fueron hechas por una de las dos secretarias oficiales de José Bono en la Junta de Castilla-La Mancha, hoy nombrada por él asesora de Presidencia del Congreso. Parte de esas obras se hicieron al margen de la licencia municipal otorgada por el ayuntamiento”. (Periodista Digital 28-06-2010)
O sea que este individuo (aunque sea alguien de su familia el titular: pero es él el controlador de todo, se supone y por lógica aplastante), según estas noticias, tiene a su cargo cinco delitos, muy perseguidos en España, por cuanto es la ilegalidad o clandestinidad de mano de obra. Tiene igualmente el otro delito, por emplear a una empleada pública en trabajos sobre sus intereses particulares, con el agravante de que luego la ha compensado y a costa igualmente del dinero público, como “asesora de Presidencia del Congreso” (para lo que se necesita una cara más dura que el más duro material conocido hasta la fecha) y además y según la noticia; también infringe las leyes municipales construyendo sin licencia ni control; o sea todo un historial delictivo.
Bueno pues a pesar de todo esto y mucho más que hay publicado en prensa; este individuo y sometidos todos estos hechos a la fiscalización de los elementos oportunos de ese “congresillo de diputados” (¿O debemos mantener lo de Congreso?) estos diputados (o lo que sean) han declarado que no ha lugar a investigar al presidente y han devuelto los papeles a aquel o aquellos que han denunciado tanta tropelía.
¿Qué respeto van a merecer las instituciones españolas de cara al indefenso súbdito español y no digamos de cara a los foros internacionales? Ninguno, esto ya es peor que las tan criticadas “repúblicas bananeras”; esto es ya “una merienda de negros”. ¿Merecerá la pena seguir votando… y si la merece a quién o quienes? Terrible pregunta con la que termino hoy.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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