¿Cuántos como éste?

Como a lo largo de los últimos años, he escrito diferentes artículos “atacando” a la congelada juventud española (también del resto del mundo, dicen que desarrollado); hoy me convierto en portavoz del grito desgarrado, que un joven español, lanza al mundo de habla española, a través de la revista más leída de las de toda España; puesto que me ha impresionado su lectura, que aunque resumida por la publicación, dice mucho… y el resto se adivina… ¿puesto que… quién no fue joven y tuvo ilusiones, de hacer cosas, labrarse por sí mismo un porvenir, tener familia y trabajar duro para dejar lo máximo positivo en este pobre mundo?

Con la mente, me traslado 52 años atrás y me sitúo en aquel joven que yo también fui y que con todos los vientos en contra; tuvo el valor de caminar, seguir caminando… y aún hoy a mi ya muchos años… sigo caminando, sintiendo la rabia que en aquel tiempo tuve y que la veo (y me veo) reflejada en este escrito que les copio literalmente; pero con pocas esperanzas de que los que dicen gobernar, sepan gobernar para los jóvenes, como estos necesitan; y no haciéndoles propaganda de que la vida es fácil y que en el botellón, la fornicación, el veneno deportivo o el de los ídolos de masas, van a encontrar nada que no sea frustración.

“HARTO: Estoy harto. Y mucho. Tengo 21 años y me doy cuenta de que esto es insostenible. La cantidad de ‘profesionales’ que han hecho las cosas mal. El Gobierno del país donde resido debe millones de euros al resto del mundo; el Gobierno de mi región autónoma, más de lo mismo; por no hablar del Ayuntamiento de mi ciudad, uno de los más endeudados de España. Mi universidad ha sido catalogada ‘en situación límite’ por el propio rector. ¿Nadie vio el peligro de gastar más de lo que se tenía? Y ahora, ¿qué? Sólo sé que todas estas incompetencias las tendremos que pagar los jóvenes de hoy y posiblemente nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Pero los jóvenes, en general, no estamos concienciados, seguimos buscando el placer por encima de todo”: Gabriel García Llorente. Zaragoza (Revista XLSemanal – Marzo 2011)

Este es el fruto de la enorme decadencia que una serie de malos gobernantes, ha traído a la españa actual; los que al grito de que… “tenéis derechos, muchos derechos, podéis hacer lo que os de la gana; desde emborracharos como bestias, pasando por consumir drogas (dicen que esta españa es la mayor consumidora de drogas de toda Europa… “y parte del extranjero”); fornicar hasta al aire libre y bajo el sol o la luna… y para lo que os vamos a facilitar todo tipo de enseñanzas, condones incluidos; y si dejáis preñada a alguna ilusa… no os preocupéis que os facilitaremos los medios para que ello sea eliminado por la vía rápida… la vida es gozo, disfrute, vivir la vida (¿recuerda alguien a aquel profesor universitario que se llamó Enrique Tierno Galván, gritando el grito de incitación al placer, con la arenga de… ¡¡¡Colocaos!!!). ¿y aquel individuo fue un intelectual? El grito reseñado lo degrada como tal.

Nadie les habló de que la vida lógica y normal, está llena de obligaciones y que por lógica, son antes que los derechos; puesto que en una vida honrada y útil, todo hay que ganarlo con esfuerzo, trabajo, pensando y meditando cual es o será el mejor camino para llegar a un destino constructivo… no el que al final del mismo se llega, hecho una piltrafa despreciada por el mismo individuo que así llega a ese lugar ya sin retorno.

No… nadie les habló, o al menos no se les habló a las multitudes que ya hay de desorientados (o cosas peores) en esta españa (que sigo escribiéndola con minúsculas) de irresponsables, canallas, mercenarios, piratas, gentes sin escrúpulos, capaces de vender “lo que sea” a cambio de dinero; y los que han llenado de tal tipo de lodo y fango hediondo al país, que dudo que se pueda desinfectar en varias décadas, puesto que aún ni se ha empezado; ni se ven siquiera visos de que quieran iniciar ello.

Llenaron españa de “universidades” (de risa, o como para mondarse de risa) que empezaron a tirar títulos, como si fueran estampitas (que en mayoría lo son) y con ello aparte de enchufar en las mismas, a pseudo profesores (¡profesores de qué!) que instauraron la endogamia más perniciosa; engañaron a los padres de las criaturas, les sacaron el dinero miserablemente; entreteniendo de paso a esa juventud, que ha estado y sigue estando en una especie de invernadero maldito del que ni los sacan ni ellos saben ya como salir… ¿pero qué tipo de universidades crearon? Mas bien, “escuelas de gamberros y sucios individuos, que ni hacen ni dejan”; es de incalificable bochorno, ver los exteriores de esas universidades, que más bien parecen zahúrdas de salvajes hotentotes (con perdón para los que por la fuerza del destino viven o vivieron como tales, puesto que no tenían otra opción) y cuyas pobrísimas enseñanzas, lo demuestran los análisis internacionales y que valoran a las universidades del mundo… donde casi todas las españolas están ausentes de las calificaciones medianamente dignas.

Mientras “las tropas mercenarias de la sucia política española”, siguen en sus luchas en contra del contrario o incluso intestinas… ¿buscando qué? Simplemente lo que yo resumo hace ya años con dos simples palabras… “panza y bolsillo”.

¿Los padres de las criaturas? Salvo excepciones, fueron igualmente y miserablemente engañados como bobos; ello unido al pernicioso orgullo celtíbero, trajo todo lo demás; y así estamos, o sea como entonces o peor, cuando se escribieron aquellas durísimas palabras que hoy siguen teniendo el vigor y la fuerza de entonces… ¡Aquí yace media españa murió de la otra media! (Larra) ¡¡ Dios mío… Qué maldición hay inoculada en esta pobre y desgraciada españa, que nunca aprende de sus infinitos descalabros!!

Antonio García Fuentes

(Escritor y filósofo)