Paul Krugman tiene claro que la consecuencia verdaderamente desastrosa de la Crisis Griega ha sido el modo en que se ha distorsionado la política económica a partir de unas conclusiones erróneas…
“De repente debíamos estar obsesionados con los déficits presupuestarios, aunque el precio de los préstamos estuviese más bajo que nunca, y con los recortes drásticos del gasto público aunque hubiese un paro enorme”.
Gran Bretaña y Estados Unidos, a pesar de exponer la situación de Grecia como ejemplo a evitar, adquieren los préstamos en sus propias monedas, lo que no tiene nada que ver… ¿el Euro ha sido la causa de la debacle?
Porque no son únicamente los griegos. La Liga Norte italiana y el Frente Nacional francés hacen un frente común en su campaña contra el euro y la inmigración.
“¿Qué hará Alemania si Francia se sale del Euro? El Euro dejará de existir en el mismo momento en que Francia lo deje. Y esa es nuestra fuerza increíble”, declaró Marine Le Pen. “Voy a negociar todos los puntos y si el resultado no es suficiente, nos retiraremos del Euro”.
En España estamos, también, siendo azotados por el paro y los recortes marianos…y PODEMOS significaría, evidentemente, un cambio:
“¿Qué debería hacer una fuerza política democrática que ganara unas elecciones en el Sur de Europa? Yo no tengo dudas. Debería retomar el control de la política monetaria, saliendo del euro e inmediatamente devaluar”.
Razón no les falta. Si todavía España tuviera la peseta (pero dentro de la UE como Inglaterra con la libra esterlina, Suecia con la corona sueca y Dinamarca con la corona danesa) se podrían haber controlado los tipos de interés adecuadamente, se podría haber actuado sobre los tipos de cambio para favorecer nuestras exportaciones junto al incremento del turismo y, sobre todo, habríamos evitado este dramático nivel de paro.
¿Podemos salir del Euro?¿Podemos acabar con los recortes? ¿Podemos ser Keynesianos?
Keynes lo dijo claramente: «Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo».
Y muchos expertos economistas tertulianos, que critican todo…, no deben olvidar la frase de Galbraith: “hay dos clases de economistas, los que no saben nada y los que no saben ni eso”.
