La acción de juzgar, tema muy usado en mi trabajo, muchas veces mal, otras, confundido con un consejo. Aquí interviene la famosa ‘empatía’, tan nombrada, tan mal comprendida, sobre todo a la hora de llevarla a cabo y, cómo no, el saber escuchar sin prejuzgar.
Son tan troncales estas cosas que, si las quitamos de en medio, nuestro trabajo es imposible llevarlo adelante.
Este mundo, mundo donde nos bombardean con noticias continuamente, siempre, sin una neutralidad que deje espacio al pensamiento… No, todo lo contrario, nos llevan de un lado a otro, forjándonos opiniones, juicios anticipados de las cosas, creando seres humanos sin opinión propia, y cuando digo opinión me refiero a tu opinión personal sobre la vida, sus vaivenes, sus bajezas, sus virtudes, en fin, sobre lo que te rodea y te importa… Solemos empequeñecernos cuando opina alguien que consideramos culturalmente más preparado que nosotros, tal vez es que uno no se exprese bien y el otro sí, pero eso no tiene por qué condicionarnos, y darle la razón es un gran error.
Tenemos una lección que muchos no han aprendido, y es a ser ellos mismos, se equivoquen o no. ¡Qué más da! Es lo más bello y natural.
No juzgues, observa, reflexiona, detrás de un acto hay una serie de motivaciones, y no somos nadie para juzgar si alguien va por un camino erróneo, acompañémosle en un nuevo caminar, ayudándolo a cambiar su vida, pero no le juzgues, ni te erijas juez, ni sabio, por el simple hecho de la experiencia; al contrario, esa experiencia te tiene que haber enseñado el valor de la humildad, el valor del saber escuchar, sin de antemano tener ideas preconcebidas. Imponer, llevado a los extremos en la historia de la humanidad, a lo único que ha llevado es a profundas injusticias entre nosotros mismos.
Valora, escucha, reflexiona, no le juzgues, ni le impongas. Se pueden decir las cosas de forma que tanto el interesado como uno mismo, podamos comprendernos y empezar una labor.
Demasiadas críticas, juicios previos, opiniones infundadas, envenenan esta sociedad ya de por si inclinada a la mentira y a las medias verdades.
No nos podemos dejar alienar. Tenemos personalidad. Usa la tuya propia con inteligencia, que ya hay demasiada violencia a causa de no tener pensamientos propios, sino inculcados por otros, por gente que manipula.