Un equipo internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones CientÃficas (CSIC) acaba de publicar un estudio prospectivo que revela que la acuicultura marina resultará fundamental para alimentar a los 9.200 millones de habitantes que se espera que haya en el planeta sobre el año 2050. Según el grupo de expertos, en el que han participado universidades europeas e investigadores de la FAO, la acuicultura marina podrÃa crecer de 34 millones de toneladas actuales hasta 600 millones de toneladas para mediados de siglo, y suplir asà las carencias de la agricultura y la ganaderÃa, dadas las limitaciones en la disponibilidad de agua y terreno fértil.
De acuerdo con el trabajo que acaba de publicar la revista Bioscience, las capturas en las pesquerÃas sólo serÃan sostenibles a largo plazo si se abandonan prácticas como la producción de harina de pescado (con la que se alimenta a aves, peces, ganado porcino, vacuno y ovino) o la pesca de grandes depredadores, al tiempo que se incrementan “notablemente†las áreas protegidas como reservas marinas. El modelo actual de pesquerÃas no es sostenible y a largo plazo provocarÃa el agotamiento de la pesca.
Frente a la agricultura y la ganaderÃa, la acuicultura marina no consume enormes cantidades de agua dulce. Si bien los productos cárnicos representan tan sólo el 3,5% del total de alimentos, su producción requiere el 45% de la demanda de agua por la agricultura. Para Núria Marbà , investigadora del CSIC y una de las responsables del proyecto: “La mayor ventaja de la acuicultura marina es que la producción de proteÃna animal en el mar no consume apenas agua dulce, mientras que la ganaderÃa realiza un uso mucho más intensivo del agua en tierra. La producción de alimento total se podrÃa maximizar si la producción de proteÃna animal se llevase a cabo principalmente mediante la acuicultura marina, lo que permitirÃa duplicar la producción de productos agrÃcolas con la misma cantidad de agua utilizada en la actualidad en este sectorâ€.
El investigador del CSIC lÃder del proyecto, Carlos Duarte, avanza: “Alimentar a 9.200 millones de personas con una dieta saludable es un desafÃo de proporciones colosales que sólo se podrá afrontar con éxito integrando la producción de alimento en tierra y en el océano. Realizar esta integración de forma inteligente requiere planificación y su regulación no se puede dejar a un mercado cuyo funcionamiento está afectado por subsidios. Estos cambios requieren de liderazgo polÃtico y social, informado por el mejor conocimiento cientÃfico disponibleâ€
La acuicultura es asimismo el sector de producción de alimento que crece más rápido, con un aumento del 7,4% anual, y que más se diversifica en número de especies, con un 3% anual de nuevas especies domesticadas. “La expansión de la acuicultura podrÃa constituir la siguiente revolución en la alimentación humanaâ€, añade Duarte.
DesafÃos hacia una acuicultura sostenible
El crecimiento sostenible de la acuicultura en un futuro pasa, según los investigadores, por afrontar varios desafÃos. Para empezar, habrÃa que cerrar el ciclo de producción, eliminando la dependencia, por un lado, de las pesquerÃas, a través de las harinas de pescado y, por otro, de la agricultura, con la proteÃna de soja utilizada en algunos piensos.
Para mejorar la calidad de las aguas y su oxigenación, este equipo cientÃfico aconseja incrementar notablemente la producción de algas marinas, para su uso en piensos, alimentación humana o biocombustibles, lo que puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las granjas de algas, asà como las de bivalvos y otros filtradores, mejoran la calidad del agua y tienen un efecto positivo para el ecosistema.
El estudio también señala que para minimizar el impacto ecológico de la acuicultura marina se pueden desarrollar policultivos o combinación de distintas especies para reducir la cantidad de deshechos. Esto es: la granja de peces se acompañarÃa de jaulas de peces detritÃvoros sobre el sedimento, que se alimentan del material que se deposita allá; la granja estarÃa rodeada de un cinturón de cultivos de moluscos filtradores que limpian el agua de partÃculas, y éste a su vez de un cinturón de algas que absorbe los nutrientes (nitrato, fosfato, etc.) que emite la granja.
“La acuicultura marina tiene la capacidad de convertirse en una fuerza positiva en el medio ambiente, mediante la mejorÃa de la calidad de las aguas y su oxigenación, a través del cultivo masivo de macroalgas, lo que puede también contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de su potencial como biocombustible; y con programas de recuperación, mediante la suelta de alevines, de especies en peligro o amenazadas; asà como con la mejora de la salud humana a través de los beneficios de una dieta equilibrada rica en componentes de origen marinoâ€, resume Marbà .
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Referencia bibliográfica:
Carlos M Duarte, Marianne Holmer, Yngvar Olsen, Doris Soto, Núria Marbà , Joana Guiu, Kenny Black, Ioannis Karakassis. 2009. «Will the oceans help feed humanity?», Bioscience, 59 (11): 967-976.