Economía

La banca siempre gana

Más de 350.000 familias en España se han quedado sin hogar por no poder pagar su hipoteca desde que comenzó la crisis. Más de 10.000, lo hicieron en el último trimestre del año 2011, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las perspectivas no muestran una futura mejora de la situación. Estudios recientes advierten que más de medio millón de familias perderán su casa entre 2012 y 2015. El drama de los desahucios en España, y en otros muchos otros lugares del mundo donde no existe la dación en pago, no concluye con perder la casa por no poderla pagar. Ese es el principio. Aún, esa familia tendrá que seguir pagando al banco. La entidad bancaria se queda con la vivienda por un 60% del valor inicial, así resta pagar el 40%. Si el banco no vende la casa en la subasta ni por el 100% ni por el 75%, puede volver a hacerlo por el precio que más convenga, que puede llegar a ser, incluso, de uno o dos euros. En ese caso, la familia no sólo se habrá quedado sin vivienda, tendrá, además, la totalidad de la deuda por pagar. Algo irónico cuando seguro que ya ha pagado una parte de esa vivienda.

A pesar de todo, la tasa de morosidad de las familias españolas sigue siendo muy baja. No supera el 3%. Mientras, los índices de impago de inmobiliarias y constructoras son del 18,7% y el 16%, respectivamente. En el último trimestre de 2011, ambos sectores tenían una deuda de más de 37.000 millones de euros, tres veces más que la deuda de todas las familias españolas, según los datos del Banco de España. Para ellos, el trato es distinto. Si no pueden pagar los préstamos bancarios, las entidades buscan fórmulas y flexibilizan los pagos y si, finalmente, es imposible, las empresas pagan al banco con sus inmuebles. Algo imposible en el caso de las familias. ¿Por qué no reciben el mismo trato?

Todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, dice la Constitución. Pero cada vez nos alejamos más de conseguirlo. Tan sólo en Madrid se ejecutan una media de 60 desahucios cada día. Y se traduce en que cientos de familias quedan arruinadas. Dicen que es que “han vivido por encima de posibilidades”, pero la realidad es que durante los años de bonanza el dinero se conseguía fácil. Los comerciales de las entidades bancarias salían a buscar clientes ofreciendo dinero barato y sencillo. ¿Que querías comprar una casa por 250.000 euros? Sin problema ellos te daban hasta 350.000 y así la amueblabas y te comprabas un coche nuevo, ¡qué para eso te pasabas todo el día trabajando! El negocio de los bancos es prestar dinero y ganar con los intereses. Pero hubo un pequeño fallo de cálculo. No cuidaron bien su negocio… aunque la banca no ha ido a la quiebra. Los gobiernos de todo el mundo han salido a su rescate. Y ¿quién rescata a aquellos que han perdido su empleo y no pueden hacer frente a sus pagos?

Los gobiernos y la clase política son los representantes de los ciudadanos. Sin embargo, eso ocurre cada vez menos si observamos lo que nos rodea. Detrás de los números y las estadísticas, nos encontramos con el sufrimiento de miles de familias que se ven en la calle, sin dinero, sin trabajo, con hijos a los que mantener… Familias cuya vida se rompe por culpa de una crisis que no han provocado y con un futuro incierto por delante.

Ana Muñoz Álvarez

Periodista

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.