Escribo esto el diecinueve de enero… o sea, en esos dÃas terribles en que se desenvuelve (si es que aún ha empezado a desenvolverse) ese nuevo y terrible drama, cual es un terremoto producido en la capital de Haità y en un área de unas docenas de kilómetros a su alrededor y que ha terminado por dejar todo tan devastado, que hasta esa masa de desgraciados ha quedado sin gobierno y por tanto se están produciendo todos los horrores imaginables e inimaginables. También y afortunadamente los ejemplos abnegados de verdadero humanismo, pero que pese a ello no palia los otros.
Los miserables polÃticos del exterior, llegan como en el caso de Francia a cuestionar el intento de ocupación o de control que tratan de hacer los norteamericanos, sobre la base de un ejército organizado y preparado para ello, puesto que dentro de los horrores y calamidades… ¿alguien conoce otro sistema más eficiente y rápido y dentro de todos los obstáculos naturales con que han encontrado? Yo creo que no existe otro.
Las estampas que nos han servido los informativos, son como para cerrar las pantallas y no querer ves más, puesto que se produce tal tipo de angustia e impotencia que lo mejor es “no ver para no sufrirâ€; ya que nada se puede hacer o al menos nada que con la rapidez que quisiera cualquier ser humano aquello llegase a una normalidad que al menos igualase “las miserias que allà existÃan antes del terremoto†y que por lo conocidas no necesito recordarlas.
Esas miserias han engendrado el que en esa nueva situación, algunos (o muchos, vete a saber puesto que hay millones de afectados) se conviertan en “bestias humanasâ€, en seres que posiblemente enloquecidos por cuanto carecen y necesitan, se dedican a la depredación de todo lo que pueden acaparar. Y en ese “primero yo y los mÃos y después todos los demásâ€, roban, saquean y puede que incluso asesinen sin piedad… “por un puñado de alimentosâ€.
No hablemos de los que aprovechando la situación, están vendiendo lo que han podido tener o acaparar de necesario, a quienes pueden pagar a precios altÃsimos lo que estos depredadores ofrecen, que visto como está el asunto tendrán que defender (en muchos casos) con las armas que tengan, puesto que otros armados irán a arrebatárselos.
Era mi propia esposa la que horrorizada me lo planteaba y no se explicaba como estas cosas podrÃan ser… tranquilamente le respondÃ… Ana… eso que esas criaturas están haciendo, igual lo harÃamos tú y yo llegados los momentos de desesperación, hambre y abandono en que ellos se encuentran. No te asombres; “el ser humano†somos iguales seamos del color de piel que seamos… dentro de cada uno de nosotros “está la bestiaâ€; lo que hay que pedir a Dios es de que nos libre de situaciones en que ésta y empujando como tal… “salga al exterior y actúeâ€.
Ello es una constante en la triste historia del hombre y en sus infinitas calamidades, sean propiciadas por guerras devastadoras o por los agentes naturales y que actúan cuando menos se les espera… y ello puede ocurrir en cualquier lugar del mundo.
Lo que ha ocurrido o está ocurriendo en Puerto PrÃncipe y alrededores, igual puede ocurrir en otra gran área súper poblada y donde llegado el momento en que faltara lo imprescindiblemente necesario… “la bestia sale en muchos cuerpos que la portamosâ€.
Imaginemos pues, cualquier zona muy poblada del mundo y me da igual piensen en Nueva York, que en Calcuta; o Londres o Madrid… imaginen a docenas de millones de seres, sin suministros y lo que ocurrirÃa mientras todo se lograse normalizar y si es que ello era posible… “simplemente se comerÃan entre ellosâ€.
Pero la realidad es la que hoy es y ella es terrible… los gobernantes se empeñaron en hacinar los seres humanos como si fuesen hormigas o termitas… “pero no lo somos y menos sabemos organizarnos como ellasâ€; asà pues… mejor piensen los polÃticos en que hay que reducir las grandes concentraciones y dispersarlas logrando núcleos más fácilmente auxiliables y controlables… si no es asÃ, esperemos la próxima, puesto que como ha ocurrido no hace mucho; estas catástrofes seguirán ocurriendo.