Ya han casado a la CAM, la niña fea se ha casado. El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) la institución que “recauda” fondos para que todos aquellos ciudadanos que tienen depósitos en cualquier banco que pueda quebrar, esos 100.000 euros que todos los depositantes tienen garantizados, puedan salvar como máximo esa cantidad, ha puesto la dote de la novia, de la CAM, una buena dote, 5.249 millones de euros del total de 6.593 con que contaba el FGD que se ha quedado “temblando”, el FGD se ha quedado en 1.344 millones de euros. Pero lo importante era casar a la moza. No ha sido san Antonio el que ha tenido que ver con el casorio sino el vil metal.
Como contrapartida al novio, al Banco de Sabadell, la boda sólo le ha supuesto el pago de un euro, no es que el euro esté súper revalorizado, no, es que la novia está súper devaluada. Bueno ya han casado a la niña, y ahora ¿qué?, porque habrá que dar explicaciones a los ciudadanos que han visto mermado el Fondo de Garantía de Depósitos, que en mayor o menor grado venía a garantizar sus depósitos en la CAM y en otros bancos, habrá que dar también cuenta a todos esos impositores que han estado hasta el último momento al lado de la “novia”, mostrándole su fidelidad y su confianza, habrá que dar cuenta a esos miles de empleados que se van a quedar en la calle, habrá que dar cuenta a los que abusando de su buena fe les “colocaron” acciones de la “novia” y que hay no valen nada. A todos ellos y a la opinión pública en general, habrá que darles explicaciones de las malas condiciones en que ha habido que casar a la niña después de haberla maltratado y haberle dedicado una atención desastrosa y calamitosa que la ha llevado al punto de pasar de ser una “niña” agraciada y atractiva a tener que desposarla poniendo mucho dinero sobre la mesa como si de un adefesio cualquiera se tratara. Habrá también que ver el grado de responsabilidad que han tenido sus “tutores” en tan infausta formación y desarrollo, averiguando e investigando, la Justicia, como y de qué modo han actuado en tan desgraciada labor, desde el primer “tutor” hasta el último de los “educadores” y si ello es merecedor de una penalización que así se les aplique y así la cumplan. La “niña” ha llegado al matrimonio en unas condiciones lamentables, deformada e irreconocible.
No solamente tienen responsabilidad en toda esta operación casamentera forzada por las circunstancias que concurren en la “novia”, su situación de “embarazo” era más que notable, también son responsables los políticos que designaron al primer “tutor” y al resto de educadores y que hoy ante semejante “infanticidio”, el cometido con la “niña”, miran para otro lado y se permiten pedir responsabilidades a otros cuando son suyas única y exclusivamente. Estos tampoco se preocuparon de otra cosa que no fuera sacarle “partido” a la “belleza” de la niña a la que prostituyeron y de la que se aprovecharon. Estos son los primeros explotadores de la “niña” y a los que se podría acusar de haberla formado para servir a sus fines. La “cofradía” que acoge a estos sujetos le debe a la “niña” más de mil millones de euros que ella se había ganado con su trabajo de muchos años y del cual muchos se han aprovechado de forma malintencionada en beneficio de su lucro personal.
Ya han casado a la “niña”. Bien. Y ahora ¿qué?