Sociopolítica

LA CARLA, LA NUEVA PESTE Y LA REALIDAD

Aún cuando la capacidad de asombro es enorme, pero ya los que tenemos «más cortes que el trapo de un afilaor», no nos asombra y menos nos embauca nada de lo que nos están lanzando, los que dicen gobernar y que huyen de la realidad, lanzando cortinas de humo y espectáculos de todo tipo, entre los que ya destaca el miedo que nos quieren meter en el cuerpo con esa nueva peste derivada del cerdo (dicen)… ¿recuerdan ustedes aquellas otras pestes de… «las vacas locas, la gripe aviar»? No pasó nada en realidad y al final murieron menos, que los que «por resbalón mueren golpeándose en el baño».

Cuando esto escribo, acaba de pasar por España, una tal Carla Bruni, consorte del actual presidente de la República Francesa y que junto a la consorte del heredero de España; copan las portadas y las ondas de todos esos medios de difusión (mundial u occidental) que les dedican hasta revistas en números extra, de las denominadas del corazón y que yo las clasifiqué hace mucho tiempo de… «entrepierna  y entreculo»; y todo ello para mostrarnos las bellezas físicas de estos «bustos mudos» (no dicen nada salvo sonreír), los atuendos que visten, su elegancia y en fin, resaltando todas «las flores de las vanidades humanas», para encandilar al rebaño que al parecer goza con estos espectáculos; aún sabiendo que la hoy primera dama francesa, posó desnuda como modelo, cosa esta que debe ser muy edificante en el actual mundo.

Paralelamente ha habido inundación de retrasmisiones de partidos de fútbol, de competiciones de tenis y de todo lo que resalta «la gran importancia» que tienen los ídolos de barro y en el candelero de la fama y lo que igualmente sirve estupendamente para entretener al rebaño. O sea lo mismo que hacían los patricios romanos, que de haber dispuesto de todos estos modernos medios, aún seguiría Roma dominando al mundo…  ¿pues qué ha cambiado en realidad del hombre y sus pasiones y apetitos? Nada… sigue funcionando en mayoría por los impulsos de la panza y el bolsillo.

Al ver todo ello, me viene al recuerdo las famosas obras, «1984», de George Orwell y «Un Mundo Feliz», de Aldous Huxley; y que son dos novelas que describen mundos futuros totalitarios, en cada una de las cuales el sometimiento de la población se logra por medios diferentes; y que es el sueño oculto de la mayoría de gobernantes, que lo que desean en su fuero interno es dominar de forma dictatorial o absoluta, cuando no tiránica; y de ello, está llena la historia y abunda igualmente en la actualidad.

Ya lo van consiguiendo si bien no a la velocidad que quieren y ello va a continuar así, puesto que el rebaño… «el gran rebaño humano», sigue siendo incapaz de generar gobiernos mucho más controlados y que respondan de todos sus actos; las democracias (que no lo son) actuales y a la vista está; son inservibles puesto que nadie responde de apenas nada; por lo que son dictaduras solapadas, pero dictaduras al fin; puesto que cada vez nos exigen más obligaciones a los modernos súbditos y nos van recortando o eliminando unos derechos que ya van quedando sólo… «en el papel».

Los que llegan al poder, se montan (con el dinero público) sus grandes cacerías, sus vacaciones de lujo, viajes igualmente de lujo; se condecoran a capricho en «un compadreo» inexplicable para el medianamente inteligente; se van de caza o pesca o se juerguean a capricho; salen a «los balcones públicos» y dicen cuatro chorradas, cuando no cosas peores; los que tienen que controlarlos… les sonríen o les aplauden y «ponen la mano para recoger el importe de los servicios prestados» y… la vida sigue igual; o como en la actualidad, caminando hacia un empobrecimiento ya galopante en muchas familias y sin saber hasta cuando va a durar esa caída, de cuyo final y por todo  cuanto se ha dicho y se intuye, puede durar décadas.

Pero y es claro; las denominadas «élites» de arriba, siguen viviendo principescamente de lo que el rebaño que aún puede trabajar, produce o genera y que siempre será mucho más que suficiente para mantener a esas minorías y sus guardias pretorianas, que de alguna manera todos tienen.

Para darnos más ánimo a los que «pagamos la gran holganza»; un ya famoso (no sé si tristemente famoso) juez español (Garzón) se lanza de nuevo a la plataforma de la efímera fama «y la fortuna», pidiendo a los EE.UU. datos de los maltratos o torturas efectuadas a los presos de Guantánamo; y pretende (supongo) procesar no sabemos a qué «pez gordo», el que caso de haberse enterado, estará muerto de risa de ver lo que hace este famoso togado; el que por lo visto, no tiene otra cosa mejor que hacer en un país (España) donde el latrocinio en todas sus manifestaciones, es ya tan abundante como las arenas de una playa no muy pequeña… ¿Para eso pagamos los contribuyentes a tan altos y gastosos empleados públicos?… «quizá y como Diógenes habrá que ir buscando el barril y mear a la puerta del mismo despreciando todo el entorno».

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.