Los españoles ya estamos hartos de escuchar esa letanía en la que una y otra vez desde al Gobierno critican a los socialistas y a los sindicatos y les acusan de ir contra los intereses de los ciudadanos y que lo que deben de hacer es colaborar con el Ejecutivo para salir de esta abismal y catastrófica situación. Tanto insisten que al final tanto desde el PSOE como desde los dos sindicatos, Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, le han tendido la mano a Rajoy y la respuesta de este y de sus adláteres ha sido la de una dura crítica rayana en el insulto y la desconsideración y el desprecio más absoluto. Creo que después de esto ya nadie podrá albergar la más mínima duda sobre qué es lo que quiere el PP, Rajoy no quiere la colaboración del mayor partido de la oposición y de los sindicatos, el presidente del Gobierno, no sé si “por la gracia de Dios”, maldita la “gracia” que nos hace, pero si sé que para desgracia de los españoles, lo que en realidad desea es que haya complicidad, que tanto los socialistas como las centrales sindicales mayoritarias sean cómplices de la barbaridades y de los latrocinios que desde el Gobierno se cometen a diario, sería la excusa, la justificación perfecta, de que sus “reformas” son acertadas.
Exigirle tal cosa a la oposición y a los representantes de los trabajadores es algo que sobrepasa los límites de la ética, de la dignidad y de la honestidad que obligadamente debe observarse en cualquier faceta de la vida y en la política mucho más, pero esto, a la vista está, en la derecha no saben lo que es. Nunca la han sabido, ni nada de eso les importa. Está claro, en el Gobierno no quieren colaboración, quieren complicidad. Cuando se requiere el apoyo de alguien, el que solicita ese apoyo debe estar abierto a cuantas sugerencias y propuestas puedan plantear los solicitados, el no aceptarlo así sería como asistir a una misa, cuyo celebrante sería Rajoy, y los demás limitarse a darse golpes en el pecho y a decir amén, para posteriormente “tragarse” una rueda de molino.
A mi esta postura del Gobierno de Rajoy me parece bastante indecente, menos mal que en el PP aún quedan políticos decentes como Carlos Floriano, Esteban González Pons, María Dolores de Cospedal y Vicente Martínez Pujalte, que son personas con la conciencia limpia y bienintencionada y que no acostumbran a mentir ni a “comerle el coco” a la gente y desde luego de embaucadores no tienen nada, aunque hay quien así lo cree. Estos son los únicos que están dando una buena y perfecta imagen, con su calculado buen hacer, de lo que es la derecha.**
** sobreentiéndase la ironía en este párrafo