En primer lugar quiero expresar mi contento por la liberación deEnric Gonyalons y Ainhoa Fernández, los dos cooperantes secuestrados durante nueve meses por una escisión de la rama magrebà de Al Qaeda. También quiero felicitar a cuantos han contribuido a que dicha liberación se produzca.
Si se ha pagado o no rescate o qué tipo de precio se ha pagado resulta secundario ante lo que ha sido fundamental: liberarlos sanos y salvos. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel GarcÃa-Margallo, ha zanjado cualquier atisbo de controversia afirmando que el Gobierno ha hecho “en cada momento lo que tenÃa que hacer†y ha actuado “con absoluto respeto a la legalidad nacional o internacionalâ€. El ministro también dijo que serÃa una “enorme imprudencia†ofrecer más datos, ya que ello podrÃa significar un peligro para las dos cooperantes españolas que aún siguen secuestradas en Somalia.
Sin que el Gobierno español diga nada, todo parece indicar que la liberación de los tres secuestrados ha sido el resultado de un intercambio y que serÃan tres los islamistas excarcelados a cambio de los rehenes, además de una suma determinada de dinero.
Un portavoz del Movimiento de Unicidad de la Yihad en Ãfrica Occidental (MUYAO), que mantuvo en su poder a los cooperantes, aseguró que “todas las condiciones fueron satisfechasâ€.
En segundo lugar quiero constatar cómo la actuación de la conspiranoia polÃtica y mediática del 11-M (articulada en torno al PP y al El Mundo) ha utilizado casos similares para argumentar sus febriles teorÃas.
AsÃ, Gabriel Albiac, refiriéndose a lo acontecido con el secuestro del atunero Alakrana por piratas de Somalia, el 11.11.2009 concluye en el periódico ABC: «No hay ninguna sorpresa: es la herencia corruptora de aquel 11 de marzo«.
El director de El Mundo, Pedro J. RamÃrez, no podÃa resistirse a dejar de hablar del 11-M a cuenta del Alakrana. En su carta del director del 15.11.2009, escribe: «Navegábamos tan tranquilos y confiados por los mares del sur de la prosperidad material y la estabilidad polÃtica, cuando de repente se abrieron los cielos y un rayo terrible en forma de masacre terrorista, procedente aún no se sabe de dónde, encrespó el océano hasta convertirlo en una negra montaña rusa».
«La secretaria general de los conservadores, MarÃa Dolores de Cospedal, dijo que España estaba dando un «espectáculo lamentable» al no mostrar una posición «coherente, fuerte y firme». A su juicio, eso es lo que puede llevar a pensar a algunas organizaciones terroristas «que podemos ser presa fácil». (Público, 10.11.2009).
En noviembre de 2009, tras la liberación del pesquero Alakrana, la entonces portavoz popular y hoy vicepresidenta, Soraya Sáenz de SantamarÃa, cargó duramente contra el Gobierno. “Las leyes prohÃben pagar rescates, ya que se alienta que haya más secuestrosâ€, afirmó. “La legalidad de la gestión de un secuestro y pagar un rescate son conceptos irreconciliablesâ€. Se da la circunstancia de que Sáenz de SantamarÃa ha sido ahora la responsable polÃtica de gestionar la liberación de los rehenes. Leer más en El Gobierno temió una trampa de última hora de los secuestradores
En agosto de 2010, la entonces portavoz del grupo popular en el Congreso y hoy vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de SantamarÃa, tardó 48 horas desde la liberación de los cooperantes catalanes de Barcelona Acció Solidà ria, secuestrados en Mauritania en noviembre de 2009, en pedir la comparecencia de su antecesora socialista, MarÃa Teresa Fernández de la Vega, para que informase sobre si habÃa habido pago del rescate de los tres cooperantes catalanes, tal y como habÃa declarado Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) cuando los puso en libertad. Leer más en El Gobierno cambia de opinión sobre el pago de rescate de secuestrados
¡Qué importante es la Memoria Histórica! Memoria Histórica para comprobar cómo voceros polÃticos del PP (hoy en el poder) y mediáticos del bulo conspirativo del 11-M, se están teniendo que tragar dobladas sus propias palabras; esas palabras que, cuando estaban en la oposición, utilizaron sin escrúpulo alguno para tratar de tergiversar la Historia.