La Construcción Identitaria en el campo de la Educación cooperativa escolar de la Provincia de Formosa.
“El contenido histórico se expresa, con énfasis, a través de la narración; la narración histórica contribuye a fortalecer el valor identidad cultural”. Katia Rodríguez – Diagostinin y Yudelis Guerra – Pupo
El silencio historiográfico en torno al papel del cooperativismo escolar en Formosa cae ante el proceso de búsquedas y hallazgos de documentos oficiales y testimonios valiosos de los protagonistas que marcaron huellas con sus aportes y acciones, y que, posteriormente, constituirán la base y sustento de la arquitectura en la construcción identitaria. En ese sentido, la elaboración de la “Historiografía de la educación cooperativa escolar en Formosa, a través de instrumentos oficiales» inicia un derrotero marcadamente ascendente en sus aportaciones sobre la temática, que se fortalece con el artículo denominado “Analogías de caminos cooperativos entre maestros libertarios”, y con el presente trabajo.
Creemos que en el proceso de la preservación y desarrollo de la cultura formoseña es vital la importancia de elaborar narraciones históricas como las que venimos aportando desde el rescate de las potencialidades educativas del patrimonio constituido por las diversas experiencias educacionales cooperativas escolares, puesto que ayudan a la construcción de la identidad hasta formar una conciencia propia y colectiva que caracteriza a un pueblo
Para analizar cómo se fue construyendo la categoría identitaria en el campo de la educación cooperativa escolar en la Provincia de Formosa (Argentina), recurrimos primariamente a María Isabel Toledo Jofré y su trabajo denominado “Sobre la construcción identitaria” para poder, a partir de apropiaciones claras de conceptualizaciones, introducirnos ulteriormente, en el proceso de la construcción colectiva de la identidad educativa cooperativa escolar.
“La identidad corresponde al resultado del proceso de apropiación simbólica del conjunto de experiencias que el sujeto encuentra durante su trayectoria vital. Este proceso es vivenciado por el sujeto en tanto actor singular de una situación social determinada”.
“La identidad es una construcción de la cual el sujeto extrae permanencia y singularidad”.
“La permanencia refiere a lo que él es, siendo siempre un ‘ser idéntico a sí mismo’ y la singularidad le asegura ser único y no confundirse con otro. Entonces, la identidad está en el corazón de la individualidad”.
A la luz del enfoque cooperativo, nuestra mirada sobre el contexto en que se desarrolla la experiencia en estudio es la siguiente: Hemos nacido y educados en sociedades capitalistas, eso implica que hemos desarrollado en nuestros cerebros los vicios de dicha sociedad: egoísmo, doble moralidad, mezquindad, individualismos en diversa intensidad y nivel, todo simulado en nuestro interior, escondido. Por ello es que al recibir un estimulo desde el exterior, desde nuestro entorno, se evidencian en esas circunstancias esas inmoralidades, y por tanto, asfixia las virtudes cooperativas evitando que vivamos acorde a los valores y principios de la cooperación.
Arriba hacemos referencia al contexto en el cual se desenvolvieron las experiencias educativas cooperativas a fin de revelar las contrariedades tipológicas, tales como hábitos, costumbres y puntos de vistas contrapuestos con los valores y principios cooperativos que generan tensión permanente en las diferentes instancias de la práctica educativa cooperativa escolar y sus actores, educandos, docentes, directivos, padres. Las diferentes actitudes generadas en funcionarios del área educativa ante la enseñanza del cooperativismo escolar se observaron, indistintamente: anuencia, indiferencias, y ataques.
El docente cooperativo como ser en relación educativa innovador con respecto a lo establecido, al status quo educacional de los establecimientos oficiales, es, a todas luces, la pieza fundamental en el proceso de construcción de lo identitario, toda vez que es el motor impulsor de la intervención educativa cooperativa escolar en los establecimientos oficiales.
Nos refiere María Isabel Toledo Jofré que “Según Serrano (1997), hay que remarcar que la construcción identitaria corresponde a un proceso continuo y progresivo de construcción en la interacción, inestable y jamás acabado. En este proceso el sujeto tiene un rol activo: construye sentidos y se apropia de las experiencias. Asumiendo su rol activo, podrá devenir constructor de su identidad, podrá definir el curso de su historia y de la historia del colectivo al cual pertenece (Gagnon, 1980), podrá asumir su historicidad. Sin embargo, la identidad no es únicamente el resultado de la interacción social. Ella es “... también una realidad subjetiva” (burkitt, 1991 en Veredas, 1999: 115). Es un proceso de construcción de sentido, el más importante y permanente que desarrolla todo sujeto”.
Estamos de acuerdo con lo señalado por la Profesora Toledo Jofré en que “la construcción identitaria corresponde a un proceso continuo y progresivo de construcción en la interacción, inestable y jamás acabado”, agregamos que en el caso que nos ocupa están dados y caracterizados por itinerarios: inicio-ruptura-continuidades- rupturas, es decir, enfrascados en procesos atravesados por tensiones.
También juega en esta construcción identitaria la importancia creciente del hecho de que el pueblo se reconozca en estas experiencias educativas y las interiorice como tales, en ello, se reconoce el papel fundamental de los medios de comunicación como puente de integración cultural.
Pero existe otra arista del silencio historiográfico en torno al papel del cooperativismo escolar en Formosa que se devela: el desinterés u ocultamiento de estas experiencias educativas por parte de quienes tienen la responsabilidad política de impulsar su sistematización y dar a conocerlas. Prácticas que en realidad son componentes de la historia misma de Formosa.
De manera tal que las experiencias educativas cooperativas escolares en Formosa se desarrolló en forma peculiar, entre muchas razones debido a su ubicación geográfica marginal de los centros de poder político y económico, y su tardía incorporación a la vida institucional y económica-social de la República Argentina, sumado a los vaivenes de los procesos de interrupción democrática que sumió en inestabilidades gubernamentales.
Las tres etapas sucesivas, claramente diferenciadas entre sí, a tenor de las fechas de emisiones de las documentaciones oficiales que la sustentaron, sin embargo, anotamos que éstas presentan imprecisiones en sus comienzos, desarrollos, declinaciones y rupturas, teniendo en cuenta que el pronunciamiento de las documentaciones fueron el resultado o reflejo de las actividades educativas que la inspiraron, de cualquier manera, nos develan claramente, en sus trayectorias de acción, componentes comunes en sus objetivos y metodologías.
El Decreto formulado por el Ministerio de Gobierno Nº 496 del mes de marzo del año de 1971, constituye la primera etapa. Prosiguen luego las Resoluciones emanadas desde el Consejo General de Educación-C.G.E.- Nº 405 del año 1985; Nº 009 y Nº 010 del año 1986 que enmarcan la segunda etapa, y finalmente, la tercera etapa con la Resolución del Ministerio de Cultura y Educación Nº 1892 del año 2001.
Estos sucesivos instrumentos oficiales crearon y formularon objetivos, abreviadamente expuestos aquí:
La Comisión Permanente de Cooperativismo Escolar y sus alcances fueron, entre otros, su constitución orgánica con tres integrantes que debían planificar la promoción teórico-práctico del cooperativismo en los distintos niveles de enseñanza de los establecimientos provinciales y la formación de cooperativas escolares.
El Gabinete de Cooperativismo Escolar reglado a funcionar con tres componentes y determinar los contenidos que fundamentan el proceso enseñanza-aprendizaje del cooperativismo y mutualismo escolar en los Lineamientos Curriculares e implementar con carácter obligatorio la enseñanza del cooperativismo y mutualismo escolar en todas las unidades educativas de las distintas modalidades dependientes del Consejo General de Educación. Aprobar el Reglamento de las cooperativas escolares.
El ProDeCoop-Escolar (Programa de Educación y Desarrollo Cooperativo Escolar) creado por Resolución del M.C y E. Nº 1.892 del año de 2001, compuesto por tres docentes enfocados a implementar la pedagogía y didáctica del cooperativismo y mutualismo escolar en los niveles de la Educación general básica y Media Polimodal de la Provincia de Formosa mediante un proceso de extensión gradual en las instituciones y la comunidad educativa. Actualmente defenestrado, anclado en punto de ruptura desde el año de 2007 por Resolución Nº 630 del M.C y E.
Conclusiones
Creemos que no sería de abundamiento enunciar de manera comprimida lo que consideramos elementos cardinales que coadyuvaron al proceso identitario, presentes aún hoy, como conclusiones, introduciendo componentes no desarrollados o poco desarrollados en el cuerpo principal y otros, revalidando, aún a riesgo de incursionar en repeticiones.
1º.- Sean las que fueren las acciones en las etapas descriptas, la realización de tales experiencias educativas sólo fue concebible bajo la dirección de docentes armados con profundas convicciones de los beneficios que aportan la teoría y práctica cooperativa. Esto implica, a su vez, que alcanzar la eventualidad de implementación de procesos educativos cooperativos sólo pueda desenvolverse con posibilidades de éxitos por medio de ingentes esfuerzos, persistencia, buena formación y capacidad técnica-pedagógica y moral, actitud y aptitud para asumir consensos y forjar alianzas, sumado a la necesidad de poseer carácter de buen talante.
2º.-El ser educador/a cooperativa escolar implicó, entonces, la necesidad de poseer un perfil ya descripto arriba, pues los obstáculos y dificultades de tipo administrativo y políticos que debieron sortear no fueron menores.
3º.-Culturalmente el cooperativismo es parte de la vida social y económica de la República Argentina en virtud a las costumbres asociativas introducidas por los inmigrantes europeos y latinoamericanos, fortaleciendo los aportados por los autóctonos.
4º.-El intercambio de experiencias educativas cooperativas escolares de las diversas jurisdicciones e incluso internacionales realizadas a través de Encuentros, Congresos, Reuniones de docentes especializados agrupados en organismos, como por ejemplo la Unión Internacional de la Cooperación y la Mutualidad Escolar (UICE) y otros, facilitadores de la misma.
5º.-Por intermediación del propio Domingo Faustino Sarmiento se inserta elementos de la cooperación en la Ley Nº 1420 de educación común sancionada por el Congreso nacional en el año de 1884, en su artículo Nº 42º; punto 4 “Promover por los medios que crea convenientes la fundación de sociedades cooperativas de la educación y la de bibliotecas populares de distrito”.
6º.Bajo la presidencia del General Juan Domingo Perón (1946-1955) se construyeron muchas escuelas direccionadas bajo la órbita del Ministerio de Educación Nacional en la Provincia de Formosa. Estas vitales instituciones también fueron medios para la difusión y práctica del cooperativismo educacional escolar.
La Educación Cooperativa fue entonces una de las primeras medidas de políticas públicas implementadas por el Estado Nacional cuya legitimidad consistió en el reconocimiento de la cuantía de sus valores y principios, como asimismo, su direccionamiento a un fin de interés público.
La Educación Cooperativa Escolar del 2º Plan Quinquenal (1946) en su apartado IV.G.14 sostiene: “La difusión de los principios del cooperativismo y la constitución de cooperativas escolares y estudiantiles serán auspiciadas por el Estado a fin de contribuir a la formación de la conciencia nacional cooperativista y prestar servicios útiles a los alumnos.»
En el año 1954 se creó la Comisión de Cooperativa Escolar cuya función fue la dirección superior de las actividades cooperativas que se desarrollen en los establecimientos de enseñanza” en la cual se fijó como meta que “En el quinquenio 1953/57 se desarrollará una activa campaña para lograr en 1957 la existencia de cooperativas escolares o estudiantiles en todos los establecimientos educacionales del Estado. I V. l. “En cumplimiento de lo dispuesto en el punto 42, apartado a), de la R. M. del 28/1/1954, la Comisión de Cooperativas Escolares ha preparado el presente folleto que contiene los elementos básicos necesarios para iniciar la acción prevista sobre el particular en el Segundo Plan Quinquenal. El documento, en cuestión, denominado “Organización de Cooperativas Escolares” contempló formalmente la implementación de la Educación Cooperativa Escolar (Expediente N° 56.991/64. Buenos Aires, 1/7/54), que contiene los elementos básicos necesarios para iniciar las acciones previstas en sobre el particular en el Segundo Plan Quinquenal (Ley 14.184) y disponer la impresión del mismo, por intermedio del Departamento de Prensa y Difusión en la cantidad de 25.000 ejemplares.
7°.-El arribo de la Ley nacional N° 16583 del año de 1964 por la que se declara de alto interés la enseñanza de los principios del cooperativismo, implicó un formidable salto cualitativo en cuanto a normativas que reconocían identidad propia al cooperativismo educacional escolar facilitando su advenimiento en una ulterior norma educativa.
8°.-La ley de Educación Nacional N° 26.206, Capítulo II. Disposiciones Específicas en su artículo 90 reza: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología promoverá, a través del Consejo Federal de Educación, la incorporación de los principios y valores del cooperativismo y del mutualismo en los procesos de enseñanza aprendizaje y la capacitación docente correspondiente, en concordancia con los principios y valores establecidos en la Ley N° 16.583 y sus reglamentaciones. Asimismo, se promoverá el cooperativismo y el mutualismo escolar.
Reflexiones finales
La acción educadora de los docentes trasvasa los límites del status profesional e impactan en la formación de niños y jóvenes educandos, trasformando la conciencia individualista por concepciones críticas, saberes cognitivos y actitudinales cooperantes.
Cuanto más se aleje a los referentes educativos cooperativos de los sujetos pedagógicos (docentes y alumnos) más difícil será su inclusión educativa, su horizonte cultural estaría peligrosamente cercenado y con ello la conciencia de éstos en cuanto a ser herederos de un legado histórico como Nación y como parte de un Movimiento sin límites temporales y geográficos, fuertemente arraigados en la tradición económica y social argentina.
La formación de una “conciencia nacional” como custodio de la Soberanía Nacional, taxativamente expuesto en el Segundo Plan Quinquenal (Ley 14.181) IV. G. 14 y l V E. 8 devino de esta idea fuerza del General Perón contenidos en lo consignado por MITO COSTA, Oscar Luis (2001) El Cooperativismo en el 2° Plan Quinquenal. Rescatando una Propuesta. Fundación Proyecto Pág. 13 citamos: La cooperativa es en pequeño, lo que el Estado Justicialista piensa y quiere hacer en conjunto. Por esa razón, cuando algunos se preguntan por qué apoyamos al Cooperativismo, debemos contestarle que el Cooperativismo es el reflejo del Justicialismo.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!