A estas alturas casi todo el mundo sabe lo qué es una crisis y cuáles sus consecuencias, aunque las palabras engañosas de los polÃticos les lleven a ellos mismos a no saber muy bien en qué situación viven millones de familias.
Hace años nacieron las mecanizaciones y las cintas de producción en las fábricas, para procurar mayores beneficios a las empresas, al disminuir los costes salariales, por el despido de plantillas: las maquinas sustituÃan al personal.
En la actualidad, una globalización totalmente desordenada y sin retención, ni control jurÃdico, permite que las grandes empresas trasladen sus centros de producción al paÃs que crean conveniente:  por excepciones fiscales, sueldos de esclavos, trabajo infantil y otras menudencias que consiguen grandes beneficios para sus accionistas.
A estos procedimientos se le agrega una Banca que vendÃa aire a precio de oro, con el apoyo y consentimiento de polÃticos corruptos.
Otras épocas de crisis se pudieron sobrellevar creando empleos públicos para mejorar los servicios al contribuyente; consiguiendo mejorar notablemente Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Seguridad Ciudadana y otras muchas cosas, superando los 50 años de retraso que tenÃa nuestro paÃs con respecto a los demás paÃses de nuestro entorno, y consiguiendo que los Ayuntamientos fuesen las mayores empresas de cada ciudad.
En esta crisis se ha dado una variante: la avidez de riqueza personal de muchos polÃticos que detentaban el poder, ha llevado a muchos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas a construir “monumentos a la imbecilidadâ€. Millones de euros abandonados en edificios a medio construir y otros inservibles, y por los que conseguÃan pingües ‘sobres-sueldos’, y a su vez vaciando las arcas municipales y endeudando hasta lÃmites insospechados a las Comunidades Autónomas.
Para cubrir las deudas, se despide personal; y para seguir consiguiendo beneficios, se privatiza.
Solo un par de notas: la limpieza viaria privatizada nos cuesta a los contribuyentes un 71% más cara que la pública.
Los Alcaldes, sin ninguna formación, de ciudades de 5.000 habitantes, cobran 20.000 euros, más una corte de asesores con sueldos millonarios para poder sacar adelante las cuestiones municipales.
¿Por qué no terminamos de salir de la crisis? Al no haber dinero para pagar empleo público, se reducen los servicios y se despide personal (huelga de limpieza viaria en Madrid) se abaratan los sueldos, con el consiguiente descenso en  las cotizaciones, que a su vez pone en peligro las cajas de pensiones; se les impone copago medicinal a los pensionistas y a los dependientes. Empobreciendo el paÃs, al no tener dinero para gastar, se pone en dificultad a  la pequeña y mediana empresa, haciendo desaparecer las clases medias. Es una lógica tan básica que parece mentira que se siga insistiendo en semejante polÃtica.
Nunca hemos vivido por encima de nuestras posibilidades… Como el Papa Francisco dice: hemos elegido los polÃticos que nos han llevado a la ruina y nos siguen mintiendo para seguir arruinándonos.
Es increÃble que un Gobierno que se decÃa decidido a acabar con la crisis, en vez de legislar para castigar a los culpables (como ha sucedido en otros paÃses) esté legislando para hacer pagar la crisis a quienes no tienen ninguna culpa.
Mientras tanto, algunos supuestos culpables siguen en las bancadas de nuestras instituciones  y otros condenados en sus casas esperando el “Indulto†del Gobierno.