Sociopolítica

La cuestión Libia y la Cuarta Ola democratizadora

La victoria de los rebeldes libios y la supuesta caída de Muamar El Gadafi encienden la alarma en otros Estados autocráticos de África y Oriente Medio sobre el futuro de sus regímenes dictatoriales y casi vitalicios. En este sentido consideramos que hay tres escenarios a los cuáles es menester prestar atención. Primero, la posibilidad de que la primavera árabe se siga extendiendo, ahora más fortalecida, por otros Estados de la región más caldeada del Sistema Internacional. En este sentido sería posible pensar grosso modo en una Cuarta Ola democratizadora, que sobreviene a la Tercera Ola analizada por Samuel Huntington a fines del siglo XX. Segundo, aunque la debilidad política y militar de Gadafi es evidente, aún no ha sido capturado ni derrotado totalmente, por lo que habrá que ver cuál es finalmente el destino que correrá el ex líder libio. La pregunta es ¿llegará  a ser juzgado por la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra?.

Tercero y quizás una de las cuestiones más relevantes, es la representada por el período de transición hacia un sistema político democrático. En este sentido es necesario observar que Libia es un Estado compuesto por cientos de tribus, entre sunnitas, chiítas y beduinos, que disputan poder. Y si bien ha habido una lucha unificada por un objetivo en común, esto es, derrocar la autocracia de Gadafi, ahora que está siendo alcanzado comienza una nueva etapa de negociación que enfrentará a los grupos por la constitución de un gobierno representativo. El camino hacia la instauración de la democracia es costoso y extenso. Una gran mayoría de Estados de Oriente Medio y África carecen de fuerte tradición democrática y mucho menos representativa. Con respecto a esto, hay fuertes debates dentro de la Ciencia Política sobre las características o las condiciones necesarias o suficientes que una sociedad debe tener para ser democrática. Autores como Robert Dahl plantean la ecuación de las sociedades modernas, dinámicas y pluralistas (MDP) y la enfrenta con casos empíricos como el de India, desglosando de ello, que ninguna de las características propuestas es condición necesaria para alcanzar el fin perseguido.

La creación de instituciones democráticas en Libia, y desde ya en todos los países que atraviesan lo que denominamos el principio de una Cuarta Ola, dependerá en gran medida de la voluntad política del Consejo Nacional de Transición (CNT) primero y de la sociedad libia después. Puesto que los valores de igualdad y libertad se construyen tanto de manera vertical como horizontal.

Cuando hablamos sobre el fenómeno de la democratización, podemos citar también el artículo académico de Barbara Geddes titulado What Causes Democratization? (¿Qué causa la democratización?) que forma parte del libro The Oxford Handbook of Comparative Politics, editado por Carles Boix y Susan C. Stokes.  La académica sostiene que las recientes investigaciones que se han realizado, confirman lo que pensábamos que sabíamos varias décadas atrás: que los países ricos son más proclives a ser democráticos. Pero según Geddes, la controversia continua acerca de si variables como el desarrollo económico incrementan la probabilidad de transición a la democracia. El politólogo Adam Przeworski fue categórico en 2000 cuando argumentó que el desarrollo no causa democratización. Otros casos empíricos, agrega Geddes, como la dependencia del petróleo reducen la probabilidad de democracia. Pero quizás el dato no menor que añade es el de que los países con una gran población musulmana son menos proclives a ser democráticos.

Para saber si efectivamente estamos ante las puertas de una Cuarta Ola democratizadora, habrá que esperar para ver cuáles serán finalmente los resultados de las caídas de las autocracias pseudo vitalicias de Túnez, Egipto y Libia. También habrá que considerar la extensión de la propagación de la primavera árabe. Especialmente ver que sucede con la cuestión siria. La etapa más difícil que sobreviene a la caída del régimen libio, es la que podría desencadenar una guerra civil entre los grupos que en un momento estuvieron unidos para terminar con el gobierno. Con respecto a esto, el rol de la OTAN será clave para mantener la seguridad en medio del traspaso de poder, así como lo fue para garantizar la victoria de los rebeldes. Una situación como la que en estos momentos atraviesa Libia, puede desencadenar al menos dos resultados posibles. Por un lado, la incapacidad de conformar autoridades de transición, lo que devendría en una anarquía absoluta de todos contra todos y en el fracaso del Estado. Por otro, hablaríamos del inicio de una transición pacífica que tendría la misión de crear las instituciones adecuadas para un posterior gobierno elegido popularmente. No obstante, el primer paso será saber si el actual Consejo Nacional de Transición de los rebeldes es el comienzo de la liberalización libia o guarda la semilla de su propia destrucción, para terminar volviéndose más autoritario que el rey en jaque.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.