Pregunta: ¿Por qué dan tanta importancia los otros partidos a la posible financiación ilegal del PP a propósito de los asuntos Gurtel, Barcenas etc?
Respuesta: Les parece que ese dinero ilegal ha permitido al PP tener mejor campaña de MKT y ganar más votos que ellos.
Pregunta ¿Cómo es eso posible?
Respuesta: El sistema electoral español parece propiciar que ganar las elecciones sea sobre todo cuestión de dinero, no de ideas y méritos de los candidatos.
A continuación, una pequeña reflexión.
Foto: Daquella maneraEn España las circunscripciones son las provincias, y los candidatos se presentan en listas cerradas que preparan los partidos. Ello significa que, por ejemplo, si en una provincia promedio, que le corresponden 7 parlamentarios, se presentan 15 partidos, el elector debe conocer a 7×15=105 candidatos para elegir la mejor lista posible. Como es demasiada gente para conocer, el elector opta por elegir la lista del partido que le cae mejor.
Teniendo en cuenta que la abrumadora mayoría de los votantes españoles no está afiliada a ningún partido y no conoce a las personas de las listas, se deducen varias consecuencias: una, que la imagen del partido es más importante para la elección que la de los candidatos individuales, y otra, que cuanto más dinero el partido pueda dedicar a la campaña de marketing, mejor imagen y más votos puede conseguir. Así, el Sistema Electoral de España es sensible a la influencia del dinero y del poder económico: quien más dinero, honesto o deshonesto tenga, más dinero puede pagar a las agencias de MKT, mejor imagen consigue y más votos recoge.
En España un Partido actúa como una Sociedad Franquiciadora, y obtiene más votos aquél que tiene más medios de marketing para vender su producto. Es el partido quien paga la propaganda y son sus empleados/franquiciados los que se sientan en el Parlamento. Al final, como los franquiciados a la franquiciadora, los parlamentarios presuntamente pagan al partido los royalties, votando en el Parlamento lo que al Partido le interesa, lo cual es, presuntamente también, lo que les interesa a los “financiadores” del partido.
En países como Francia, Inglaterra, Alemania etc. los sistemas electorales son menos sensibles al dinero y al MKT porque son de otra manera. En ellos las circunscripciones son de tipo barrio y a ellas los partidos presentan un solo candidato, el cual va en persona a presentarse y a exponer su programa electoral. .
Un sistema de este tipo en nuestra provincia media supondría que habría 7 circunscripciones, y en cada una de ellas los 15 partidos presentarían un candidato cada uno, de manera que el público de cada circunscripción, tendría que conocer a 15 candidatos para elegir uno. Y esto lo haría después de que el candidato se presentara en un meeting, digamos en la asociación de vecinos del barrio, y expusiera su programa.
Este segundo sistema electoral sería efectivamente menos sensible al dinero de una campaña de MKT porque estaría más basado en contactos cercanos personales de la gente con los candidatos, y del boca a boca entre los potenciales votantes.
Algunos pensamos que mientras el sistema electoral tenga en su centro a los partidos, las listas cerradas y las circunscripciones sean provinciales, el pueblo no podrá elegir a los políticos que le convienen, sino que seguirá eligiendo los que le convienen a los partidos, por lo cual nada cambiará.
Cambiar el sistema electoral, para que la última palabra acerca de las personas que están en política sea del pueblo, es esencial y el primer paso en la buena dirección para el saneamiento y regeneración de la democracia. No se trata de abolir los partidos, se trata de ponerlos en su lugar, como se hace en Francia, en Inglaterra, en Alemania etc.
¿No sería mejor que pudiéramos elegir nuestros representantes de manera que supiéramos quien es el nuestro, nos pudiéramos dirigir a él/ella y en su caso exigirle responsabilidades? Por experiencia propia, mucha gente piensa que sí, sin embargo son contados los que lo ven factible y eligen pelear por ello, dicen “estaría bien, pero no lo dejaran hacer”. Es como si se instalaran en un fatalismo que hiciera imposible el cambio.
Y sin embargo el cambio es posible con el apoyo de las nuevas tecnologías y las redes sociales: entre todos podemos. Si estás de acuerdo puedes apoyar y difundir la petición en marcha: : Por el cambio del sistema electoral.