Sociopolítica

La derecha española y catalana en la situación política actual…

… Quemando etapas

Escribo este artículo desde la perspectiva de los nacionalistas y la izquierda republicana catalana pensando en que es importante para quienes vivimos y somos españoles entender los acontecimientos políticos catalanes y su dinámica desde su perspectiva. Teniendo en cuenta que la realidades políticas se imponen a los deseos de muchos y que esas realidades políticas es importante que las tenga en cuenta la izquierda y las fuerzas progresistas españolas, para ver en ellas puntos de encuentro para el presente y el futuro y modelos de transformación de un Estado monárquico- clerical al servicio de la oligarquía financiera y especulativa en una república española progresista, democrática y social

Foto: fls1969

Llegados al límite de las concesiones que se ha visto obligado a hacer el nacionalismo español al nacionalismo catalán, a éste, para afirmar su identidad en la consecución de sus objetivos finales, no le queda más alternativa que romper los límites en que, desde los orígenes de la Constitución se intentó contener lo que, antes o después, era inevitable: la independencia de Cataluña.

El problema no es que el nacionalismo catalán no deje de avanzar hasta su objetivo final. Es lo coherente con su ideología. Y con su causa final, como diría Tomás de Aquino, que es el motor y la razón de ser de su existencia política y de toda su estrategia. El problema es que el nacionalismo español se hizo la ilusión de que, concesión tras concesión, satisfaría las reivindicaciones catalanas y podría, de esta manera, comprar su voluntad, la voluntad nacionalista de los ciudadanos catalanes.

Era la única estrategia que le quedaba, al nacionalismo español, para mantener a los catalanes en los límites más extremos de España. En su periferia para seguir manteniendo la ilusión de España. Pero era una estrategia errónea como toda estrategia que pretenda comprar la voluntad de unos ciudadanos decididos a ser ellos y no otros los autores y constructores de su propio destino.

Era una estrategia objetivamente condenada al fracaso. Los catalanes sólo necesitaban trabajar pacientemente, como quien excava un túnel con una cuchara, hasta romper la resistencia del límite y encontrar, al otro lado del muro, su propia realidad, la identidad, la nación. A esta situación se ha llegado. Ya nada puede contener la riada humana que, bajo el túnel, avanza, irresistible, hasta su propio hogar.

A la derecha nacional-clerical-monárquica española se le han agotado todos los recursos y estrategias que durante siglos se ha utilizado para contener la voluntad catalana para tener su propia identidad. La solución militar ha fracasado después de cien años de soledad de las dictaduras militares.

Sólo queda un obstáculo, para romper el límite, en el proceso y no viene del Gobierno español sino de la misma derecha nacionalista catalana. ¿Seguirá esta adelante o tratará de ir frenando la dinámica? Lo más probable es que, con pequeñas argucias, vaya poniendo obstáculos para ir frenando el impulso ciudadano en las calles. Pero no debería sorprender a nadie, si tenemos en cuenta cualquier proceso revolucionario en la Historia, desde la Revolución francesa. La derecha lo inicia y la izquierda y el pueblo lo impulsan.

Mas y la derecha nacionalista catalana ya se han dado cuenta de que la independencia avanza en las calles y el entusiasmo ciudadano, desbordando sus expectativas. Y estas no son otras que sus intereses de clase. Tratarán de imponer esos intereses a la voluntad independentista. Tratarán, una vez más, de convertir la independencia en moneda de cambio.

Actualmente no hay dualidad de poderes en Cataluña. Estamos en la fase de coalición de clases en torno a la Generalitat y las fuerzas políticas que están en la periferia de la Generalidad no son poder porque no tienen poder. Llegará el momento en que todo el poder, la Generalitat, pase a las fuerzas de la izquierda republicana y social. ¿Qué pasará entonces? Todo dependerá de que tengan unidad de objetivos y de mando.

En su momento, la izquierda debe tomar el timón de la nave. Pero este momento, en este momento, no ha llegado. La izquierda republicana y social debe continuar apoyando y empujando a Mas hasta que éste haya agotado todos sus recursos de contención, desenmascarándose ante los ciudadanos. La máscara no es necesario quitársela, es de esperar que se le caiga en público. Lo importante es mantener la tensión y la dinámica. No la podrá soportar porque no tiene alternativas. Su única alternativa es frenar el proceso. Este será el momento más delicado. Nacional e internacionalmente.

En este momento se producirá el salto cualitativo desde la derecha a la izquierda. Aquí se decidirá si Cataluña será o no será independiente. Si no se consiguiera, en este momento, el bloque de derechas, españolas, habrá pasado a la oposición. Paradójicamente. Y sin embargo, el bloque de izquierdas conquistará el poder. Salvo que Convergencia y Unio formara un bloque con la derecha española y los no nacionalistas. Esta situación no es imposible, pero acabará con CiU. Juntos o separados.

Mas está llamado a desempeñar el papel de Kerensky y lo que vaya quedando del PSC más CiU, PP y Ciutadans, harán el papel de los socialistas revolucionarios rusos. Formando un bloque de fuerzas políticas, en parte similar, ideológica y políticamente, a la alianza que formaron socialdemócratas de derechas alemanes en 1919 contra los espartaquistas. Sólo, eliminando el aspecto dramático que tuvieron los originales. Nos queda por saber quién harán los papeles de Robespierre, Danton, Marat y Saint Just.

Por parte de la derecha española, la solución legal está al servicio del nacionalismo español y sólo sirve a sus intereses. No sirve para nada porque la legitimidad catalana no reside en la legalidad española. La legitimidad sólo reside en la libertad. Y ésta está en Cataluña. La Historia, «sic transit gloria mundi», está llegando a su fin. Celebramos el nacimiento de una nueva nación.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.