Sociopolítica

La derrota de los “indignados” en las urnas

Si algo se han encargado los indignados de repetir hasta la saciedad es que los partidos políticos «no les representan». Han machacado hasta el infinito la idea de que la clase política, los banqueros y los empresarios son los grandes culpables de la crisis económica, y que por tanto no se merecían nuestro voto. Más aún, han incidido en la importancia de no participar en este circo de la política y hacerles llegar a nuestros dirigentes el “masivo” descontento de la sociedad.

El mejor momento para expresar esta indignación contra los políticos debía llevarse a cabo en las urnas el pasado 20 de noviembre de 2011.

Ese día España debía trasmitir inequívocamente el mensaje de que la sociedad estaba hastiada de nuestros políticos y que ese pueblo indignado exigía una rectificación y un cambio de rumbo. Sin embargo, el análisis pormenorizado de los resultados hunde las expectativas del más optimista de los indignados.

En primer lugar analicemos el número de votantes en las últimas contiendas electorales. En las presentes elecciones han votado 24.590.557 (71,69 %) ciudadanos, por 25.514.671 (75,32%) en 2008, 25.846.620 (77,21%) en 2004 y 23.339.490 (68,71%) en 2000. Por tanto, ha habido una caída en la participación de un 4% respecto a 2008. ¿Se puede atribuir esta caída al movimiento 15-M? Tengo mis dudas. Y tengo mis dudas porque por ejemplo, ya hubo una caída de la participación de un 8% entre el 2000 y el 2004 o de un 2% entre 2004 o 2008. Podríamos encontrar explicaciones razonables para estos datos, pero lo que está bastante claro es que la participación es algo relativamente variable y no cabe duda que la influencia de los indignados en la caída de la participación de las últimas elecciones es mínima, si no nula.

¿Y cuántos ciudadanos son los que no han ido a votar? Pues en estas elecciones no han acudido a votar 9.710.000 ciudadanos (28,31%), por 8.360.597 (24,68%) que no lo hicieron en 2008; 7.628.756 (22,79%) en 2004 y nada más y nada menos que 10.630.150 (31,29%) ciudadanos que no acudieron a votar en 2000. Aunque la abstención ha aumentado un 3%, esta es a su vez un 3% menos comparada con la del año 2000, cuando José María Aznar ganó por mayoría absoluta. Por tanto, no se ve una variación significativa en la abstención en las presentes elecciones como reflejo de la influencia del movimiento indignado.

Y vayamos ahora a un capítulo interesante como es el del voto en blanco. Muchos indignados han defendido esta opción porque había que ir a votar como derecho ciudadano, pero votar en blanco para demostrar que no se estaba de acuerdo con ninguna de las opciones que se presentaban, especialmente con el bipartidismo. Los resultados de dicha presión se han traducido en 333.095 (1,37%) votos en blanco en las presentes elecciones, por 284.868 (1,12%) en 2008, 406.789 (1,57%) en 2004 y 366.823 (1,57%) en 2000. Influencia impresionante. El movimiento indignado ha conseguido un incremento del voto en blanco de un 0,25% respecto a las pasadas elecciones, siendo el segundo peor dato del voto en blanco de los cuatro últimos comicios electorales.

Y por último analicemos los votos nulos, que son aquellos en que se han introducido rodajas de chorizo junto con la papeleta o en que se han metido 6 papeletas iguales para confirmar el partido al que se votaba. Los resultados en este sentido han sido de 317.886 (1,29%) votos nulos en las presentes elecciones, por 162.416 (0,64%) de las elecciones de 2008, 261.590 (1,01%) en 2004 y 158.200 (0,68%) en 2000. Por tanto podemos decir que en las presentes elecciones se ha conseguido la mayor torpeza de los últimos años alcanzando el récord de voto inválido en unas elecciones, aunque no sabemos si esto se debe al envejecimiento de la población, a las cualidades intelectuales de parte del movimiento indignado o a otros motivos espurios. Si ha sido gracias a los indignados, hay que reconocerles el mérito de duplicar el voto nulo, siendo no obstante este un nimio 1,3% del total de los votos.

Hagamos por tanto un cálculo final. Sumando el voto nulo y el voto en blanco que vamos a atribuir generosamente a la influencia del movimiento indignado, éstos han conseguido un 2,66% de los votos, un 0,9% más que en las pasadas elecciones. Seamos más generosos aún y otorguémosles el éxito de que la gente se quedara en su casa y no fuera a votar, a pesar de la demencia multivaso o el cáncer metastásico. Siendo así, el movimiento indignado habría conseguido un respaldo tras 8 meses de protestas de un abrumador 30,97% de los ciudadanos, un 4,5% más que los que se decantaron por estas opciones en las pasadas elecciones. Si esto lo dividimos entre el tiempo de presión realizado por este colectivo concluimos que en cada mes de protestas han conseguido convencer al 0,56% de la población de que la clase política y los empresarios son los responsables de la crisis.

Es verdad que igual habría que considerar que parte del voto indignado finalmente ha ido a parar a IU y EQUO (voto útil), que han sido dos de los partidos que más se han acercado a los postulados del movimiento 15-M. Siendo así, la suma de votos a favor de los postulados de los indignados se dispararía hasta el 38,8% de los votos. Es decir, suponiendo que los votantes de IU, EQUO, voto en blanco, voto nulo y los abstencionistas lo han hecho de esta manera por la solidaridad con los postulados del movimiento indignado , ni siquiera el 40% de los ciudadanos con derecho a voto han respaldado esta postura.

Por tanto, es evidente que aunque tenemos los políticos que nos merecemos, la mayoría de los ciudadanos cree que las cosas se deben cambiar desde las instituciones democráticas establecidas. Así lo ha apoyado más del 60% de la población en las últimas elecciones, y esto no deja lugar a dudas. Posiblemente la mayoría de los que han votado no tengan ni idea de cómo deberían ser las cosas para que este país saliera de la actual crisis económica, política y moral, pero lo que queda claro es que el movimiento 15-M, una vez más, ha fracasado.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.