Como muy acertadamente alguien ha escrito o dicho recientemente… Cataluña no tiene dignidad, por cuanto las tierras o cuerpos inertes o animales carecen de sentimientos; la dignidad corresponde pues a los catalanes; por tanto esos titulares en conciliábulo apostolar (por lo de los doce apóstoles periodísticos y sus idénticos editoriales) fue un titular sin sentido. Sin sentido aparente, puesto que tras ese editorial compartido sin omitir ni una coma; tiene a mi entender otras metas y otros fines y lo hemos visto después; si bien y es claro, nadie ha dado la publicidad que se debiera a estos «intereses soterrados y creados»; puesto que y como viene ocurriendo; aquí nadie defiende otra cosa que… «su panza y su bolsillo».
Y lo de «panza y bolsillo», lo confirma la siguiente noticia que copio literalmente.
«LA DIGNIDAD CATALANA: Y tras el editorial conjunto de doce periódicos catalanes ayer reclamando al Tribunal Constitucional que no toque una coma del estatuto catalán, porque si no, iría contra la ‘dignidad de Cataluña’ -erigiéndose en portavoces del 70% del censo electoral catalán que no votó el estatuto, entre los que no fueron a votar y los que sí fueron pero no lo aprobaron-, hoy La Gaceta publica una interesante información que podría estar relacionada con esa iniciativa: los periódicos catalanes recibirán 28 millones de euros en 2010. El gasto previsto en publicidad por la Generalitat para 2010 supera los 70 millones de euros. Las ayudas se dirigen a los periódicos en catalán o aranés». (diario Hispanidad 26-11-2009)
Sabido y notorio es, que los periódicos que se venden en los quioscos no están pasando por abundancias que digamos y que el panorama de futuro, más bien es más negro que blanco; está claro pues, que esos… «setenta millones de euros condicionan mucho a las empresas y periodistas que viven de esos periódicos»; así es que se confirma una vez aquello tan viejo de que… «la pela es la pela» y el resto qué importa. Tristemente la dignidad tiene un precio y llegado al mismo, pues lo de siempre… «una venta más y a vivir».
Por otra parte el inquisitorial estado de represión para el idioma común, o sea, «el Español común a todos los españoles y un par de docenas de naciones más, amén de ya ser el segundo idioma hablado en USA»… no tiene ni comparación con el que constantemente se están quejando de la persecución que del catalán hizo el franquismo, que por otra parte ya lleva 34 años enterrado y como prueba de ello, aquí va otra gran perla recogida en la prensa nacional.
«BARCELONA: El Ayuntamiento, presidido por el socialista Jordi Hereu, ha decidido felicitar las fiestas con el alumbrado navideño en seis lenguas. Y ninguna de ellas es el castellano. La polémica está servida. En el alumbrado colocado en las principales calles comerciales se puede leer Feliz Navidad en árabe, ruso, chino, japonés, portugués y catalán, pero del castellano ni rastro». (El Confidencial 26-11-2009).
Vamos como para animarnos a comprar productos catalanes para estas navidades y algunas otras posteriores. Pero qué ceporros son algunos vernáculos; menos mal que la mayoría de catalanes, pienso que no; al menos yo no he detectado tanto ceporrismo en mis bastantes viajes a Cataluña.
Y sobre estos; nada menos que en 1963 (aún quedaban una docena de años para que Franco muriera); nada menos que en la Plaza de Cataluña; había un enorme cartel que en catalán decía… «25 anys de pau»; cosa que se puede comprobar simplemente viendo los periódicos del mes de Junio de aquel año, que seguro alguno recogería el hecho y publicaría alguna foto. Por lo tanto la persecución idiomática no debió ser tan inquisitorial como la que ahora hacen, «éstos nuevos justos»; que por otra parte, entre los muchos grandes negocios que controlan, está el de la impresión de libros, que en cantidades astronómicas editan… pero es claro, tiene que ser en ESPAÑOL; pues ya digo… «la pela es la pela».
SOBRE EL POLÁ‰MICO ESTATUTO: Hasta los estudiantes de derecho político saben que en cualquier democracia seria, las leyes fundamentales y aquellas que tienen gran influencia sobre la sociedad deben ser aprobadas con mayorías muy cualificadas, para que no queden dudas legales, algo que no ocurrió con el Estatuto catalán, el cual, a pesar de contar con el impulso masivo de los políticos, nunca llegó a interesar a los ciudadanos, que dieron la espalda a la nueva ley en un referéndum que solamente logró el «si» de uno de cada tres catalanes con derecho a voto.
En definitiva, tras de todo este follón político, sólo hay una cosa… la defensa de la panza y bolsillo, de unas minorías que se han incrustado en el dinero público catalán y español y sobre la base del mismo, se están dando la vida padre; y algunos acumulando capitales que en la lucha normal y en la vida privada que cada individuo hemos de mantener, estos inútiles y parásitos, jamás hubieran llegado ni a «auxiliar o ayudante de un buen oficial de cualquier oficio» y con ello obtener un sueldo de baja cuantía.
No le den más vueltas; tras todo este mini escándalo, sólo hay intereses de unas minorías parásitas que sólo buscan el mantenerse CON EL DINERO PÁšBLICO CATALÁN Y ESPAÑOL y darse la vida padre. El que no vea ello es que es bastante corto de vista y conviene que se la revisen.
Pobres catalanes del pueblo y pobres españoles también del pueblo; les están engañando miserablemente y encima echándolos a pelear: Malditos políticos actuales que son peor que malos. Recordemos todo ello para cuando nos dejen votar «agradecérselo a lo grande».