La economía española está intervenida
Vivimos en un país de segunda, que va camino de ser pronto de tercera
- Los políticos dónde meten sus zarpas sólo producen corrupción, mala gestión y hundimiento del sector.
Es algo que no falla, y a las pruebas me remito, por ejemplo al sector de las cajas de ahorros (que en paz descansen), cuyo funcionamiento era estupendo, hasta que empezaron a estabularse en sus consejos de administración los partidos políticos con mando en plaza, es decir en la autonomía, provincia o ciudad correspondiente…
Lo mismo sucede en la práctica totalidad de los sectores de la economía española, o por lo menos en aquellos a los que mejor les va, que suelen ser los más próximos al poder, o controlados por este: Notarios (en Zaragoza sólo hay 30 plazas de notarios, pero estamos más de 2.000 abogados. Lógicamente les va muy bien…), Procuradores de los Tribunales (desaparecidos en casi todo el mundo, pero que en España ya casi son funcionarios públicos), Estancos, Administraciones de Loterías y Gasolineras (que en la época de Franco se adjudicaban a las viudas de los militares y altos cargos, hasta que llegó Felipe González con las rebajas, y empezó a dárselas a los suyos), el gremio del automóvil (que es una gigantesca máquina de ordeñar a los ciudadanos, con sus ITV’s, que todos sabemos que sirven para bien poco, el permiso de conducir, que cuesta más que un curso en la universidad, el sector de las Autoescuelas, totalmente regulado y controlado, para evitar la aparición de profesores autónomos, que den clases por cuenta propia, y rebajen el coste del servicio, como sucede en otros países de nuestro entorno), etc.
Hace años la Unión Europea presionó a España para que la afiliación a los colegios profesionales obligatorios no exigiera el pago de una elevadísima cuota de entrada (creo que hay colegios de administradores de fincas que exigen más de 6.000 euros, simplemente por colegiarse), y que las cuotas de afiliación no pasaran de 250 euros anuales. Pues bien, todos los colegios se posicionaron en contra, y de la proyectada reforma de la ley de servicios y colegios profesionales, no hemos vuelto a saber nada. Y así ad nauseam…
Mientras tanto la economía va de mal en peor, el paro ha vuelto a crecer ¡hasta en el mes de agosto!, y la tan ansiada recuperación es sólo una promesa electoral, falsa como todos los programas políticos.
18 parlamentos legislando a todo tren (y no hablo del senado, que todos sabemos es un refugio de políticos jubilados y delincuentes políticos), estableciendo leyes distintas, cuando no contrarias, con lo cual muchas veces ni siquiera los juristas sabemos cual es la normativa realmente aplicable a un determinado producto, bien o servicio…
Por no hablar, que también, de la absoluta ineficacia de la hidrocéfala maquinaria administrativa, tal vez por eso mismo, pues al ser tan grande y compleja, es casi imposible coordinarla bien, organizarla correctamente, etc.
En fin, para que seguir. El desánimo cunde en la población, y no hay más que hablar con pequeños y medianos empresarios, para comprobarlo.
Hoy por hoy los únicos que están relativamente bien son los funcionarios con salarios elevados, y los jubilados con buenas pensiones.
Los demás a malvivir, y poco más.