Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Alcalá (UAH) indica que si se eliminaran los “superpollutersâ€, medios de transporte muy contaminantes -como ciertos autobuses y camiones en mal estado-, se podrÃa reducir la contaminación por nanopartÃculas hasta un 25% y un 48%, dependiendo del parámetro analizado. Estas diminutas partÃculas provocan serÃas afecciones a la salud.
Fotos: Philip Siegmann-UAH/SINC.
“A los ‘superpolluters’ se les aprecia normalmente a simple vista, sobre todo cuando aceleran o suben una cuesta y vemos salir por su tubo de escape una nube de humoâ€, dice Philip Siegmann, fÃsico del Departamento de TeorÃa de la Señal y Comunicaciones de la UAH y co-autor del estudio. “La gente suele quejarse del mal olor y del humo, pero eso no es lo peor, sino las nanopartÃculas que no se ven ni se huelen y que en Madrid, por ejemplo, están presentes, aun cuando piensas que estás respirando aire puroâ€, señala a SINC el investigador.
El nuevo estudio confirma que los “superpolluters†son, “con diferenciaâ€, los vehÃculos que emiten mayor cantidad de nanopartÃculas. Si se eliminaran de la circulación, concluye el informe, se podrÃa reducir hasta un 25% la concentración de “superficie activa total†(TAS) de nanopartÃculas (superficie de la partÃcula que interactúa con el entorno), y hasta un 48% la concentración de hidrocarburos aromáticos policÃclicos adsorbidos sobre éstas (PPAH), unas conocidas sustancias tóxicas.
El trabajo, publicado recientemente en la revista Atmospheric Environment, se ha centrado en distinguir y cuantificar qué tipos de vehÃculos emiten más partÃculas nanométricas, concretamente las ultrafinas (de un tamaño inferior a 100 nanómetros), que están implicadas en el desarrollo de diversas enfermedades. Su reducido tamaño les permite distribuirse dentro del cuerpo sin apenas ser detectadas por las defensas del organismo, e incluso pueden atravesar las membranas celulares. Algunos estudios ya han demostrado que estas pequeñas partÃculas estimulan las reacciones alérgicas, como el asma, y el desarrollo de la esclerosis múltiple. Además, bajo una exposición continua y prolongada, pueden producir cáncer, como ocurre con el tabaco.
Los investigadores han constatado que una de las principales fuentes de emisión de estas partÃculas ultrafinas son los vehÃculos diesel, y no tanto los de gasolina. “En cualquier caso, son los ‘superpolluter’, los que más contaminan, ya que normalmente son vehÃculos que están en mal estado de funcionamiento y realizan mal la combustiónâ€, señala Siegmann. El experto considera que habrÃa que retirar estos vehÃculos de la circulación.
Para obtener las mediciones, los cientÃficos tuvieron que seguir a los vehÃculos en marcha y, a través de la ventanilla, registrar los datos con dos sensores localizados en el extremo de un tubo. Los registros, que se tomaron cada diez segundos, se realizaron succionando el aire para que los sensores pudieran percibir los picos de medidas cuando entraban en la estela de humo emitida por un vehÃculo. Para el caso de ‘superpolluters’ los picos de medida de PPAH son de un orden de magnitud de 100 a 1.000 nanogramos/m3, pero en algunos casos se llegó a superar esa elevada cantidad.
Menos contaminación de nanopartÃculas en Madrid
Los datos del estudio se tomaron en 2001 y 2006 en Madrid, y en 2001 en México D.F., una de las ciudades más contaminadas del mundo. Aunque no aparecen en el informe, también se realizaron mediciones en Boston (EE UU). Las mayores emisiones de nanopartÃculas corresponden a Madrid, y los cientÃficos relacionan el dato con el hecho de que un elevado porcentaje de sus coches son diesel (cerca de un 30% en 1999-2001 y 50% en 2006), mientras que en Boston se producen pocas emisiones de este tipo porque casi todos los vehÃculos que circulan por sus calles son de gasolina. México D.F. se situarÃa en una posición intermedia, aunque en esta ciudad abundan más los “superpollutersâ€.
En Madrid, no obstante, los resultados confirman que durante los últimos 6 años la contaminación de nanopartÃculas se ha reducido casi un 65%. Los investigadores lo justifican por las mejoras que han incorporado los nuevos vehÃculos para cumplir con las normativas europeas de emisiones, como la ‘Euro 4’, que será sustituida en 2009 por la ‘Euro 5’.
Aún asÃ, Siegmann reconoce que todavÃa circulan ‘superpolluters’ por esta ciudad. “Cualquier persona que espera en una parada de autobús habrá sufrido una humareda emitida por algún autobús al acelerarâ€, añade, “y en esa humareda se está emitiendo todo tipo de partÃculas en gran cantidad, entre ellas las nanométricasâ€.
Las nanopartÃculas proceden principalmente de actividades humanas, como la combustión del carbón, las incineradoras, los vehÃculos, la quema de rastrojos, las cocinas, las barbacoas y el tabaco, pero también pueden tener un origen natural, como las que emiten los volcanes. En cualquier caso, la exposición del ser humano a estas sustancias se ha incrementado como consecuencia del desarrollo industrial del siglo XX, y especialmente con la aparición de los vehÃculos diesel a motor, con las consiguientes afecciones para la salud.
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Referencia bibliográfica:
P. Siegmann, F. J. Acevedo, K. Siegmann, S. Maldonado-Bascón. “A probabilistic source attribution model for nanoparticles in air suspension applied on the main roads of Madrid and Mexico Cityâ€. Atmospheric Environment 42 (17): 3937–3948, 2008