No, tampoco puede ser un negocio religioso o político; la enseñanza tiene que ser libre y bien estudiada antes de empezar a aplicarla y luego costeada por los fondos públicos que mediante impuestos recauda cualquier Estado. Así de claro y así de sencillo. Toda enseñanza que nace “cuadriculada” por intereses múltiples, está encaminada al fracaso, a la atrofia, o peor aún, al retroceso en que hoy se encuentra y en lo que tristemente destaca España, en el mundo o civilización occidental.
¿Cómo se obtendría una enseñanza positiva para todos? Sencillo: Estudiando a todos los grandes sabios que el mundo a generado y de cualquier raza o credo y sacando un extracto de todos ellos, llegar a un tipo de enseñanza buena y formativa integralmente y que serviría para todos.
Estoy hablando pues de una formación integral del ser humano y de ambos sexos. Lograda ésta, todas las enseñanzas mecánicas o de los oficios que fueren debieran partir de ella, pero antes hay que hacer ese cimiento, sencillamente para que la humanidad progrese de verdad y piense cada individuo en que es mucho más importante ser que tener; sin que ello sea renunciar a disfrutar de una vida holgada o cómoda.
Mientras se sigan con esas luchas atroces y por tanto perniciosas de que… “lo mío es lo mejor”, no se avanzará como sería necesario fuese ese avance.
Hace muchos años y viajando por un país musulmán, el guía nos señaló unas escuelas que había en una población y situadas cerca de la carretera; fui yo el que le indiqué si aquellas eran escuelas, precisamente por la proliferación de niños pequeños que allí había. Sí, me dijo; nuestro rey quiere que niños y niñas vayan a la escuela desde niños y aprendan bien. Extrañado del aparente atraso de aquellas gentes, seguí preguntándole y por ello, supe que los primeros años; no recuerdo ahora si cuatro o cinco años (lo tengo reflejado en una de mis relatos de viajes)… o algunos más; aquellas criaturas eran obligadas a leer y memorizar su libro sagrado, el Corán.
Como es lógico nada dije a aquel guía que por cuanto ya llevaba con nosotros varios días, era un ferviente creyente de Mahoma y su doctrina; pero pensando en aquellas criaturas, temblé de miedo al ver a lo que eran sometidas (sé que otras religiones lo hacen o hicieron y sus efectos siempre fueron perniciosos) puesto que en esa edad, en que aquellos niños pequeños entraban en las escuelas, son como “inmensas esponjas hábidas por saber” y si sus pequeños cerebros en esa crucial época, se les llenaba sólo de esas enseñanzas, el resultado posterior sería el que hemos visto y estamos viendo; o sea que el Islam ha quedado anclado en los tiempos del profeta y poco más; puesto que no ha tenido evolución, renovación o actualización a los nuevos tiempos, que mal que bien, otras religiones si que lo han tenido, aunque tampoco hayan evolucionado para “ir con los tiempos”.
Estas reflexiones me surgen al leer un escrito que me dirige un chileno que se queja y habla pestes, del sistema de enseñanza en esa nación y de unos créditos leoninos (según él) y que hace imposible estudiar a los que no tienen dinero… y al que le respondí lo que sigue… “mayúsculas incluidas”.
Lo que ocurre en Chile, creo que con las variantes que sean, ocurre en todo el mundo occidental. La enseñanza no puede ser un negocio ni individual ni de grupo; TIENE QUE SER UN NEGOCIO NACIONAL y si me apuran MUNDIAL… ¿Por qué? Por que el mejor cultivo y la mayor riqueza con que cuenta la humanidad, SON LOS CEREBROS y es lo que hay que cuidar con el mayor esmero. Detectar todos los cerebros válidos (que casi todos lo son) y educarlos Y ENCAMINARLOS HACIA DONDE ELLOS VAN A RENDIR MÁS Y CON MAYOR SATISFACCIÁN; de ahí que el presupuesto mayor y mejor distribuido en cualquier agrupación humana, debiera ser encaminado a la enseñanza, para tener los mejores MAESTROS y que estos formasen a los discípulos; así de claro y así de sencillo… pero es claro que para llegar a ello hay que tener primero inteligencia, que los que gobiernan carecen de ella y luego GENEROSIDAD, MUCHA GENEROSIDAD; INCLUSO EN EL MAESTRO, el que llegado a un punto límite tiene que decir al discípulo… «YO YA NO TE PUEDO ENSEÑAR MÁS, VE A OTRO QUE YO TE INDICARÁ‰ Y QUE SABE MÁS QUE YO»… TÁš PUEDES DESARROLLAR MUCHO MÁS SI TE CULTIVAN Y TÁš PONES DE TU PARTE. ¿Alguien conoce un caso así en esta época que dicen de progreso?
Dudo que exista, puesto que no se enseña… “se adoctrina”.